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Te bendeciré y te multiplicaré

Te bendeciré y te multiplicaré

28 de julio de 2008

Tiempo de lectura: 11 minutos

 

 

Hebreos 6:13-14 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.

Dios le hace a Abraham un juramento dividido en dos partes, la primera es: Bendición abundante y la segunda es: Multiplicación.

Cuando faraón se olvidó de José empezó a tener miedo del pueblo de Israel y comenzaron a hacer al pueblo de Israel esclavo.   Dice la palabra que faraón puso a las parteras de Egipto a que fueran a que averiguaran el sexo de la criatura, si era niño debían matarlo y si era niña debían dejar que viviera, pero las parteras no hicieron caso a la instrucción y dejaban que los niños vivieran y le decían a Faraón que las mujeres israelitas eran muy fuertes y que cuando llegaban a ayudarlas en el parto, las mujeres ya habían dado a luz.

Vamos a ver en Éxodo 1 y Éxodo 5 como la promesa que Dios dio a Abraham se estaba cumpliendo.    En Éxodo 1 mientras más los oprimían, más se multiplicaban, Dios le había prometido a Abraham dos cosas, bendición y multiplicación.  Egipto cuando comenzó a poner presión en el pueblo de Israel no podían detener que Dios cumpliera el juramento que le había hecho a Abraham de multiplicarlo, el problema es que en Éxodo 1 el pueblo de Dios se está multiplicando pero como esclavo, Dios cumple su palabra.

Éxodo 5:1-15 Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.   Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.  Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada.  Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su trabajo? Volved a vuestras tareas.  Dijo también Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus tareas.  Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que lo tenían a su cargo, y a sus capataces, diciendo: De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja.   Y les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, por eso levantan la voz diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios.   Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a palabras mentirosas.  Y saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus capataces, hablaron al pueblo, diciendo: Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja.  Id vosotros y recoged la paja donde la halléis; pero nada se disminuirá de vuestra tarea.   Entonces el pueblo se esparció por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojo en lugar de paja. Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea de cada día en su día, como cuando se os daba paja.  Y azotaban a los capataces de los hijos de Israel que los cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?  Y los capataces de los hijos de Israel vinieron a Faraón y se quejaron a él, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos?   

Piense por un momento que Faraón logro poner al pueblo de Dios de rodillas, el pueblo de Israel era grande, multiplicado, eran muchos pero Faraón logró quebrantarles la mente y espíritu.  Cuando usted va a un circo ve a un elefante o león, haciendo cosas para lo cual no fueron creados, ve a un león sentándose en una silla, a un león brincando en unos aros, porque el entrenador logró quebrar la mente y espíritu del león de tal manera que ahora el león le es productivo al amo, quiero que entiendas que esto es lo que el sistema del mundo quiere, el sistema va a oprimirte no a tal grado de afectarte físicamente porque necesitan de tus fuerzas para prosperar, pero si quiere quebrar tu mente y espíritu para doblarte de rodillas delante de Faraón.

El pueblo de Egipto prosperó siempre por los hijos de Dios, Guatemala es próspera y está prosperando no por el mundo sino por los hijos de Dios, porque es a ti y a mí a quién Dios dio el poder para hacer riquezas.  Tu y yo somos los que tenemos el poder para hacer las riquezas, Dios no le dio el poder al mundo, se lo dio a sus hijos, el mundo no puede producir dinero, el mundo administra el dinero que la iglesia produce.   Egipto aprendió a prosperar basado en la unción del pueblo de Dios, usted ve a Egipto prosperando cuando lograron poner a José en la posición correcta, Faraón puso a José como administrador de todo Egipto y en la historia de José vemos a Faraón poniendo a José en tal posición que el pueblo de Egipto tenía que arrodillarse delante de José, Faraón sometió a su pueblo a la unción de José porque se dio cuenta que estaban prosperando por él.

En Éxodo 5 vemos la manera en la que el mundo prospera por los hijos de Dios y es cuando nos hacen esclavos, Egipto prosperó porque puso a un hombre creyente con la unción en la posición de administrar, tu jefe va a prosperar a través de ti, o te pone en la posición correcta para que administres y decidas para donde van las finanzas, si no reconoce eso en ti lo que va a tratar de hacer es esclavizarte, porque tú eres el que tiene el poder para hacer las riquezas, el mundo prospera poniendo a los hijos de Dios en el lugar correcto o esclavizándolos.   En Éxodo 5 vemos al pueblo de Dios multiplicado pero esclavos y produciendo y Faraón logró quebrantarle el corazón y la mente al pueblo de Dios.

Éxodo 5:16-17 No se da paja a tus siervos, y con todo nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus siervos son azotados, y el pueblo tuyo es el culpable. Y él respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: Vamos y ofrezcamos sacrificios a Jehová.

Para el mundo nunca será suficiente lo que haces, para una mujer con el espíritu de Faraón lo que su marido haga nunca será suficiente, para un hombre con el espíritu de Faraón lo que su esposa haga nunca será suficiente, para tu jefe y el mundo nunca lo que hagas será suficiente, el problema es  que la iglesia ha aceptado que el sistema nos aplaste, que el sistema económico nos lleve a quebrantar nuestro espíritu y nuestro corazón cuando Dios nos llamó para hacer cosas más grandes.

Éxodo 5:18-21:  Id pues, ahora, y trabajad. No se os dará paja, y habéis de entregar la misma tarea de ladrillo. Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, al decírseles: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.  Y encontrando a Moisés y a Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían de la presencia de Faraón,  les dijeron: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la mano para que nos maten.  

Éxodo 5:22-23 Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo.

En la iglesia tenemos un pueblo creyente que se multiplica pero no siempre logran salir de la mentalidad de esclavos que los hace doblarse y rendirse delante de Faraón, tenemos un pueblo grande pero tenemos esclavos y esclavos producen esclavos.  Cuando estudias esta historia encuentras tres cosas que demuestran que un hombre es esclavo, para el mundo nunca será suficiente lo que hagas, Faraón siempre va a querer poner más presión en tu vida, va a querer que hagas más con menos, el mundo sigue exigiendo, lamentablemente le quiebran la mente y corazón  del hombre.    El fin de Faraón con el problema que pasaste hace 5 años atrás con tu empresa era acabar con tu mente y corazón, no precisamente con tu empresa.   Al enemigo  y al mundo no le interesa quedarse con tu negocio, lo que le interesa es quedarse con tu mente y corazón, puedes venir a adorar y alabar a Dios pero si en tu mente le está sirviendo a Faraón seguirás siendo esclavo y seguirás produciendo esclavos.    El mundo no está detrás de tus sueños, está detrás de tu mente y de tu espíritu, porque si logra quebrantar tu corazón y tu mente te tendrán como en un circo, haciendo lo que ellos quieren para provecho de ellos y nunca será suficiente.    En medio del sistema y esclavitud lo único que debe rehusarte a perder es tu mente y tu espíritu.

Hay personas que me dicen que los problemas los están haciendo perder la cabeza, yo les digo que no pierdan la cabeza porque van a necesitarla cuando Dios les dé un nuevo negocio, que no se pierda lo tu eres, tu eres un hijo de Dios, Dios te dijo que va a bendecir y que te va a multiplicar.

El problema que tienes lo que quiere es meterse de tal forma en tu cabeza y en tu espíritu que sea lo único en lo que puedas pensar, hay gente que tiene una nueva pareja y todavía están pensando en la anterior, hay gente casada con una nueva persona y Dios te bendijo, tu vida cambió, pero todavía estás pensando en las palabras ofensivas que la otra te decía; hay gente que tiene un nuevo trabajo y todavía está pensando en lo que pasó en el trabajo anterior, el problema se metió en tu mente y corazón sin darte cuenta te sigues multiplicando pero con una mente esclava, llegó la hora que tu entiendas que Dios te llamó para que fueras libre, para hacer cosas grandes, para prosperar.

Hay tres cosas que demuestran que el problema está acabando contigo y no tú con el problema, debes estar pendiente de estas tres cosas, si las identificas en tu vida debes entender que el problema que estás pasando está doblegando tus rodillas delante de Faraón.

1.    No quiero oír más Palabra de Dios

Faraón logró oprimir al pueblo de Dios de tal manera que no quisieran oír a Moisés.  Faraón pidió que se pusiera al pueblo de Israel más cargas para que no quieran escuchar palabras ociosas, la primera señal de esclavitud en una persona es cuando ya no siente deseo de oír al hombre que Dios ha puesto delante de ellos para ser libres.  La Palabra dice que la fe viene por el oír y el oír de la palabra de Dios, no sé cuántos han tendido la experiencia de decir: “Ya no voy a escuchar más eso, es una pérdida de tiempo, no quiero ir a la iglesia”.    Faraón no puede callar a Moisés pero puede hacer que tú no lo quieras escuchar, Faraón no me puede callar a mí, pero si  Faraón te hace creer que lo que te estoy diciendo no es para tu bien y logra cerrar tus oídos va a cerrar la posibilidad de que tu seas libre.   Si el enemigo logra que no quieras oír ha logrado quebrar tu corazón y tu mente para que no seas libre.

2.  Pierde todo deseo de sacrificar y adorar a Dios.

Un problema está acabando contigo cuando ya no quieres ofrendar ni adorar a Dios.   Faraón dijo que iban a darle doble trabajo para que se cansen  y no quieran adorar a Dios, la señal de que un problema se te está metiendo en la mente y corazón es que pierdes todo deseo de dar y pierdes todo deseo de adorar a Dios.  Si el enemigo logra que tu no adores a Dios ha logrado quitarte tu identidad, la adoración lo que provoca es identidad en tu vida, cuando el pueblo salió de Egipto lo primero que hicieron con el dinero fue un becerro de oro y la Biblia dice que cambiaron su imagen de gloria por la imagen de un animal que come hierba, Faraón logró meterse tan adentro, los hizo tan esclavos que la imagen de Dios que ellos tenían era de una vaca y el mundo sabe que si tu no adoras pierdes identidad.  Cuando tu levantas tus manos al cielo y adoras a Dios te relacionas con ese Dios y sabes de donde saliste, empiezas a sentirte bien, sabes a quién le sirves, que te hizo un príncipe, una princesa.  Dios no tiene problema de identidad, tu adoración no lo hace feliz a él, la adoración lo que hace es cambiarte a ti, Dios no necesita que le digas cuán grande es, porque él lo sabe, el problema lo tenemos nosotros.   Cuando reconozco que él es el grande, entonces puedo mirarme cara a cara como un espejo y ser transformado, por eso cuando vienes a la iglesia y adoras a Dios sales con energía, con alegría y fe, porque te relacionaste con el verdadero Dios, te das cuenta que no le sirves a al vaca, al mundo, te das cuenta que lo que antes te ataba ya no te ata más, te das cuenta quien es el Dios a quien le perteneces, la Biblia dice que mayor es el que está en ti que el que está en el mundo.   Si Faraón logra que dejes de adorar vas a perder tu identidad.

El mundo sabe que el sacrificio es lo que desata el poder de Dios en tu vida y todos los que sabemos dar nos hemos cansado de dar, hace una semana estuve en una convención con hombres de Dios y se hizo una invitación para ofrendar, ofrendé una suma grande.   Faraón se mete en tu mente que te quita el deseo de hacer las cosas que trae resultado en tu vida di la ofrenda y al otro día me llamó mi abogado para darme dos buenas noticias, permisos que teníamos detenidos por más de 18 meses los liberaron.  Cuando más grande es el problema es cuando más palabra debo escuchar, es cuando más grande debe ser mi ofrenda y sacrificio, cuando más grande es el problema es cuando más debo alabar y adorar a Dios y decirle a Faraón que no va a tenerte de rodillas y que no vas a doblegar tu corazón.   Nada te puede quebrar el espíritu.

3.  Echarle la culpa a Dios del problema

Cuando el pueblo salió de hablar con Faraón fueron a buscar a Moisés, tengo problemas con la gente cuando piensa que la iglesia es la que te pone cargas, para la gente el diezmo es la carga, carga es lo que hace Faraón afuera, presión es la que te pone Faraón.  Se le echa la culpa a Dios de los problemas cuando no es Dios el que te los está dando, una señal de que eres esclavo en la mente es que haces a Dios culpable de los problemas.   Muchos de ustedes son maduros y no le echan la culpa a Dios por los problemas, pero pueden espiritualizan en su mente el mismo sentido de culpa diciendo cosas como “Si es la voluntad de Dios que esté mal, así voy a estar” estás culpando a Dios con palabras bonitas.   Hemos aprendido en la iglesia la forma de sentirnos bien para acomodarnos a nuestras circunstancias sin darnos cuenta que  Dios te trajo a esta iglesia y te ha dado a un hombre y mujer de Dios como Moisés que tuvieron una experiencia en el desierto y te dijeron no sólo yo voy a ser libre, sino que cada uno de los que camine conmigo va a ser libre y el trabajo de tu pastor no es resolverte tu problema, el trabajo de tu pastor es caminar y dejarte saber que Dios vino a liberarte, a levantarte, a cambiar tu vida; el trabajo de tu pastor es venir delante de ti y de Faraón y decirle a Faraón: “Deja al pueblo ir” y decirte a ti: “Vamos a salir”.  Tu pastor está aquí para decirle a los faraones de Guatemala, Dios ha dicho que vas a dejar ir a mi pueblo y el pastor también te ha dicho a ti que llegó el momento de prepararte porque nos vamos a ir.

Cuando Dios se prepara para libertarte Egipto no se va a quedar con nada de lo que Dios le dio a Egipto a través de ti, la Biblia dice que cuando el pueblo salió marchando de Egipto salieron con plata y oro, la gente dice que Egipto le dio el dinero al pueblo de Israel, ese dinero siempre fue de Israel porque Egipto prosperó por causa del pueblo de Israel, Egipto tuvo que devolverle todo aquello que Dios le había dado a través de los hijos de Dios, cuando el sistema te hace esclavo tendrá que devolverte, Dios no va a dejar que el mundo se quede con lo que él te dio a ti, Dios va a mostrarle al mundo que es a través de ti que él está prosperando.

Tu eres libre, el mundo va a pagar por tu salida, cuando comiences a caminar hacia la Tierra Prometida, el mundo  va a comenzar a pagar el camino de abundancia que tu mismo has trabajado y luchado a través del Dios Todopoderoso, llegó el momento de salir, Jehová va a sacarte con mano fuerte delante de Faraón, no dejes que el problema se meta tanto en tu corazón y en tu mente que te doblegue delante de Faraón.

Cuando más problemas hay es cuando más palabra hay que escuchar, es cuando más hay que ofrendar, es cuando más hay que dar, es cuando más debes adorar y cuando más problemas hay es cuando debemos acusar al verdadero ladrón, el ladrón no es Dios, Dios no vino para robar y para matar, el que vino a matar, robar y destruir fue el enemigo, Dios no te creo para que te quedes en la circunstancia en la que te encuentras.

Este es un mensaje que vas a recordarte por el resto de tus días, un problema está siendo muy grande en mi vida si no tengo ganas de adorar a Dios, si no tengo ganas de sacrificar, la iglesia no te pone cargas pesadas, el mundo sí, para el mundo lo que estás haciendo hoy aquí es de vagos, el mundo prefiere tenerte afuera produciéndoles a ellos.  Lo grande es que Dios te va a multiplicar pero también te va a bendecir.

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