Tener una vida cristiana saludable que produzca abundante fruto requiere de disciplina en cuatro aspectos: orar, leer la Biblia, asistir a la iglesia y servir.
El acrónimo HOLA resume las cuatro actividades básicas para mantener tu vida espiritual sana, fuerte y dinámica, que te permita crecer y madurar en fe hasta alcanzar la estatura que Dios quiere para ti. Haz el compromiso de buscarle en estas cuatro áreas:
Hablar: Testificar a otros acerca de lo que Dios ha hecho en tu vida (2 Timoteo 4:1-2).
Orar: Ten constante comunión con Dios. Busca tener una relación personal e íntima con Él (Mateo 6:6-7).
Leer: Lee, cree y practica las enseñanzas de la Biblia. Descubre las promesas que Dios tiene para ti (Salmo 119:105).
Asistir: No faltes a tu grupo y únete a nosotros en nuestras reuniones en la iglesia para que juntos alabemos a nuestro Padre y recibamos Su Palabra (Salmo 89:7).
El lenguaje escrito permite aprender a leer, así como el lenguaje físico, que desde los rasgos faciales y la postura corporal emite un mensaje que otras personas pueden leer según su percepción y contexto. ¿Cómo aprendemos a leer a otras personas sin equivocaciones?
La herencia genética tiene que ver con lo que un padre transmite a ciertos genes de sus hijos a lo largo de sus descendientes. La grata noticia es que las variables emocionales y espirituales pueden sanar y trascender generaciones.
Hoy aprendemos cómo superar los conflictos de la vida, porque pueden destruirnos o levantarnos para cumplir un objetivo superior. Serás desbloqueado para ver tu potencialidad con el consuelo y la esperanza que vienen de Dios.