29 de junio de 2022
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La Santa Cena recuerda el sacrificio de Jesús por amor a la humanidad.
Cada mes Casa de Dios recuerda el sacrificio que Jesús hizo en la cruz del Calvario para que las personas recibieran salvación y tuvieran vida eterna. Es un momento especial en el que los creyentes se toman un tiempo para ponerse a cuentas con Él y orar por sus necesidades. “Al tomar la Cena del Señor debemos hacerlo en memoria de Él, anunciarlo hasta que venga y examinarnos a nosotros mismos”, dijo el pastor general de Casa de Dios, Cash Luna.
“Jesús sufrió por los pecados, los pesares y los dolores de todas las personas para hacer posible la remisión de ellos y que vivan el Evangelio. Por medio del derramamiento de Su sangre nos salvó de la transgresión”, explicó el pastor Hugo López, miembro del equipo pastoral de Casa de Dios. Y agregó que, por eso, a través de la Santa Cena, las personas testifican que el Señor ha partido Su cuerpo y ha derramado Su sangre por nosotros.
Para tomar la Santa Cena —ya sea en el templo de forma presencial o en casa a través de las trasmisiones en línea— se necesitan dos elementos indispensables: pan y jugo de uva. El primero representa el cuerpo de Jesús y el segundo la sangre del Cordero de Dios que fue derramada para remisión de los pecados.
“Cuando celebramos la Santa Cena lo hacemos en memoria de Cristo. Él así lo hizo antes de ser crucificado. Solo una persona llena del Espíritu Santo puede tener tanta paz y llamar a comer a su círculo de amigos íntimos sabiendo que, acto seguido, será sacrificado”, expresó el pastor Cash Luna.
El próximo domingo 3 de julio se celebrará la Santa Cena durante los cuatro servicios presenciales y en línea: a las 7:00, 9:00 y 11:00 a.m. y 5:00 p.m. Quienes la tomen desde casa deberán conectarse a www.casadedios.org y tener a la mano pan y jugo de uva
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La libertad que da el Espíritu Santo con Su presencia te permite decidir, expresarte y vivir relacionado con tu Padre eterno por medio de la adoración y eso genera seguridad, confianza, energía espiritual y bendiciones milagrosas.
El exterior de las personas puede provocar una opinión errónea, pero un verdadero adorador sabe que Dios ve su corazón, aunque la gente vea tan solo su apariencia, porque las apariencias engañan.
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