10 de abril de 2010
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Durante más de 10 años Dios nos ha permitido ser testigos de milagros, con el propósito de glorificar Su nombre, impactar cientos de vidas y transformar a las naciones. Un ambiente de celebración y gozo era lo que se vivía minutos después de iniciar del evento en el estadio Central Córdoba Ciudad de Rosario, Argentina. Esto debido a las miles de almas que fueron salvas en las dos noches y al impacto que Noches de Gloria causo en esta ciudad. Más de 25mil personas cada noche se dieron cita en el estadio para ser participes de la Gloria de Dios y presenciar los milagros, maravillas y prodigios.
El Pastor Cash Luna oro por los líderes y pastores para que en sus iglesias el poder de Dios obrara de manera sobrenatural.
El Espíritu Santo fue el protagonista de las noches de milagros en Argentina. Una vez más fuimos testigos de cómo la misericordia de Dios alcanzó a todos aquellos necesitados de un milagro.
Los milagros fueron desde sanidades de dolencias, tumores, artritis, ceguera y cientos de enfermedades más, sin embargo Dios obro de gran manera en niñas y niños sordomudos, mostrando Su poder en impresionantes testimonios de infantes sordomudos de nacimiento. El escenario conmovedor de cada una de estas evidencias milagrosas promovió la fe de cada una de los asistentes y el ambiente se lleno de seguridad, certeza y esperanza en la obra de Dios.
Estas noches se recordaran como el inicio de un proceso y la entrada a una nueva dimensión de palabra, unción y fe para la ciudad de Rosario Argentina.
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En la discrepancia entre lo real y lo ideal se encuentra la frustración, pero esa imposibilidad de tener o lograr aquello que se desea es la antesala para ver un milagro generado por la fe en una promesa de Dios.
Un padre de familia puede sufrir el síndrome de responsabilidad adquirida capaz de obstruir el beneficio de recibir la visitación de Dios, debido al enfoque constante de dar a los suyos; por eso Jesús enseña que siendo proveedores, como hijos, podemos recibir buenas cosas de nuestro Padre celestial.
Un canal de servicio empresarial provee una experiencia gratificante que brinda bienestar a quien lo recibe, de igual manera, entre el milagro que Dios hace y quien se beneficia está otra persona: un servidor lleno de compasión.