10 de noviembre de 2007
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Todos en este mundo tenemos momentos en donde estamos expuestos a momentos difíciles o situaciones donde puede nacer en nuestro corazón algo que todos conocemos y ha sido nuestra amiga por mucho tiempo “La envidia”. En cada momento de nuestra vida, desde que somos pequeños estamos expuestos a que en nuestra familia pueda haber envidia, uno dice “¿Por qué le dieron ese regalo a mi hermanito?” “¿Por qué a mi hermano le hacen caso y a mí no?”.
A uno desde pequeño le toca competir, quién se sienta a la par del papá, quién se va adelante en el carro, estamos acostumbrados a eso, a pelear por atención, por un puesto, y cuando llegamos a grandes pensamos que en la oficina es igual y empezamos a ver cómo quedamos bien con el jefe para ganar un puesto en la oficina. Hay hermanos que a causa de la envidia se han matado, hermanos que porque uno tiene más logros económicos que el otro nacen cosas dentro del corazón del otro y eso no debe pasar.
Hoy quiero hablar de tres cosas que despiertan la envidia en los demás.
1. La Excelencia
Eclesiastés 4:4 He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Lo primero que hace que se manifieste la envidia es la excelencia, cuando haces cosas con excelencia inmediatamente debes voltear e identificar quién se levanta con envidia en contra de ti. Cuando alguien se levanta con excelencia de obras despierta la envidia, analice dentro de su familia también porque cuando usted hace las cosas bien hechas gente se ha levantado en su contra, lo triste es cuando pasa con su familia. Eso pasa también en el colegio, cuando alguien hace las cosas bien hechas y estudia mucho le dicen “nerd”. Cuado hacemos las cosas bien para honrar y glorificar a Dios gente se levanta en nuestra contra, aquí en la iglesia puede ser que le haya ido bien en algo y a alguien más no le haya dado gusto y eso no debe ser así, queremos una iglesia libre de envidia.
2. La Prosperidad
Génesis 26:12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia.
Dios puso su mirada sobre Isaac y lo enriqueció, lo volvió poderoso, lo engrandeció y lo prosperó. Cuando uno llega a Casa de Dios y Dios empieza a prosperarte, no estoy hablando de ser enriquecido, ser próspero es mucho más que eso, ser próspero lleva implícito el ser enriquecido. Usted está en esta Iglesia para ser prosperado y van a empezar a envidiarlo. Dios empieza a bendecir a Isaac, abre las ventanas de los cielos y aparecen los filisteos y le tuvieron envidia y vea lo que le hicieron a Isaac
Génesis 26:15 Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra.
Cada vez que haga una obra de excelencia y Dios lo prospera voltee a ver porque habrá gente que va a querer echarle tierra y esto es espiritual, aquí dice que eran los pozos que Abraham había abierto y en esta Iglesia, en esta casa, tenemos padres espirituales, lo que hay dentro de los pozos es agua y el agua es la palabra de Dios, cuando recibes palabra heredada tus padres ponen esa agua en tu vida y empiezas a crecer a fortalecerte, a prosperar y si tu quieres prosperar debes entender que habrá gente que te va a envidiar y cuando recibas esos pozos llenos de agua, verás a los filisteos tratando de taparlo para que no salga el agua que te prospera porque no le gusta verte bien.
¿Qué hizo Isaac?
Génesis 26:16 Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.
A la gente no le gusta eso, es carnal, quiero que salga de acá y que cuando vea que Dios está prosperando a su hermano espiritual, a su hermano en la carne usted sea de los primeros que se acerque a felicitarlo y a decirle “me gusta verte bien”. Abimelec le pidió a Isaac que se apartara y muchos de ustedes han sido rechazados por que Dios los ha levantado, Isaac se movió dos veces más, no dejes de hacer las cosas bien por los demás.
Génesis 26:17 E Isaac se fue de allí, y acampó en el valle de Gerar, y habitó allí. Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado. Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas, los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él.
Las personas atacan porque también tienen sed y quieren tener lo que tú tienes, hay gente que tiene mucho dinero pero anhelan tener familia integrada, sentarse un domingo en la Iglesia, tú tienes agua y la gente tiene sed, déjales el pozo, permíteles que tomen de lo que tienes, que tomen de lo que te ha sido heredado.
Génesis 26:21-22 Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna. Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot, y dijo: Porque ahora Jehová nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra.
Todos queremos ser fructificados y cuando la gente se levante contra usted, le voy a dar el consejo que he aprendido de mi Pastor, no se defienda, si usted se defiende usted perdió.
3. La justicia de Dios
Dios le da a uno el poder de hacer riquezas para poder heredarlas, yo voy a trabajar duro para poder heredarles a mis hijos. Por ejemplo, si yo tengo varios hijos pero tengo uno al que me inclino más y quiero darle de toda la herencia el 90% y a los demás el resto, ¿quién de los hijos cree usted que está a prueba? Los dos. El que recibe un montón y el que no recibe mucho, Dios es justo, su papá puede hacer lo que quiera con su herencia, habían unos hombres que fueron a trabajar por lo que dura el día, 11 horas trabajaron, casi doce y después contrató a otros para que trabajaran aproximadamente 5 horas cuando llegó el momento de pagarle a todos los jornaleros y el dueño de la finca les paga a todos un denario y empieza a pagarles a los que acaban de empezar a trabajar hasta los que empezaron a trabajar desde temprano, uno llevaba muchas horas y el otro pocas horas, ¿qué creen que pasó en el corazón de los que habían trabajado desde el inicio del día? la misma palabra dice que el dueño de la finca les dijo “acaso no puedo hacer lo que quiero con lo mío” tu papá también puede hacer lo que quiera con lo de él, pero quiero decirte que Dios es justo y te va a bendecir, te va a prosperar. La palabra dice que la envidia es carcoma a los huesos, usted no lo ve pero es una enfermedad que lleva por dentro, no la mira pero allí está, ¿cómo combatirla? apártese, ore a Dios y bendiga a las personas que tiene alrededor, eso lo va a sanar a usted. Que no le pase como a José, cuide su boca también, José tuvo un sueño y llegó con los hermanos a contarlo y les dijo “vi que ustedes me servían y trabajaban para mí” los hermanos no dijeron “aleluya” no provoque a la gente con sus comentarios.
No piense más de la cuenta, no se compare, usted es distinto a otros, tiene otro llamado, otro propósito, no murmure porque eso denota que hay envidia en su corazón, si lo atacan no se defienda, si no se defiende usted le da a Dios la oportunidad de que él lo defienda.
Usted fue llamado a hacer las cosas bien hechas, fue llamado a ser próspero, fue llamado a servir a su autoridad, guárdese de la envidia porque es fácil caer en ella.
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