04 de septiembre de 2008
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Job 1:13-20 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito, y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos, y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia. Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia. Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia. Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia. Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró.
Yo tuve problemas de alcohol y nunca me preguntaba si esa era la última borrachera o habría más. En las iglesias hay gente que bebe, que no toma en cuenta que el andar en eso se puede terminar la vida. El año pasado, me enteré de un jovencito que venía a la iglesia y luego se apartó; tuvo un accidente y falleció. Job era un buen hombre; ahora, ¿qué hacen los hijos de un buen hombre emborrachándose? ¿Desperdiciando su vida? Pero esa no es culpa del padre, sino decisión de los hijos. Hace poco, hablaba con mi hija de siete años, quien ya escuchó malas palabras y un día lo comentó conmigo. Entonces, le pregunté si alguna vez me había escuchado decir malas palabras, a lo que respondió que no, así que le dije que ojalá siguiera mi ejemplo. Yo espero que todos ustedes siempre sigan un buen ejemplo; el mal ejemplo siempre tiene sus consecuencias.
¿Qué hace un hombre que perdió todo, incluso a sus hijos y lo primero que hace es adorar? ¿Qué hace respondiendo de esa manera? Obviamente, había mucho dolor en su corazón, pero ordenó a su alma hacer lo que debía hacer. Lo más normal es ponerse a llorar, y algunos reclaman a Dios por lo que había pasado. Algunos de nosotros lo hacemos: “¿Por qué dejaste que mi mamá se fuera? ¿Que perdiera mi casa? etc. A veces, hay preguntas que hacemos que mejor no deberíamos de haberlas hecho. Pero Job no se puso a renegar ni blasfemar contra Dios, porque es un hombre que aprendió a gobernar sus reacciones. Una de las cosas más tremendas que puede pasarle a un ser humano es perder a alguien querido. El perdió a todos sus hijos. Ese adorar es obligar a la mente, alma y corazón a reaccionar de la manera correcta.
Verso 21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
Sabía su comienzo y su final. Dos cosas que un hombre debe saber cuando nace y cuando muere. Estuve en un funeral y dije lo siguiente: Todos nos alegramos cuando alguien nace, pero cuando muere, nadie. Todos aquí nos vamos a morir, sea por muchas circunstancias. Una vez veníamos de un funeral, algo tristes, y le dije a mi esposa: “Si hoy fuera el último día de mi vida, te quiero contar que ya estoy listo para eso”. Hoy predico como que fuera mi último día, porque no tengo seguro el día, ni la vida. Vivo de tal manera que si hoy enfrento la muerte, dejo las cosas de aquí bien y estoy listo para ir allá. Hay esposas que deben de estar orando para que sus esposos no se mueran, porque si se mueren hoy, no saben con qué deudas las van a dejar. Yo no tengo ni una tarjeta que le vayan a llegar a cobrar a mi esposa. Hay esposos que hacen cosas a espaldas de la esposa y de repente, aparece alguien a cobrarles. Hay mujeres que si sus esposos estuvieran muertos, los mandarían a traer para que paguen primero su deuda y luego se vayan con Dios. ¿Para dónde se va usted al salir de aquí? Si la respuesta es: “No sé,” esa es la peor respuesta que puede haber, porque en medio no se va a quedar. Estamos en una iglesia donde leemos la Biblia, y ahí dice que, o nos vamos al cielo, o al infierno.
Verso 22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.
Las circunstancias de las personas cuando son tan difíciles, la tentación es pecar. Cuando se nos juntan todas las cosas al mismo tiempo, existe la debilidad de pecar. Pero eso pasa cuando estamos débiles. Lo peor es que llegue el tiempo de adversidad, estando nosotros débiles. ¿Cuándo una persona está débil? Cuando ha dejado de tener comunión con Dios, de leer la Palabra, cuando dejó de congregarse y cuando dejó que la circunstancia que está viviendo tome control de su vida. Pero Job a pesar de todo lo que le está pasando, no ha venido a reclamar a Dios, a negarlo. Yo he sabido de personas que como Dios no les respondió, le dieron la espalda a Dios. ¿Dios deja de ser Dios si dejo de creer en El? ¿Deja de responder a otros cuando no me responde a mí? ¿Dios tiene la obligación de responderme? Si no me responde, ¿debo de seguir reconociéndolo como Dios? Yo voy a hacer eso. Dice aquí que no pecó, pero me gustó mucho esta parte y creo que es la razón de todas las reacciones de Job: “Ni atribuyó a Dios despropósito alguno”. ¿Qué significa eso? Que sin conocer todo lo que le iba a pasar, sin preguntar por que le había estado pasando esto y si era un hombre justo, lo que lo mantuvo fuerte y sin pecar es que supo entender, guardar dentro de sí que cada cosa que estaba pasando tenía un propósito. Aquí estoy hablando del hombre para con Dios, no de Dios para con el hombre. Estoy hablando de cómo somos cuando la adversidad toca delante de nuestra puerta, a quien buscamos y que le decimos. Saber buscarlo, saber como presentarse cuando todo se esta viniendo encima, eso es lo que va a definir lo que pase de aquí en adelante.
Conocí a una joven; viene a esta iglesia; empezó a venir, no iba a ninguna antes. Empezó a asistir a una célula, se fue al encuentro, terminó su academia, la envían a su lanzamiento y pide permiso a sus padres para ello, y los padres se opusieron; se llegó a complicar de tal forma, que literalmente los papás la echaron de la casa. No por hacerse cristiana, sino porque había decidido servir a Dios. Y desde entonces se opusieron a que viniera a la iglesia.
Esa jovencita salió de las entrañas de ellos, lleva su sangre. Yo ya había oído: “te prefiero bolo que evangélico”. Dentro de mí: “bueno, si voy a la iglesia y me echo los tragos, estoy bien”. “Si te vas al lanzamiento, en la calle vas a encontrar tus cosas”. Es admirable esta pareja; el patojo desde los 14 años, vive solo. Y le dije: “ Pero entonces usted se quiere casar, y no está esperando bebé”. Casi me pongo a llorar, porque dijo: “queremos honrar a Dios y a nuestros padres”. Se me llenaron los ojos de lágrimas, Tenían todo para irse a vivir juntos; nadie les iba a decir nada, pero me dicen que quieren honrar a Dios y a sus padres.
La semana pasada les fui a hablar a los papás de ella. Yo espero que no haya aquí nadie así, pero qué difícil que los papás los pongan a decidir entre eso y ellos. ¿Se imagina lo que se siente en el corazón? Pero todavía no tengo el final, cuando lo tenga se los cuento. Yo les dije a ellos: “no tengo ni idea de lo que Dios va a hacer el día que se casen, estoy seguro que El los va a retribuir”.
Juan 11Está hablando de Lázaro, hermano de Marta y María, amigos de él… esta enfermedad no es para muerte, sino para la Gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
Jesús cuando escucha la condición de vida de una persona a quien el amaba, desde que se entera empieza a declarar el propósito por el que pasan las cosas. El cuadro es que desde el principio declara el propósito de esa circunstancia. Lázaro no se muere, sino que lo que va a suceder es para que el Hijo sea Glorificado. Todas las cosas que pasan a su alrededor no entendemos lo que pasa, lo que sucede, pero debemos reconocer que todo lo que sucede a nuestro alrededor es para que Dios sea Glorificado. No nos gusta aceptar que todas las cosas ayudan a bien para los que aman a Dios conforme a su propósito. Están estas dos persona aquí y Lázaro estaba enfermo y Dios dice su propósito.
A veces damos respuestas que cuando uno las analiza… Las dos llegaron, pero las dos recibieron diferentes respuestas de Jesús. Usted compare lo que cada una dijo y es lo mismo, pero las dos recibieron diferente respuesta, porque Jesús se dedicó a corregir a Marta, a explicarle que tenía un propósito. Con Maria no, cuando esta se postra y su expresión, dijo otra cosa aun con las mismas palabras. La reacción suya a los momentos mas intensos de su vida van a estar definidos al tiempo que con Dios usted haya pasado. Hace muchos años, crecí con un primo desde muy pequeño y éramos más que hermanos, vivimos muchas cosas juntos, por ciertas circunstancias no alejamos y hubo una semana que el Espíritu Santo me inquietó a ayunar y no sabía por qué. Al tercer día de ayuno, me avisaron que mi primo tuvo un accidente, que estaba en el intensivo y luego me avisan que falleció. Y me dolió mucho, pero yo ya estaba preparado para cuando ese momento llegara, porque en ese momento, me preparé para lo que estaba por venir. No fue fácil, pero ya estaba listo para cuando eso sucediera, Dios me sostuvo, pero sabía bien que debía reaccionar de la mejor manera cuando esto pasara.
Jesús empieza a tratar de corregir a Marta; sin embargo, a Maria la consuela. Marta estaba tan confundida que cuando Jesús dice que quiten la piedra, ella dice que ya olía mal. A donde quiero llevarlo es usted reacciona de acuerdo a la transformación que ha vivido internamente, y cada transformación de su vida está en función de que cada momento el cual vive, le adjudica un propósito por el cual llegó a su vida. Significa que todo lo que pasa a su alrededor es por un propósito. Si tiene la certeza que usted es pertenencia de Dios, no puede pensar que Dios se olvidó de usted. Todo lo que le sucede tiene un propósito.
Romanos 8:28 “Y sabemos que los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien; esto es a los que conforme a su propósito son llamados”.
Job amaba a Dios, Maria amaba a Dios, Marta amaba a Dios, usted ama a Dios. Todas las personas que hemos buscado que nuestro corazón se ensanche para darle más espacio al amor que por Dios sentimos, vamos a darnos cuenta que ese versículo se hace realidad día con día. Cuando leí este mensaje, entendí que la suerte no existe; todo tiene un tiempo, un propósito y debo permitir que eso se establezca en mí. Hay cosas que uno no entiende.
I Pedro 3:8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándonos… no devolviendo mal por mal…. Para que heredaseis bendición.
Hay momentos en que recibimos mal y damos bien. Pienso en aquellas personas que injustamente los sacaron de su trabajo, les robaron, les hicieron daño. Tiene dos caminos: Vengarse o pensar que tiene un propósito. Hay cosas que no vamos a entender, ni saber por qué llegaron, sólo vamos a saber qué pasó después de nosotros. Cual es el resultado final de lo que nos pasó, de lo que nos sucedió. Es difícil encontrar por que las cosas pasan, pero sí para qué pasan. Cambié mi oración y dejé de preguntar ¿por qué me pasa eso, pero empecé a decirle que quería entender Su propósito para poder ser un mejor hombre.
II corintios 4:16-17 Por tanto no desmayamos antes, aunque este nuestro hombre… momentánea produce en nosotros un cada vez mas excelente y eterno peso de gloria. No mirando las cosas que se ven… son eternas.
Yo no entendí por qué estos padres rechazaron a esta jovencita, pero sí entendí que el futuro que depara a esta jovencita es algo grande. Si ella está guardándose de esa manera, no importa el error que cometan los padres, eso no justifica que el hijo se vuelva en contra de ellos. Porque sean como sean, siguen siendo sus padres. Dentro de ella se estableció que hay un propósito para todo lo que está pasando y lo único que le pueda pasar, es que le vaya bien. Eso no lo digo yo, sino lo garantiza Dios. Si usted es un hombre que guarda la Palabra, los principios y que no está dispuesto a perderlos a pesar de las circunstancias, le espera un buen futuro. No siempre tenemos lo que queremos. Si cada uno dijera lo mas difícil que ha pasado en su vida, todos saldríamos llorando, pero lo cierto es que Dios siempre ha estado ahí, no lo ha dejado y siempre tiene un propósito para todo lo que sucede. “Es que usted no sabe cuánto me robaron!” Esta escrito que le van a multiplicar todo lo que le robaron. Una vez alguien dijo: “Yo le reclamaba por qué Dios se llevó a mi hijo?” Y Dios le respondió: “Acaso que era tuyo?
Por qué te fijas en el hijo que tengo aquí arriba y no te fijas en los que tienes allá abajo? Y cómo yo sí estoy dispuesto a darte el mío, y tú no a darme el tuyo?” A veces, no nos conviene preguntarle a Dios, lo peor es llegar a reclamarle a Dios. Es mejor llegar a buscar ayuda, consuelo, que lo sostenga, que nos de una palabra de aliento, que nos lleva a entender que hay un propósito, que todo está bajo control, porque nuestra vida está en sus manos. Si usted lee la historia de José, nunca renegó y lo metieron preso. Si lee la de David, tampoco lo hizo, y lo quisieron matar. Si lee la historia de Maria, la madre de Jesús, y nunca renegó. Me gustaría leer su historia cuando cumpla su propósito, y nunca haya renegado, porque entiende que todo obra para bien para los que aman a Jesús.
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