Dios da semilla al que siembra.
Todo lo que pidamos al Padre, él nos lo dará.
Trae los diezmos al alfolí.
Da lo que tienes, el amor y el cuidado de Jesús.
El afecto que regalas tiene un efecto positivo en tu vida y en la vida de quienes te rodean.
Lo mejor siempre está por venir.