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Que nadie os engañe

30 de septiembre de 2012

Tiempo de lectura: 5 minutos

 

Se ha dicho mucho sobre la segunda venida del Señor. Hace años, se dijo que sería en octubre de 1988, vamos por el 2012 y ¡no ha venido! Muchos abandonaron la universidad y renunciaron a su trabajo, así que hoy están en el crujir de dientes, pero no en el infierno, sino acá en la tierra, por las malas decisiones que tomaron. Comprendamos de una vez por todas que especula quien intenta dar fechas y señales que no están en la Escritura. Debemos salir de la confusión. Jesús desea que lo esperemos con amor. Es importante que aprendamos lo que Dios quiere enseñarnos sobre Su venida.

Los apóstoles le hicieron tres preguntas a Jesús: cuándo pasará la destrucción el templo, qué señales habrá de Su venida, y qué señales habrá del fin del siglo. Algunos toman toda esta Palabra para responder sobre Su regreso, pero debemos diferenciar los acontecimientos para no confundirnos.

Lo primero que Jesús advierte es que no seamos engañados, vendrán farsantes y seremos testigos de muchos desastres, pero nada de eso es señal del fin, así que no debemos turbarnos. Las guerras, pestes, terremotos no son señal de que Él viene. Además, la venida del Señor debe producirnos alegría, no miedo porque lo estamos esperando, ¿o no?  Seguramente al vivir la Primera y Segunda Guerra Mundial, las personas pensaron que el fin se acercaba, pero no fue así. Según la Palabra,  La clara señal del fin de los tiempos será que el Evangelio del Reino se predicará en todo el mundo1. Pero dos terceras partes de la humanidad no han escuchado sobre Jesús, por lo tanto, aún no es el fin. Si amas Su segunda venida debes predicar y testificar sobre Él. Hacer discípulos que trabajen en la obra de Dios es la mejor forma de demostrar que deseamos que el Señor vuelva.

La Palabra habla de dos acontecimientos en el final de los tiempos. El templo, el lugar santo será destruido, y el Evangelio será dado a conocer a toda criatura. Cuando coincidan ambas cosas vendrá el fin2. Es cierto que aún mucha gente no conoce al Señor, pero ahora recibo mensajes sobre personas que escuchan la Palabra en África, Europa y Asia. Su mensaje se extiende más rápido que en cualquier época anterior, hay miles de computadoras conectadas leyendo sobre la Palabra de Dios, así que el tiempo se está acelerando. Pero falta la segunda señal, la abominación desoladora. En el momento que veamos suceder ambas cosas, dice la Escritura que levantemos nuestra cabeza porque la redención está cerca3. Está bien que no sepamos cuándo viene, pero está mal que no nos preparemos para ese momento. Te aseguro que ¡será glorioso para quienes estemos listos!

Cuando Jesús habló sobre Su venida enseñó en parábolas. Una trata sobre un hombre que está atento para que el ladrón no sorprenda a su familia. Otra es sobre diez vírgenes. Cinco sensatas que guardaron aceite y cinco insensatas que no lo hicieron, por eso, cuando el novio llegó, no estaban preparadas. Es decir que los sensatos, prudentes y sabios son quienes se irán con el Señor. Los insensatos se quedarán. Realmente, creemos en la venida de Jesús tanto como demostramos ser sensatos y prediquemos sobre Él.

La otra parábola sobre Su venida es la de los talentos. El Señor vendrá a arreglar cuentas con nosotros4, incluso en el área económica, porque los talentos son bienes que nos entregó para que los aprovecháramos. En la parábola, al que produjo, el amo le dijo que entrara a su morada porque había sido fiel; el que enterró el talento, por negligente, fue lanzado donde sería el lloro y el crujir de dientes. Nuestro Señor vendrá a pedirnos cuentas de todo. Jesús vuelve y se llevará consigo a los responsables, los sabios, los sensatos, los prudentes y productivos, así que prepárate para ser uno de ellos.

La Escritura es clara en decirnos una y otra vez que nadie sabe el día ni la hora de Su venida por lo que debemos prepararnos5. Nadie sabe más que Jesús sobre cuándo vendrá y, de hecho, ¡Él no lo sabe! Así que cualquier aseveración que no coincida con la Palabra, es un error. El mensaje de la venida del Señor es velar, prepararnos y estar atentos6 para recibirlo llenos de gozo, porque nos encontrará haciendo todo lo que nos ha pedido.

¿Estás cumpliendo con el mandato de predicar sobre Su primera venida, Su muerte y resurrección por nosotros? Porque esa es la mejor forma de demostrar que amas y esperas Su segunda venida. ¿Sirves a Jesús y lo das a conocer a toda criatura? Haz el compromiso de testificar sobre el Señor, es decir, arregla tu vida, busca ser sensato y productivo. Cree en Su regreso, no por miedo sino por la esperanza del cumplimiento de una gran promesa. Dile: “Gracias Señor, me comprometo a proclamar Tu Reino, Tu muerte y Tu resurrección hasta que vuelvas. Testificaré sobre Tu amor para que todos te conozcan y te esperen con ilusión”.

 

 

1 Mateo 24:3-14 nos revela: Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

2 Mateo 24:14-15 explica: Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda).

3 Lucas 21:28 aconseja: Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.

4 Mateo 25:19 relata: Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.

5 Mateo 24:36 explica: Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.

Mateo 24:44 aclara: Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

Mateo 24:50 comparte: Vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe.

Marcos 13:32 dice: Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

6 Marcos 13:37 aconseja: Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.

Mateo 24:42 dice: Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

Mateo 25:13 aconseja: Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir

 

 

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