Dios te ama como eres, con tus debilidades y errores. El usa su amor y ternura para atraerte y consolarte. El no acude al rechazo o a la acusación para hacerte reaccionar, sino siembra bien y no mal para cosechar una buena relación contigo. El te ama sin condiciones y espera que hagas lo mismo con tu familia y con tu prójimo.
Aprende a orar, pensar y hacer todo lo bueno para mejorar tu vida y alcanzar tus sueños.
Dios te busca para que hagas grandes obras. Escúchale y obedécele para cumplir tu destino y alcanzar la preeminencia que desea darte.