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Donde hay aspiraciones, hay cambios y logros

15 de enero de 2017

Tiempo de lectura: 6 minutos

¿Qué le dices al 2017? ¿A quién encontrará el 2017? ¿A la misma persona? Seguramente no porque debemos renovarnos. El tiempo define muchas cosas, pero no todo, ya que somos nosotros quienes decidimos qué sucederá, qué evitaremos, qué eliminaremos: emociones negativas, situaciones tristes, rencores. Debemos resolver cuestiones pendientes del año anterior. A mi esposa le robaron su maquillaje que es su instrumento de trabajo. Fue terrible y debemos resolverlo, así como enfermedades y problemas que surgieron, pero estamos conscientes de que iniciamos una nueva etapa. Veamos tres aspectos que son determinantes para este nuevo tiempo.

El primero es pasión. Donde hay pasión, hay cambios; donde hay cambios, hay logros. Todos queremos logros, así que debemos ser gente apasionada. Tenemos muchos ejemplos de personas apasionadas que cumplieron sus objetivos. Una particularmente nos impacta porque Su pasión fue salvarnos. Se sometió a lo que fuera necesario, incluso dejó su vida crucificada en un madero, llevó nuestras enfermedades, maldiciones y pecados para redimirnos y darnos acceso a la eternidad junto a Él. Jesús fue apasionado por lograr Su objetivo, de lo contrario, se hubiera bajado del madero, no hubiera aguantado que lo escupieran, lo desnudaran y le hicieran todo lo que le hicieron. ¿Qué tan apasionado estás por Él? Nuestro nivel de pasión determina qué tanto lo buscamos y servimos, a pesar de lo que otros digan. Pablo fue otra persona excepcional, enfocada, determinada y clara en lo que deseaba: llevar el Evangelio a Europa y Asia. Su discurso fue: “Ni la vida ni la muerte, ni ángeles o potestades, lo presente o por venir, ninguna cosa creada me alejará del amor de Dios”. Enfrentó de todo y permaneció fiel a lo que deseaba alcanzar. ¿Otro ejemplo? Martin Luther King, quien tenía la firme determinación de lograr que todo ser humano tuviera los mismos derechos. En su famoso discurso, dijo: “Tengo un sueño, que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo… Creemos que todos los hombres son iguales, tengo el sueño de que un día, en las coloradas colinas de Georgia, los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos sean capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad…Tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter”. ¡Había pasión en este hombre intenso, firme y definido! Ahora, millones de personas se benefician de lo que logró, ya que cambió la historia de una nación al luchar por los derechos civiles de las personas, sin importar su color y raza. La pasión tiene una consecuencia en nuestra vida cuando sabemos lo que queremos lograr. A veces retrocedemos, decaemos, muchos líderes han vivido momentos difíciles, pusieron en riesgo todo, pero estuvieron dispuestos a salir adelante. Hubo gente que los traicionó, sin embargo, continuaron porque sabían que el deseo de Dios era que trascendieran y bendijeran a muchos. Todo lo que seas capaz de hacer tiene el poder de impactar tu vida y la de quienes te rodean.

Otro elemento importante para ver cambios trascendentales es la disciplina, que deriva de la palabra latina discípulo, quien recibe una enseñanza. Además, se refiere a la manera ordenada y sistemática de hacer las cosas, siguiendo un conjunto de reglas o normas.

La disciplina se logra sometiendo nuestro cuerpo a nuestra voluntad, poniéndolo al servicio de nuestro carácter, no al contrario[1]. A cuántas personas les ha dicho el médico que no pueden comer ciertas cosas, pero no obedecen porque el gusto por la comida es más importante que la salud. A cuántos les han dicho que deben hacer por lo menos media hora de ejercicio al día, pero no lo hacen porque les da pereza. ¡Ya no más chicharrones, coca cola y vida sedentaria! Hay hogares donde tienen el colgador de ropa más lujoso porque es la caminadora que nunca han usado. No puede ser que el cuerpo me siga gobernando y que me someta a lo que se le dé la gana. Añade disciplina a tu vida y verás que el dominio propio cambiará tu carácter para bien.

El tercer elemento a tomar en cuenta para lograr nuestros objetivos a partir de cambios significativos es la buena actitud. La tierra donde nacen y se reproducen las mejores actitudes es el corazón que tiene resueltas sus emociones. Resuelve todo lo que viviste el año pasado. Todas las situaciones difíciles que te quebraron y te desarmaron. Si viviste un divorcio, alguna decepción, ¡déjalo atrás! En el 2017 los desafíos no serán fáciles, por eso hay que desechar la tristeza y la amargura que nos restan energía. Lo que vivimos no puede continuar afectándonos y no determinará lo que viviremos. Martin Luther King nos animó a evitar los sentimientos negativos: “No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y del odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física”.

El 2017 está a la expectativa de lo que vas hacer, espera gente comprometida, convencida, porque cada día la maldad crece y se necesitan personas firmes, con el carácter para seguir a pesar de la adversidad[2]. Somos generadores de cambio, transformadores de vidas, no nos detengamos en nuestra vocación de servicio.

Resolvamos nuestros asuntos pendientes. Cuando perdonamos, surge amor; cuando soltamos las amarras, florecen las buenas actitudes. Nadie contrata a alguien triste y amargado; no puedes realizar o construir algo con alguien que todavía se lamenta de lo que vivió en el pasado. Quien arrastra su pasado, cada vez camina más lento. Quien se lamenta toda la vida por el abandono, el fracaso y la pérdida se estanca. Deja atrás tu pasado porque no podrás caminar si todavía acarreas los sentimientos, emociones y personas que están allí. El año puede ser nuevo, pero tu corazón envejece si continúas atado a lo que ya quedó atrás. ¿Qué expectativa puedes tener si estás estancado emocionalmente? Permite que el consuelo de Dios venga para que te dé nuevos sueños y promesas. No puede ser que el 2017 le diga al 2016 que continúas igual, que no has superado tus frustraciones. De ser así, Dios tendrá que tratar con eso de nuevo. El dolor no es buen compañero para avanzar en un nuevo año. Eres un punto de referencia por tus actitudes buenas o malas. La adversidad demuestra de qué estamos hechos y en quién creemos. Dile al Señor que lo necesitas, que no puedes enfrentar los nuevos desafíos sin Él. La situación global se complica, pero nunca será más impactante que las estrategias que Dios te dará si estás cerca de Él. Recordarás este año como el tiempo en el que descubriste una nueva dimensión en tu relación con tu Padre. De ti depende.

Si decides seguir caminando en el desierto porque estás amarrado a los sentimientos pasados, porque no tienes la disciplina de buscar al Señor y pedirle ayuda, verás la tierra prometida como imposible de alcanzar. Debes cambiar tu perspectiva, deja de ver todo tal como en el 2016. Dios es especialista en conectar personas y generar escenarios, es experto en hacer que las puertas se abran y las cosas sucedan para quienes tienen fe. Él ubica personas en lugares precisos y momentos exactos para beneficio de quienes desea posicionar. Pero solo puede obrar en quienes se han dejado transformar. Cuando te acercas a Él, transforma de tal forma tu corazón y pensamientos que todo lo que llega a tu vida se convierte en bueno, agradable y perfecto. Serás bien posicionado en la medida que Dios esté contigo. Lo que obtuviste el año pasado será superado. No pretendas vivir de la misma forma, no puedes ser la misma persona, la misma fe no te servirá, necesitas más Palabra y comunión con Dios porque los desafíos serán mayores, pero así serán también las recompensas. El 2017 demanda que seas totalmente diferente.

Escribe tu plan para que esté bien claro lo que deseas lograr, así podrás trazar la ruta, ponerle pasión y fe. Dios está interesado en tu éxito. El mejor resultado de todo el proceso será la persona en la que te convertirás a consecuencia de la disciplina, la buena actitud, la pasión que desarrollarás. Cuando piensas que ya no puedes más, que todo está perdido, es el momento para que tu carácter se expanda y te fortalezcas, porque la recompensa está adelante. Deja lo que te mantiene atado, ese vicio, esa negatividad, esa obsesión. Habla bien, piensa bien y avanza. Pídele a Dios que irrumpa en tu vida, que obre en ti. Dile: “Este año te buscaré, nada me detendrá, sé que Tú me formarás para que alcance mis sueños. Dame nueva pasión y disciplina, ordena mis sentimientos y mis pensamientos”. Este año lo defines tú, no tus circunstancias.


[1] 1 Corintios 9:24-27: ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

[2] Romanos 12:11: En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.

 

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