Conéctate a nuestro servicio en vivo
Conéctate a Intercesión
Conéctate a nuestro Discipulado
Mira en las cosas de Dios

Mira en las cosas de Dios

26 de septiembre de 2023

Tiempo de lectura: 5 minutos

Jesús está dando a conocer las buenas nuevas, que su muerte traería la salvación al ser vencida por Él y que iba a resucitar al tercer día para nuestra justificación.[1] Pero en ese momento, Pedro creyendo que podía ubicar a Jesús señala, “Señor eso nunca te acontecerá”. [2] Cada vez que leo una escena de Pedro me pongo a pensar, eso me pudo haber pasado a mí.[3] Hay otra versión que dice, “no estás poniendo la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”. ¿Por qué el querer salvar a Jesús hizo que Pedro se llevara la peor de las reprensiones? ¿En qué momento está malo querer salvar algo bueno? Porque las tentaciones más grandes que vamos a tener en la vida no van a ser en contra de cosas malas. Esta enseñanza contiene filtros para no desenfocarnos de las cosas de Dios.

Y para esto de los filtros, necesito contrastar a dos personajes de la Biblia. Al sabio  rey Salomón y Abraham el padre de la fe.  El fundamento está en el mandato de Dios a Israel. [4] Esto fue, para el momento de seleccionar un rey.  Se ordena que el rey no amontone para sí caballos, que no tenga muchas mujeres y no los haga volver a Egipto. Con una de las tres condiciones ya era una alerta, pero el corazón de Salomón se desvió.[5]

¿En qué momento podemos desviar nuestro corazón? Cuando queremos retener algo que debe ser sacrificado.  Pedro quería retener a Jesús cuando debía ser sacrificado. Entonces, el primer filtro es que deseas salvar algo que debe ser sacrificado.  Cuando Dios le dio a Abraham a su hijo Isaac, dice que se lo pidió como sacrificio. Y Abraham tomó a su hijo para sacrificarlo, no solo era su hijo, representaba la promesa de Dios a su descendencia. [6] Abraham no retuvo aquello que tenía que ser sacrificado.  Muchas veces estamos tratando de retener algo en nuestro corazón y lo tenemos en primer lugar, entonces debemos decir: Dios ayuda a mi corazón a ponerte siempre en primer lugar.  

El segundo filtro es tener tu propio beneficio, sobre el de otros. Pedro quería tener la compañía de Jesús por más tiempo, porque el sacrificio de Cristo Jesús en la cruz,  traería salvación y redención.  Pedro debía poner a un lado su propio beneficio por el beneficio de todos nosotros. 

Salomón desvió su corazón cuando compró caballos de Egipto. [7]  Y una de sus instrucciones era que no volviera a Egipto. Salomón olvidó que la fuerza de ese ejército no dependía de la calidad de los caballos sino de  la presencia de Dios que  estaba con ellos. Casa de Dios Su presencia siempre irá contigo, esa es nuestra fortaleza.

El tercer filtro es el deseo que Dios comprenda mi plan por encima de que yo comprenda el suyo. El pueblo sabía lo que habían pasado como esclavos y ahora practicaban la esclavitud. Ahora en qué momento tenemos que forzar algo, cuando se quiere hacer más rápido. [8]  Abraham, estaba plenamente convencido que, si Dios lo dijo, Dios lo va a cumplir.  Salomón, dijo tengo que terminar esta gran obra, y lo quiero ver cumplido, forzando el tiempo.

Cristo Jesús es nuestra esperanza. [9] El hijo de David, quien estábamos esperando que gobierne, no aquel gobernante que va a poner su beneficio sobre el beneficio de muchos. ¡El Reino del hijo de  David, Cristo Jesús Señor Nuestro!  Señor yo quiero permanecer con mi corazón enfocado en ti.


[1]Mateo 16:21(LBLA):  Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a Sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día. 

[2]Mateo 16:22(LBLA):  Tomando aparte a Jesús, Pedro lo reprendió: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso nunca te acontecerá». 

[3] Mateo 16:23 (LBLA): Pero volviéndose Él, dijo a Pedro: «¡Quítate de delante de Mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo; porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres».

[4] Deuteronomio 17:14-20(LBLA): Cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te da, y la poseas y habites en ella, y digas: “Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que me rodean”, ciertamente pondrás sobre ti al rey que el Señor tu Dios escoja, a uno de entre tus hermanos[m] pondrás por rey sobre ti; no pondrás sobre ti a un extranjero que no sea hermano[n] tuyo.  Además, el rey no tendrá muchos caballos, ni hará que el pueblo vuelva a Egipto para tener muchos caballos, pues el Señor te ha dicho: “Jamás volverán ustedes por ese camino”. Tampoco tendrá muchas mujeres, no sea que[o] su corazón se desvíe; ni tendrá grandes cantidades de plata y oro.Y cuando él se siente sobre el trono de su reino, escribirá para sí una copia de esta ley en un libro[p], en presencia de[q] los sacerdotes levitas.  La tendrá consigo y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer al Señor su Dios, observando cuidadosamente todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos y no se desvíe del mandamiento ni a la derecha ni a la izquierda, a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.

[5] 1 Reyes 11:1-8(LBLA): Pero el rey Salomón, además de la hija de Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas, de las naciones acerca de las cuales el Señor había dicho a los israelitas: «No se unirán a ellas, ni ellas se unirán a ustedes, porque ciertamente desviarán su corazón tras sus dioses». Pero Salomón se apegó a ellas con amor.  Y tuvo 700 mujeres que eran princesas y 300 concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón. Porque cuando Salomón ya era viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por completo al Señor su Dios, como había estado el corazón de David su padre. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. Salomón hizo lo malo a los ojos del Señor, y no siguió plenamente al Señor, como lo había seguido su padre David. Entonces Salomón edificó un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está frente a Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los amonitas. Así hizo también para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.

[6]Génesis 22:15-18 (NBLA): El ángel del Señor llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo y dijo: —Como has hecho esto y no me has negado a tu único hijo, tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor—, te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu descendencia —como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tu descendencia conquistará las ciudades de sus enemigos.  Puesto que me has obedecido, por medio de tu descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra.

[7]1 Reyes 4:26-28 (LBLA):  Salomón tenía 40,000 establos de caballos para sus carros y 12,000 jinetes.  Y los gobernadores abastecía], cada uno un] mes, al rey Salomón y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón. No dejaban que faltara nada. También llevaban, cada uno según su obligación, cebada y paja para los caballos de tiro y los corceles al lugar donde debieran estar.

[8] 1 Reyes 5:10 (LBLA):  Así Hiram dio a Salomón todo lo que deseaba de las maderas de cedro y de ciprés. Y Salomón le daba a Hiram 20,000 coros (4.4 millones de litros) de trigo como alimento para su casa, y 20 coros (4,400 litros) de aceite batido. Esto daba Salomón a Hiram año tras año. El Señor dio sabiduría a Salomón, tal como le había prometido, y hubo paz entre Hiram y Salomón, y los dos hicieron un pacto.

[9] Lucas 1.26-32 (LBLA):  Al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel, le dijo: «¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres». Ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería este. Y el ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de Su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y Su reino no tendrá fin».

Temas relacionados:
| | | |

¿Te gustó? Compártelo en tus redes

También te puede interesar

El amor y la influencia de las madres

Pastor Cash Luna

La influencia de una madre es esencial para el desarrollo social y emocional de los hijos; con su estilo de crianza condiciona su bienestar presente y futuro.

La voz de Dios

Pastor Sergio Hornung

Sintoniza tu capacidad auditiva con una sola voz en medio de tanto ruido; hoy aprendemos cómo hacer para liberarnos de la influencia dañina de la contaminación auditiva.

¡Jesús resucitó! … ¿Y ahora qué?

Pastor Juan Diego Luna

La vida del hombre es como una estrella fugaz en la línea eterna del tiempo de Dios; aprendamos lo que significa la eternidad en el corazón de los hombres.