Los niños y jóvenes heredan las promesas de bendición del Señor. Ellos son la generación que continuará con la misión de compartir el mensaje de amor, gracia y salvación a las naciones, por lo que necesitan nuestro respaldo, apoyo para formarse y fortalecerse como hijos obedientes que honran y sirven a su Padre celestial, ya que harán mayores cosas en el nombre de Jesús, en medio de un mundo hostil que intenta poner en riesgo su propósito.
Jehová te oiga en el día de conflicto; el nombre del Dios de Jacob te defienda. Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Sion te sostenga. Haga memoria de todas tus ofrendas. Y acepte tu holocausto. Te dé conforme al deseo de tu corazón, y cumpla todo tu consejo.
Salmo 20:1-4