04 de enero de 2021
Tiempo de lectura: < 1 minuto
Pero ahora déjenme mostrarles una manera de vida que supera a todas las demás.
1 Corintios 12:31b (NTV).
Imagina que estás flotando en el mar y de pronto comienzas a hundirte sin poder evitarlo. Durante los primeros segundos no te preocupas, pues sabes nadar muy bien y tu capacidad pulmonar es excepcional. Sin embargo, sigues con la mirada hacia arriba y ves cómo la luz del sol comienza a alejarse cada vez más y todo alrededor se torna más y más oscuro. Sigues cayendo a lo profundo.
Piensas que llegó la hora de impulsarte hacia la superficie, así que usas toda la fuerza de tus piernas, pero no logras detener el descenso y mucho menos revertirlo. Entonces te asustas. ¿Qué está pasando? Y antes de entrar en pánico sientes que en tus manos llevas un pesado bloque de cemento que sueltas para poder subir a la superficie.
Es posible que el 2020 te haya llenado de bloques que te hundieron emocionalmente, pero estás en el momento perfecto para soltarlos y comenzar tu viaje de regreso a donde puedes respirar.
Quizá debas perdonar ofensas, tomar acciones de recuperación económica o decisiones difíciles que te alejarán de las zonas de comodidad en las que ya estabas estancado. ¡Deja atrás las cicatrices y busca la paz! Piensa hoy mismo en la persona que quieres ser dentro de doce meses y suelta todo lo que te impida resurgir en este nuevo año.
Temas relacionados:
Acciones | Paz | Resurgir
Existe un libro de memorias donde Dios registra el nombre de sus servidores porque los ve como un especial tesoro, así que el mayor mandamiento de todos conduce al mayor honor que hombre alguno pueda tener sobre esta tierra: el servicio.
La alianza entre la incertidumbre y la impaciencia puede bloquear el cumplimiento de una promesa que viene de Dios.
¿Cómo gestionar la incertidumbre de la vida para ir por las promesas de Dios? Tres lecciones de fe que puedes aprender para cambiar tu vida si respondes con fidelidad, confianza y obediencia.