18 de noviembre de 2009
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Todos deseamos tener éxito en la vida. Hace poco escuché a unos amigos en el gimnasio hablando sobre el tema. Algunos piensan que ser exitoso significa tener poder y dinero para comprarse lujos y viajes, otros piensan que realmente la felicidad no se compra con dinero. En la Biblia hay muchas historias que nos enseñan sobre el éxito. Si la estudias podrás aprender y serás transformado.
Una de las claves es la relación con los padres. Esto aplica para los menores de edad que aún viven bajo la autoridad de papá y mamá e incluso para aquellos que ya tienen hijos. Además, recordemos que todos somos hijos de Dios, así que es importante tener presente que alcanzar nuestras bendiciones depende de la honra a los padres.
Honra que atrae bendición
Deuteronomio 5:16 manda: Honra a tu padre y a tu madre como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
Este es el primer mandamiento con promesa que nos da la Biblia. Para que te vaya bien en la tierra debes honrar a tus padres terrenales y a tu Padre Celestial. Esto significa apreciarlos, tratarlos bien y obedecerles. Recuerda que toda acción tiene una consecuencia y aunque nosotros olvidemos lo mal que nos portamos, la ley de la siembra y la cosecha es infalible. Recibirás el trato que des, especialmente la atención y respeto que demuestres a tus padres. Debemos ser buenos hijos para tomar la Promesa.
Sin importar qué edad tengas o cuál sea la conducta de tus padres, debes honrarlos y obedecerles. Es difícil porque a nadie le gusta que lo manden, menos si eres joven y piensas que tus padres son anticuados e incapaces de aconsejarte porque no saben de la vida. No te confundas porque ellos definitivamente tienen más experiencia y madurez que tú, aunque no quieras reconocerlo y quieren evitarte sufrimientos y decepciones.
Sansón, un hijo difícil
Sansón era un juez que terminó muy mal. Dios tenía grandes planes para él, fue un hombre lleno del Espíritu pero cometió errores que lo apartaron del camino. Nuestras decisiones equivocadas pueden hacer que los planes perfectos de Dios sean cambiados. Al final, Su propósito siempre se cumple pero nosotros escogemos el camino para terminar victoriosos o derrotados. Él tiene el mejor plan, escoge bien tu camino, empezando por tener una buena relación con tus padres.
Jueces 13: 1-9 relata: Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años. Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos. A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda. Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos. Y la mujer vino y se lo contó a su marido, diciendo: Un varón de Dios vino a mí, cuyo aspecto era como el aspecto de un ángel de Dios, temible en gran manera; y no le pregunté de dónde ni quién era, ni tampoco él me dijo su nombre. Y me dijo: He aquí que tú concebirás, y darás a luz un hijo; por tanto, ahora no bebas vino, ni sidra, ni comas cosa inmunda, porque este niño será nazareo a Dios desde su nacimiento hasta el día de su muerte. Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer.
El pueblo estaba perdido y la madre recibió mandato para ser bendecida. El hijo que iba a tener era un niño milagroso, traía un sello especial. La Biblia dice que iba a ser consagrado a Dios y liberaría a pueblo de la opresión de sus enemigos. Llama la atención que el esposo preocupado pide que le indiquen la forma de educarlo. Esa pregunta es común entre los padres en medio de la situación caótica que vivimos. Ser padres es una gran responsabilidad que requiere mucho amor y paciencia.
Padres temerosos de Dios
Jueces 13: 15-24 continúa: Entonces Manoa dijo al ángel de Jehová: Te ruego nos permitas detenerte, y te prepararemos un cabrito. Y el ángel de Jehová respondió a Manoa: Aunque me detengas, no comeré de tu pan; mas si quieres hacer holocausto, ofrécelo a Jehová. Y no sabía Manoa que aquél fuese ángel de Jehová. Entonces dijo Manoa al ángel de Jehová: ¿Cuál es tu nombre, para que cuando se cumpla tu palabra te honremos? Y el ángel de Jehová respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable? Y Manoa tomó un cabrito y una ofrenda, y los ofreció sobre una peña a Jehová; y el ángel hizo milagro ante los ojos de Manoa y de su mujer. Porque aconteció que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante los ojos de Manoa y de su mujer, los cuales se postraron en tierra. Y el ángel de Jehová no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces conoció Manoa que era el ángel de Jehová. Y dijo Manoa a su mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto. Y su mujer le respondió: Si Jehová nos quisiera matar, no aceptaría de nuestras manos el holocausto y la ofrenda, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni ahora nos habría anunciado esto. Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo.
Ellos eran padres preocupados, asumían con responsabilidad su tarea. Dios los había escogido porque sabía que eran obedientes y conscientes. También sabían honrar y eran agradecidos. Así que la vida y éxito de Sansón parecía estar garantizado con estos padres temerosos del Señor, consagrados y conscientes del mover de milagros.
Ser consentidores era probablemente la debilidad de los padres de Sansón. Muchas veces los padres pensamos que estamos educando bien a nuestros hijos y fallamos en la consistencia de nuestra autoridad. La palabra en el libro de Proverbios dice que la vara y la corrección dan sabiduría, pero el hijo consentido es vergüenza para los padres. Amar a los hijos no significa decirles que sí a todo, muchas veces amar es decir no y corregir, dar un campo de acción más restringido y controlado. Sansón crecía en un ambiente libertino y tal vez influenciados por ese entorno, los padres empezaron a cometer errores en su educación.
Los errores de Sansón
Jueces 14: 1-4 habla sobre Sansón: Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos. Y subió, y lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: Yo he visto en Timnat una mujer de las hijas de los filisteos; os ruego que me la toméis por mujer. Y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Y Sansón respondió a su padre: Tómame ésta por mujer, porque ella me agrada. Mas su padre y su madre no sabían que esto venía de Jehová, porque él buscaba ocasión contra los filisteos; pues en aquel tiempo los filisteos dominaban sobre Israel.
Él era un hijo de la promesa, era un hombre bendecido pero las amistades y circunstancias hicieron que la historia cambiara. Descendió a otro pueblo y allí se enamoró de una filistea. Fue donde no debía y sus problemas comenzaron. Les exigió a sus padres que pidieran a la extranjera como esposa para él. Con esa actitud no los honró por fue irrespetuoso y no se dejó aconsejar. Asumió una actitud caprichosa y las consecuencias fueron graves. Además sus padres consintieron lo que no era conveniente.
Cuando mis hijos eran adolescentes, yo pedía sabiduría a Dios para saber cuánta libertad debía darles. Les decía que en una discoteca no encontrarían a la pareja ideal pero no comprendían y prohibirles ir a fiestas hubiera sido peor, así que finalmente se los encomendaba al Espíritu Santo. Cierta noche, una de mis hijas me pidió que la llevara a una fiesta. La dejé en el lugar pero a los 15 minutos me llamó pidiéndome que la fuera a traer porque unos muchachos se agredieron por entrar y entonces ella supo que ese no era sitio seguro para una joven.
Todos somos hijos y muchas veces nos comportamos como adolescentes que retan a sus padres y no se dejan aconsejar. Si como hijo de Dios no te abandonas en Sus manos, encontrarás dificultades. Educa a tus hijos y sé un buen hijo también.
En el caso de Sansón, el error que desencadenó su ruina luego fue usado como bien para el pueblo, pero no debió ocurrir porque Dios no quería que se perdiera. La rebeldía siempre tiene consecuencias negativas.
Jueces 14: 5-7 continúa: Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat; y cuando llegaron a las viñas de Timnat, he aquí un león joven que venía rugiendo hacia él. Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho. Descendió, pues, y habló a la mujer; y ella agradó a Sansón.
Su primer error fue no escuchar consejos. El segundo error fue no tener buena comunicación con sus padres. Como hijos debemos confiar en nuestros padres, ellos tienen más experiencia y conocimiento. Comunícate y deja que te guíen para no sufrir. Por no confiar en sus padres, las niñas quedan embarazadas o lastimadas y los jóvenes cometen errores que tienen que pagar. Debes contarles todo lo bueno o malo. Tal vez al principio la verdad cause tristeza pero siempre es mejor que callar y afrontar solo cualquier situación. No importa el error, los padres siempre deseamos lo mejor para los hijos y siempre estaremos dispuestos a ayudarlos.
La situación con Dios es similar, Él sabe lo que te ha sucedido pero debes hablarle para evitar contiendas, problemas y resentimiento en tu corazón. Quien no puede comunicarse con sus padres tampoco lo hará con Dios que siempre está dispuesto a escuchar y ayudar.
Jueces 14: 8-9 dice sobre el siguiente error: Y volviendo después de algunos días para tomarla, se apartó del camino para ver el cuerpo muerto del león; y he aquí que en el cuerpo del león había un enjambre de abejas, y un panal de miel. Y tomándolo en sus manos, se fue comiéndolo por el camino; y cuando alcanzó a su padre y a su madre, les dio también a ellos que comiesen; mas no les descubrió que había tomado aquella miel del cuerpo del león.
El tercer error de Sansón fue engaña a sus padres. Era prohibido por la ley que se acercaran a animales muertos y definitivamente comer de ellos era peor. Luego hace partícipe de ese pecado a sus padres. Les da de los dulces resultados pero les oculta el origen. Recuerda que el fin no justifica los medios, si lo que obtienes no es bien habido, no puedes compartirlo y pecar.
Las consecuencias siempre llegan
Jueces 14: 10-19 habla sobre cómo perdió a su primera esposa: Vino, pues, su padre adonde estaba la mujer, y Sansón hizo allí banquete; porque así solían hacer los jóvenes. Y aconteció que cuando ellos le vieron, tomaron treinta compañeros para que estuviesen con él. Y Sansón les dijo: Yo os propondré ahora un enigma, y si en los siete días del banquete me lo declaráis y descifráis, yo os daré treinta vestidos de lino y treinta vestidos de fiesta. Mas si no me lo podéis declarar, entonces vosotros me daréis a mí los treinta vestidos de lino y los vestidos de fiesta. Y ellos respondieron: Propón tu enigma, y lo oiremos. Entonces les dijo: Del devorador salió comida, Y del fuerte salió dulzura. m Y ellos no pudieron declararle el enigma en tres días. Al séptimo día dijeron a la mujer de Sansón: Induce a tu marido a que nos declare este enigma, para que no te quememos a ti y a la casa de tu padre. ¿Nos habéis llamado aquí para despojarnos? Y lloró la mujer de Sansón en presencia de él, y dijo: Solamente me aborreces, y no me amas, pues no me declaras el enigma que propusiste a los hijos de mi pueblo. Y él respondió: He aquí que ni a mi padre ni a mi madre lo he declarado, ¿y te lo había de declarar a ti? Y ella lloró en presencia de él los siete días que ellos tuvieron banquete; mas al séptimo día él se lo declaró, porque le presionaba; y ella lo declaró a los hijos de su pueblo. Al séptimo día, antes que el sol se pusiese, los de la ciudad le dijeron:¿Qué cosa más dulce que la miel? ¿Y qué cosa más fuerte que el león? m Y él les respondió: Si no araseis con mi novilla, Nunca hubierais descubierto mi enigma. Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y descendió a Ascalón y mató a treinta hombres de ellos; y tomando sus despojos, dio las mudas de vestidos a los que habían explicado el enigma; y encendido en enojo se volvió a la casa de su padre.
La familia de la esposa no tenía buen corazón y al final la perdió. Esas son consecuencias de buscar a la pareja en el lugar equivocado. Se metió en un gran problema y empezó a cosechar el engaño, falta de obediencia y rebeldía que sembró.
La historia de Dalila es muy parecida. Ella también era una filistea que lo traicionó al enamorarlo y convencerlo para que le revelara el secreto de su fuerza. Luego, lo entrega a sus enemigos que lo apresan, le quitan los ojos y lo hacen esclavo. Al final, en una gran fiesta, lo llevan ante tres mil líderes filisteos para humillarlo. Estando allí, Sansón pide misericordia a Dios quien le devuelve su fuerza para que derribe el edificio y mate a sus enemigos, aunque este último acto de liberación le cueste la vida.
Esta historia nos enseña sobre lo fundamental que es relación entre padres e hijos. Aprendamos ser buenos hijos y buenos padres porque hay una promesa de bendición en ello. No olvides que tu Padre Celestial es quien primero merece la honra y obediencia.
Clara advertencia
Deuteronomio 27:16 advierte: Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Muerte y pobreza es lo que obtienen aquellos que no honran a sus padres, así que busca a tus padres y hónralos. Nunca es tarde, recupera todo el tiempo que has perdido por orgullo y soberbia. No importa que tengan defectos, tú también los tienes, ellos son tus padres y les debes respeto. Cuando ya no los tengas lo lamentarás, por el contrario si fuiste buen hijo, cuando se vayan estarás satisfecho.
Deuteronomio 21: 18-21 también da una clara advertencia: Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva; y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.
El riesgo de deshonrar y desobedecer es muy grande. Sansón prácticamente murió apedreado, enterrado junto a sus enemigos, entre los escombros del edificio que destruyó. Dios es padre bueno y generoso que siempre te da la oportunidad de elegir el camino que quieres seguir.
La Palabra dice que delante de ti está el bien y el mal, la bendición y maldición para que escojas lo bueno y santo. Si tomas los consejos del Señor, serás transformado. Busca el perdón y amor de tus padres para darle tranquilidad a tu conciencia. Entonces, levanta tus manos y pídele al Señor la bendición que te corresponde por la honra, respeto y obediencia que has demostrado.
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