10 de septiembre de 2007
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He estado enseñando acerca del poder de Dios, y cómo caminar bajo el poder de Dios. La gente cree que recibir la unción del Espíritu Santo o el don de hablar en otras lenguas es el único don que se identifica con el bautismo del Espíritu Santo. Luego, la gente recibe el don de hablar en otras lenguas y, sin embargo, no caminan en el poder del Espíritu Santo. Eso tiene mucho más que ver que sólo orar en lenguas, en el entendimiento, en el espíritu o asistir a una vigilia y pasar la noche orando. Tiene que ver más allá de hacer milagros señales y prodigios, tiene que ver con vivir una vida totalmente victoriosa. No digo una vida sin pruebas, sino una vida ganando cada prueba, venciéndolas. No una vida sin tentaciones, sino que venciéndolas. No es una vida que carezca de debilidades, sino una vida en la que Dios se hace fuerte en nuestra debilidad. Caminar en el Espíritu Santo tiene que ver con dejar tus sentidos carnales para ver qué está pasando, y usar los sentidos espirituales para discernir. Caminar en el poder del Espíritu va mucho más allá de orar o ayunar, es todo un estilo de vida no un estilo de ministrar. Tienes que comprender que eso debe formar parte esencial de tu vida.
En Mateo capítulo 8, ustedes se recuerdan que Jesús va en una barca y se levanta una gran tempestad antes de llegar a la región donde se liberó al gadareno, quien estaba poseído de una legión de demonios que cuando los echó fuera, se fueron a los cerdos y éstos se precipitaron al mar. Hay espíritus en los cielos, en la tierra y en los mares. Cuando Jesús es despertado por sus discípulos y calma la tempestad dice el verso 25. Los discípulos creían que el poder podía operar en algunos hombres; no preguntaron “¿Qué Dios es este?”, sino “qué hombre es este que los demonios quisieron revelar quién era él y Jesús los calló y los reprendió para que no revelaran quién era”. Jesús les preguntó a los discípulos “¿quiénes dicen los hombres que soy?” y después les preguntó “¿quién creen que soy ustedes?”. Todos querían averiguar quién era y los tenía totalmente confundidos.
Marcos 6:12. Hay que predicar arrepentimiento. Di: “Los sanaban”. Seguramente, los que eran sanos pensaban “qué clase de hombres son estos que imponen las manos sobre los enfermos y sanan”. ¿Quiénes los sanaban? Los hombres. Jesús dijo: “Vayan y hagan discípulos”. ¿Quiénes tenían que hacer los discípulos? Los discípulos de Jesús. Entonces, somos discípulos de Jesús o somos discípulos de Jesús a través de alguien. ¿Cuánta gente conoce usted que quieren ser discípulos de Jesús a solas, no tener un mentor y no tienen nadie a quién sujetarse? No tienen una persona que los ha pastoreado. Eso no existe, la orden de Jesús fue otra; mandó a gente a hacer discípulos a otra gente que hizo discípulos a otra gente; entonces, ¿quiénes hacen los discípulos? Nosotros. Si estás trabado ahí, por eso es que no fluyes y por eso es que Dios no fluye en ti. No te atreves a poner la mano creyendo que Dios te va a usar a ti para sanar, con la fe en su nombre. Por eso, la humildad es muy importante como rasgo de hombres y mujeres usadas por Dios, porque ti tienes que saber que Dios te va a usar para sanar a la gente, pero que tú reconozcas que es por la fe en su nombre. Entonces, tenemos un problema: Nosotros decimos: “Señor, sánalo”. Pero el Señor nos dio a nosotros la orden de decir “sé sano”, pero no nos ponemos de acuerdo quién lo va a sanar. Decimos “Voy a orar por vos para que seas sano, Dios te va a sanar”. Y Dios allá arriba te dice “ve y sánalo”. Bueno, pongámonos de acuerdo quién lo sana.
¿Quién va a ser usado para sanar a la gente? Tú. Muy bien, si tú no desarrollas esa seguridad, no va a fluir el Señor ni el poder de Dios. Ahora, si eres un orgulloso, ni te atrevas, te vas a endiosar. Versículo 14. Jesús era famoso. Todo el mundo incluyendo a los gobernantes, como Herodes andan buscando el por qué el poder opera. Y lo asociaron con alguien, pensaron que Juan el Bautista había resucitado y eso que él no había hecho ni un solo milagro. Sin embargo, él les decía que Juan el Bautista había resucitado y por eso, los poderes actúan en él. Tú no sabes hoy ya quién eres y por eso Dios no te usa más. Tienes que saber quien es Dios y quien eres tú. Tu puedes decir Dios va a tocar a la gente, pero cuando entras a un lugar, entras todo apenado. No tienes que decir Todo lo que la planta de mis pies toque, será mío. Es por eso que caminar en santidad es vital, porque cuando no lo haces, es dudar que Dios te va a usar y en ese momento estas estorbando que Dios toque a alguien necesitado de ser tocado. ¿Quién es? ¿Quién será?
En Juan 18:4. Pero Jesús sabiendo todas las cosas que le habrían de sobrevenir, se adelanto y le dijo: ¿A quién buscáis? A Jesús Nazareno. Jesús les dijo: “Yo soy” y estaban también con ellos Judas el que le entregaba, cuando les dijo Yo soy, retrocedieron y cayeron a tierra. Se recuerdan cuando Moisés dijo Cuando me pregunten quien me envió, quien diré que me envió. Y le dijo Ve y diles Yo soy, el que Soy me ha enviado. Y cuando a Jesús le preguntan, a quien buscan, a Jesús de Nazaret. Todos cayeron bajo el poder del Espíritu Santo. Dios le dijo a Moisés Ve y diles Yo soy me ha enviado. Dios quería que Moisés desarrollara seguridad cuando fuera enviado. Cuando desarrolles la seguridad que eres enviado por Dios, tú vas a poder sentir la presencia del Yo Soy contigo. Quiero una iglesia donde cada discípulo desarrolle esa seguridad de quién es en Cristo Jesús. Hay problemas donde no se sabe quién es quién. Es más que uno hablar en lenguas, va más allá de eso.
Herodes quería averiguar quién era, los demonios querían revelar quién era, los hombres querían averiguar qué clase de hombre era, y de dónde sacaba esas cosas. Pedro y Juan le dijeron a aquel hombre de la Hermosa, No tengo plata ni oro, mas lo que tengo te doy. Es muy difícil en una etapa de la vida tratar de hacer tiempo para hacer oro y plata y además tener lo que ellos tenían. Todo lo que tienes en la vida es porque has hecho tiempo para hacerlo. Si quieres que ese poder te acompañe, tienes que hacer tiempo para eso. Ellos reconocían que se le era dada esa autoridad. Decían No es este el carpintero y se escandalizaban de él. 4 Mas Jesús les decía No hay profeta sin honra, sino en su casa y no pudo hacer ahí ningún milagro. Tú limitas lo que Jesús hace con tu falta de honra. Dios puede hacer tanto como lo honres. Quieres que haga algo, pero no lo honras. Dices que es tu Señor y lo tratas como carpintero. La honra limita o le quita el límite al poder de Dios expresado en nosotros y la deshonra lo limita de inmediato.
Salvo que salvó a unos cuantos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Los tuvo que tocar. Yo sé cuando la gente no tiene fe, y cuando la tiene. Ellos no tenían la revelación de quién era Jesús. Quienes por creer quién era Jesús, vieron los milagros y otros que por preguntarse quién era Jesús, dejaron de ver milagros. No tenemos que ver a la gente con los ojos humanos, sino con los ojos que Dios la ve. ¿Somos o no somos hijos de Dios como Jesús? Entonces, ¡que Dios te use! Sé incluso cuando llego a un lugar que Dios me va a usar mucho o poco, por la forma en que lo ven y lo respetan a uno. Si para ti soy “el Cash, el Cashito,” no pidas que Dios te sane. Pero si ves en mí a un apóstol, puedes pedirlo, va a ocurrir el milagro.
II Corintios 5
Jesús donde lo vieron como carpintero no podía hacer más que sillas, camas, etc. Porque eso es lo que hace un carpintero. Por eso, es que no pudo sanar a muchos. Pero Jesús venía y lo miraban como el profeta venido de Dios, de lejos les hablaba a los leprosos y sanaban. Para que ocurra un mover del espíritu, tiene que haber gente que reconozca que somos hombres y mujeres de Dios. A veces, eres tan cuate de todos que no miran al hombre de Dios que fluye en ti. Es Dios rey o Rey de reyes; es señor o Señor de señores. Fuimos hechos reyes y sacerdotes, lo dice por ti. Tu problema es que ves a Jesús allá y tú te ves hasta allá, y El nunca ha querido que te veas así. Te voy a decir algo ridículo a tus oídos, pero te está hablando alguien que te da testimonio que el Poder de Dios mora en él. El ser usado por Dios está ligado a la autoestima que tengas, si te crees poca cosa, no puedes ser usado por él. ¡Eres coheredero de Jesús! A menos que andes con tu falsa humildad, y en el fondo no te creas eso.
¿Cuántos de ustedes consideran ser ovejas de su servidor? Entonces, deben sujeción a su pastor. Están sujetas, pero no dependiente. Ni por no depender, ser insujeta, ninguna de las cosas están bien. Yo no hago depender a nadie de mí, sino que los desarrollo para que se desenvuelvan.
Verso 13. Porque si estamos locos, es para Dios y si somos cuerdos, es para vosotros. Porque el amor de Cristo nos constriñe pensado esto que si uno murió por todos, luego todos murieron. 16 De manera que nosotros de aquí en adelante, a nadie conocimos según la carne y aún si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es.
¿Quién es el que opera los milagros? La nueva criatura que hay en ti, pero la debes de dejar fluir. A nadie conozco según la carne. Si tú no ves en tu esposa a la nueva criatura que es en Cristo que lleva dentro, sino que la conoces sólo como esposa, la esposa como tal, no puede sanarte nunca, porque eso es lo que ve la carne. Pero si logras ver en ella a la hija de Dios que lleva dentro, cualquier día a cualquier hora, puede imponer sus manos sobre ti. Cual es el problema de parejas para que Dios los use el uno con el otro? Porque se conocen todas sus debilidades. Y si sigues deshonrando a éste, cuando lo necesites, no estará. Nosotros tenemos que salir de aquí con un código de honor, no se deshonran líderes para líderes, por defectos que tengan. No los vamos a conocer según la carne, sino por el hijo de Dios que lleva dentro. ¿Cuántos reconocen ser hijos de Dios, que si mueren hoy van al cielo? Cuántos reconocen tener defectos y debilidades? A causa de los defectos, crees que Dios no te va a usar? Cuando uno va a ministrar, jamás mira sus debilidades. Que es el comienzo del otro tema… Cómo entro a la presencia de Dios, va a obtener ese poder. No quiere decir que justifiques tus debilidades, sino que no las vuelvas a ver. Porque cuando uno entra a la presencia de Dios, no vuelve a verse a uno mismo, sino en el Cordero que fue inmolado por cuya sangre te dejan entrar.
Si tu secretaria es hija de Dios, y tú lo que ves en ella es una secretaria, como en Jesús solo vieron un carpintero, ahí no puede hacer milagros. Si únicamente ves a la persona que está en tu escritorio a la secretaria que hace los correos, las cartas, memos, etc., cuando necesites un milagro, no vas a poder recibirlo, porque sólo ves la profesión que tienes. Un contador no hace milagros, pero el hijo de Dios, sí hace milagros. Tienes que comprender que dentro de ti hay una nueva criatura que va a ser usada poderosamente por el Señor. La pregunta es, ¿quién eres? Ahí está hablando la nueva criatura.
II Timoteo 1:6
Si es así te aconsejo que avives el vigor y la osadía que puse en ti cuando te puse las manos.
La gente que verdaderamente vive avivada no le da pena testificar del Señor, ni de su apóstol ni del amor que lo unen con uno. Según esta enseñanza, ¿será que Dios usaba a Pablo para bendecir a Timoteo? Por supuesto. Porque Timoteo sabía muy bien quién era Pablo para él. Somos una iglesia, no alguien que se congrega el domingo. Somos discípulos de Jesús, no somos visitantes dominicales a un lugar o auditórium. No podemos negar la mística que Jesús dejó en el ministerio, porque con ésta se va a ir el poder. Estos son laboratorios que he hecho yo para que sepas lo que sucede cuando se cree de ida y de vuelta. Se los enseño para que lo conservemos por nuestras vidas, eres una nueva criatura, no eres lo que los ojos de los hombres ven, lo que llevas dentro. Tu carne es imposible que haga un solo milagro, pero el hijo de Dios que llevas dentro, puede hacerlo. Honra a tu líder, a tu pastor, no importa que tenga errores, tú también los tienes. Donde Dios no recibe honor, no se mueve, no tiene por qué hacerlo.
Jesús es el verbo hecho carne y tú eres su hermano, hijo del mismo Dios. Donde quiera que vayas, en tu célula, donde vayas compórtate como un hijo suyo, y Dios te va a usar como tal.
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