20 de junio de 2023
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Cuando Jesús se encontró con la mujer samaritana se identificó con sus necesidades. Él se conectó con ella a través de Su sed.[1] Conecté a mis amigos con Cristo cuando empecé a servirles. El mayor evangelismo en la vida de las personas es el servicio porque conmueve sus corazones. Por eso, fue muy impactante que Jesús, siendo quien era, viniera a servir.
Hay personas que tienen vida, pero no eterna; sin embargo, podemos ser el agua llena del Espíritu Santo para que tengan el acceso al agua de vida eterna. No somos pozos, somos fuentes inagotables de agua de vida. Jesús le dio a beber a la mujer samaritana el agua para la vida eterna.[2]
Muchas personas a nuestro alrededor creerán en la Palabra de Dios por la oración que hicimos. Le conté a mis amigos el propósito que el Señor tenía para mí y no de dónde me había sacado porque ellos ya me conocían. Las personas no necesitan escuchar lo que el diablo hizo contigo, sino lo que Dios está haciendo porque el mundo necesita esperanza. Debemos dar testimonio del día en que el Espíritu Santo nos llenó porque lo que Él hizo con nosotros será el espejo de lo que hará con ellos. Tenemos Su gloria para que la reflejemos en la vida de las personas; Él nos usará para convertirlas a través del servicio. No sabemos cuántos samaritanos pueden comenzar a creer gracias a ese testimonio.[3]
El Salvador vive en nuestro corazón, lo cual quiere decir que somos portadores. Las personas ya no creerán solo por un testimonio, sino porque también lo oirán de otras personas.[4] Cristo solo está esperando a que oremos para que salvar a quienes lo escuchen. Dios solo necesita a una persona para cambiar la historia de una familia como en un “efecto dominó”.
El Señor nos atrajo a la iglesia, no solo porque lo necesitábamos, sino porque Él también nos necesita. Su reino se manifiesta a través de Su Iglesia, por lo tanto, somos embajadores del reino en la Tierra. Como el reino nos necesita, entonces nos cuida y provee.
Una de las cosas que endurecen el corazón es rodearse solo de cristianos. El evangelismo nos mantiene encendidos y apasionados sintiendo el dolor de las necesitades de la gente que no conoce a Jesús. En una ocasión me sentía seco y le pregunté a Dios por qué, entonces me respondió que porque había perdido el asombro y el gozo de la salvación. ¿Cuándo fue la última vez que le hablaste a alguien de Jesús? Cristo escuchó, compartió y suplió la necesidad de Saqueo, por eso a la gente no se le evangeliza con religión, sino con amor. La validación tiene un gran poder porque todos necesitamos escuchar validación de la gente que amamos. Es un arma de evangelismo porque se hace con el amor de Dios.
No vivo creyendo en quién se irá al infierno, sino en quién tendrá vida eterna y vida en abundancia cuando le hable del Señor. El Espíritu que le dio vida a Cristo ahora vive en nosotros.[5] Así que cuando estemos frente a un muerto en vida, recordemos que tenemos el Espíritu de resurrección para que cobre vida y sea tocado por Él. Porque a donde lleguemos, llegará la resurrección y la vida. El mayor milagro es que, quienes viven pero están espiritualmente muertos, resuciten para recibir la vida eterna.
[1] Juan 4:7: Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.
[2] Juan 4:14: Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
[3] Juan 4:39: Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.
[4] Juan 5:41-42: Y creyeron muchos más por la palabra de él, y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo, el Cristo.
[5] Romanos 8:11 (NBLA): Y si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo Jesús infundirá nueva vida a sus cuerpos mortales por medio del Espíritu que ha hecho habitar en ustedes.
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