El pastor Cash Luna se ha caracterizado desde su niñez por tener un corazón generoso. En sus prédicas ha contado que su primer ahorro fue para comprarle unos tenis nuevos a un niño que sabía que tenía la necesidad de unos zapatos. Su mensaje ha sido que la congregación se involucre, se acerque al necesitado y haga un poco de tiempo para lo importante, que es mover su corazón y ayudar al prójimo. Es por ello que la visión de Casa de Dios se resume en que “después de Dios, lo más importante son las personas”.
Es así como el brazo social de Casa de Dios nació en 2006. Al inicio lo hizo a través del Banco de Alimentos con el objetivo de atender a los huérfanos y a las personas de la tercera edad, además de brindar ayuda humanitaria a quienes sufren por catástrofes naturales.
Pero la misión se ha expandido al descubrir nuevas necesidades en estos años, tomando como lema “Servir y ayudar al que sirve y ayuda”. En ese contexto, este brazo pasó a ser de Banco de Alimentos a Innovación social, a través de una plataforma que une las iniciativas individuales y de fundaciones amigas para llevar a cabo proyectos de ayuda, desarrollo y transformación social.
En la actualidad, Innovación social cuenta con los siguientes proyectos:
«De 2006 a 2019 se han entregado 19 millones 340 mil 759 tiempos de comida a fundaciones y durante emergencias en catástrofes naturales. ¡Dona hoy! ¡Ayudemos juntos al que ayuda!”
El Espíritu Santo nos dio su óleo para conservar la alegría, el gozo y nunca amargarnos.
En esta vida todos debemos algo a alguien y, sobre todo, a Dios.
La raíz crece en secreto y el fruto está a la vista de todos.