Podríamos pasar dificultad, pero la fe y la obediencia nos garantizan la victoria que Jesús ya obtuvo por nosotros.
Caminar en el poder del Espíritu va mucho más allá de orar o ayunar, es todo un estilo de vida no un estilo de ministrar. Tienes que comprender que eso debe formar parte esencial de tu vida
La fidelidad al Señor y tu buen nombre son como joyas preciosas que debes guardar. Recuerda que todo lo puedes en Cristo Jesús.