13 de agosto de 2007
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Creo que es una noche para decir gracias. Gracias por el trabajo, por cada día, por cada mes, por la salud, por el trabajo, por la iglesia. No sé si Dios te ayudó a tener una promoción de trabajo para ganar un poco más o si te casaste este año, conociste al hombre o mujer de tu vida. Pero tenemos que terminarlo postrados ante El diciendo: “Tú eres el digno de recibirlas, Señor”. Dios nos va a dar coronas, pero el digno de tenerlas es El. Y estos ancianos se postraron ante El para darle la gloria.
Apocalipsis 5:11
Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la gloria y la alabanza.
El es digno de tomarlo, pero se lo estaban dando todos los seres; quiere decir que Dios nos da a nosotros todo esto para que se lo demos a El. Dice que El es el digno de tomar el poder. Dios te va hacer poderoso, es digno de tomar la riqueza, es digno de tomar la sabiduría para que no te jactes en tu propia sabiduría, sino que digas: “Tú eres el digno de tomar esta sabiduría, fortaleza, gloria y alabanza”. Cuando te dicen un piropo porque has hecho bien las cosas, te están dando alabanza. Dice que estos seres le decían al Cordero: “Realmente el digno de tomarla eres tú”, porque todo lo que somos y tenemos es por El.
Entrégale a El todo lo que este año has recibido.
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