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Celos destructivos

Celos destructivos

13 de julio de 2015

Tiempo de lectura: 6 minutos

La familia debe ser fortalecida o no llegaremos a ningún lado. El enemigo ataca a la familia con frecuencia porque somos el fundamento para la obra del Señor. El nivel de divorcio entre los matrimonios cristianos es tan alto como el de los matrimonios no cristianos.  ¡Eso es alarmante! Mi esposa y yo cumpliremos treinta años de casados. No ha sido fácil, pero nuestro amor y compromiso es fuerte a pesar de todo lo que hemos superado. Pienso que es una situación de gramática, saber conjugar los verbos: yo aguanto, ella aguanta, nosotros aguantamos. ¿ O no? ¡Claro que sí, porque todos somos diferentes y toca adaptarnos!

Una situación peligrosa es el machismo que provoca muchos problemas en el matrimonio y en la familia. En ese estado de sometimiento, temor e inseguridad, muchas veces nacen los celos que son destructivos. Sabemos que hay un celo que es divino, el que Dios expresa al decirnos que solamente a Él debemos adorar. Es un celo basado en amor, un celo que protege y cuida, originado por un sano sentido de pertenencia.

Pero los celos no son ese tipo de celo, sino que surgen de la inseguridad y del temor egoísta. Por eso son tan dañinos. Claro que en el matrimonio hay un sentido de pertenencia entre marido y mujer, por eso a nadie le gusta pensar que su cónyuge tiene otra pareja, porque la relación matrimonial no se comparte con nadie más que con la esposa o el esposo; ese es un celo natural que viene de  Dios, quien no comparte con nadie Su gloria y Su Iglesia. Por eso no quiere que hagas imágenes o le rindas honor a otras cosas, porque al hacerlo estás cometiendo adulterio en tu relación con Él[1].  De esa forma se espera que no compartas a tu pareja con nadie, pero es una pertenencia basada en amor, no en control. Lo que significa que debes amar, no controlar cada paso que da la persona o amarrarla a la pata de la cama.

El celo que no es de Dios no te hará feliz porque tienes como esclava a la otra persona. Si no sales de tu inseguridad, el temor provocará la catástrofe de la separación. ¡No puedes seguir de esa forma! Claro que te van a mirar a la mujer, o ¿acaso tú no miras a otras mujeres? Por supuesto que sí porque el hombre mira, pero debes tener cuidado de no pecar. Además, no puedes tener a tu mujer metida en una jaula, debes confiar en que tu esposa es tuya, pero primero debes confiar en Cristo, quien te fortalecerá para confiar.  De lo contrario no serás feliz y harás infeliz a tu esposa, porque la estás atormentado. Jóvenes, tengan cuidado en el noviazgo, no se casen con una persona insegura y celosa que los hará sufrir.

Para que se fortalezca la iglesia debe fortalecerse la familia y el matrimonio, por eso el diablo busca desviar lo virtuoso para convertirlo en algo desagradable. Entonces, el celo que debe ser de protección y de amor se convierte en desconfianza y angustia. Le hablo a hombres y a mujeres, porque una esposa celosa es peor que un dolor de muelas. Todos debemos cuidarnos de nuestras inseguridades porque los celos destruyen el cariño, son una de las mejores armas del diablo para destruir a los cristianos.  Debes soltar, debes confiar en tu esposa. Y la mujer debe cuidar su apariencia, porque el hombre, como cabeza del hogar, es atacado constantemente. Podemos verlo en los medios de comunicación que para anunciar una pasta de dientes sacan a una mujer desnuda. Hay mujeres que viven para lucir como las modelos, así que ¡tu esposo no puede encontrarte en casa en chancletas y con el pelo electrizado como si metiste el dedo en un enchufe! Presta atención y cuídate, arréglate. Él debe encontrarte fresca, bonita.

El marido también debe cuidarse, por supuesto, ambos deben arreglarse para mantener la chispa encendida, porque con el tiempo, todo va opacándose, relajándose, así que debemos hacer algo para que el entusiasmo se renueve. Eso debe ser intencional. No puedes vivir con la Biblia bajo el brazo, deben satisfacerse mutuamente en todo sentido.

Dios puede ayudarte a erradicar los celos, hay algo nuevo y fresco para ti y para tu matrimonio, pero debemos identificar las áreas que Satanás quiere debilitar. Varón, tú eres responsable de tu matrimonio, eres cabeza del hogar, no para maltratar o sentirte superior, sino para amar, proteger y dar cobertura.

En la Palabra encontramos claramente la comparación entre la pareja y la relación de Cristo con Su Iglesia. La casada debe sujetarse a su marido, quien debe amarla y respetarla, porque la mujer debe someterse voluntariamente, así como la Iglesia, es decir, nosotros, nos entregamos al Señor por voluntad propia, motivados por el amor que Él nos demuestra con Palabra y con obra[2].  Jesús murió por nosotros, así de grande es Su amor, por eso le somos fieles. De la misma forma, el esposo debe ganarse la voluntad y la entrega incondicional de su esposa. El ser humano se activa por el amor. Estamos programados por Dios para reaccionar al amor, no al temor. Si tu mujer no se somete a ti, la culpa es tuya, porque la mujer debe saber que das la vida por ella, debes demostrarlo poniéndola primero en todo. Entonces,  cuando ella lo reconozca, iniciará la sumisión y la sujeción. Así de sencillo, te lo garantizo. Ella es como una computadora, debes tocar la tecla correcta para que se ejecute el programa correcto, de lo contrario, se vuelve una gata huraña. Varón, eres responsable de tu casa y de tu familia.  Si tu mujer se fue con otro, ella tendrá que darle cuentas a Dios, pero tú también tendrás que dar cuentas por lo mismo. ¿Por qué se hundió el barco, si tú eres el capitán, eres el responsable? Todos deben dar cuentas, y el capitán es el que debe buscar la forma de salvar el barco a como dé lugar. ¡Varón atiende a tu responsabilidad!

Esa mujer que se casó contigo te amaba, veía por tus ojos, ¿qué pasó que le has matado el amor y la empujaste a que pecara? Ambos tendrán que responder, ella por su debilidad y tú porque no cumpliste con tu responsabilidad. Por atención a tu esposa y a tus hijos, ellos deben ver consistencia, deben ver que en la iglesia levantas las manos y que en casa también cumples como debe ser. Tus hijos no deben crecer pensando que eres un hipócrita, sino que eres un esposo y padre amoroso que se ha puesto en las manos del Señor para superar sus debilidades e inseguridades. No hay nada más doloroso que ver a los padres en conflicto. En USA, 80% de los hombres en las cárceles y 60% de las jóvenes embarazadas se han criado sin padre. El varón es modelo de amor, disciplina y corrección para los hijos y para las hijas.

Dios quiere que tu matrimonio dure para siempre para que ambos padres eduquen a sus hijos como debe ser. ¿Qué pasa cuando falta el padre? La madre debe hacer de papá y mamá, pero ella no está diseñada para eso, por supuesto que Dios tiene misericordia y la ayuda. Hombre, ¡tienes una gran responsabilidad no solo en tu familia presente, sino en tus generaciones futuras!

Pongamos esta situación en las manos del Señor. Permitamos que Él borre nuestras inseguridades y complejos. Sabemos que la misericordia nos alcanza, por eso, si ya están separados, confíen en Dios y entréguenle a su familia, tal como está. No es para que se pongan a llorar, porque ahora toca ver para adelante. Varón, tienes la obligación de ser el mejor padre; y tú, mujer, no puedes vengarte de tu marido diciendo a tus hijos lo malo que fue, porque él puede ser un buen padre y debes permitírselo. Si levantas una pared, luego no podrán apoyarte para educar a los niños que siempre necesitan un padre. Vengarse del marido a través de los hijos es destruir su posibilidad de recibir orientación y corrección porque el padre los recibe envenenados y entonces debe permitirles todo porque le toca “ganárselos”. Estos son tiempos difíciles para la iglesia, el enemigo está atacando a la obra de Dios y a Su pueblo, comprende dónde estás parado, reconoce tu responsabilidad y el Señor te ayudará, te fortalecerá, te abrirá puertas para que actúes.

Hoy, tú y tu cónyuge inician una nueva etapa como matrimonio, prepárate para soltar aquello que los está amarrando y evita que sean felices. Dile a tu Padre: “Reconozco que te necesito, quiero recibir Tu ayuda para fortalecerme y avanzar en el camino que has puesto delante de mí”. Ahora rompemos cadenas de adulterio, ¡fuera los demonios de los celos destructivos, declaramos libertad sobre los matrimonios; los demonios que activan la incomprensión se van en este momento y en el nombre de Jesús, viene la restauración para tu familia!

 

Versículos de Referencia:

[1] Éxodo 20:4 dice: No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

 

[2] Efesios 5: 22 explica: Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.

 

 

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