La Biblia enseña que junto a alimentar al hambriento también debemos ayudar al enfermo, eso es lo que hace el equipo de profesionales que periódicamente viaja a distintos puntos del país para llevar esperanza a las familias.
Para ver cumplidas las promesas de Dios en tu vida debes pensar, hablar, reaccionar y actuar como bendecido.
Somos codiciosos cuando pensamos que Dios tiene cosas maravillosas que no quiere darnos.
La fuerza de nuestra petición está en nuestra fe, pero la autoridad está en el nombre de Cristo.