Nuestro Padre nos ama y nos escucha al acercarnos con un corazón humilde que perdona y le honra.
Estamos convencidos de que la clave del éxito de nuestra vida pública es nuestra vida privada, es decir, nuestra íntima relación con Dios, ¡así que orar es vital! Para mejorar esa área debemos empezar por convencernos de que somos lo más valioso para Dios, quien desea relacionarnos con nosotros y anhela bendecirnos en todas las áreas de nuestra vida: salud, restauración, provisión y paz.
Jesús nos abrió la puerta para que nos relacionáramos íntimamente con nuestro Padre, nos enseñó a orar y a pedir cuanto necesitamos y soñamos. Él fue muy claro en decirnos que en Su nombre, porque Él y el Espíritu Santo interceden por nosotros. ¡No desperdiciemos esa oportunidad y privilegio!
Permítenos interceder por tu vida y por tus necesidades.
El lenguaje escrito permite aprender a leer, así como el lenguaje físico, que desde los rasgos faciales y la postura corporal emite un mensaje que otras personas pueden leer según su percepción y contexto. ¿Cómo aprendemos a leer a otras personas sin equivocaciones?
La herencia genética tiene que ver con lo que un padre transmite a ciertos genes de sus hijos a lo largo de sus descendientes. La grata noticia es que las variables emocionales y espirituales pueden sanar y trascender generaciones.
Hoy aprendemos cómo superar los conflictos de la vida, porque pueden destruirnos o levantarnos para cumplir un objetivo superior. Serás desbloqueado para ver tu potencialidad con el consuelo y la esperanza que vienen de Dios.