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Restaurando los años

Restaurando los años

09 de agosto de 2018

Tiempo de lectura: 4 minutos

Joel profetiza sobre los días por venir. Anuncia lluvia, la primera y la tardía. La lluvia tardía se refiere a hermosear a la iglesia. En estos últimos días, la iglesia será sumamente atractiva. Luego dice que se restituirá los años que se comió la oruga. No solo se refiere a algo específico que has perdido o que te han quitado, sino que en general, se refiere a que la humanidad será restaurada a los tiempos del Edén. Cosas que la humanidad ha perdido durante siglos comenzarán a manifestarse. Nunca jamás será avergonzado el pueblo de Dios. La lluvia representa la unción de la restauración que actuará y nos lavará de toda vergüenza[1].

La unción tiene funciones. En el Antiguo Testamento, la unción era derramada sobre ciertas personas: profetas, sacerdotes y reyes, sobre quienes tenían una tarea especial para Dios. pero en el Nuevo Testamento, esa unción es derramada sobre toda carne[2].

La unción es el poder de Dios que quita toda carga y destruye todo yugo[3]. Es el poder de Dios sobre los hombres llamados a realizar aquello que solo Él puede hacer. Por eso, Jesús le dijo a sus discípulos que no se fueran hasta no ser investidos con el poder.

Jesús, siendo Dios, vino para ser bautizado. Cuando salió de las aguas, el Espíritu Santo descendió sobre Él como un ave y lo empoderó para hacer lo que Dios le asignó. Jesús era Dios, pero hizo a un lado su divinidad para convertirse en un hombre, así que tuvo que ser bautizado y empoderado. Dios denominó a Jesús como el Hijo modelo para darnos el ejemplo de la vida que debemos llevar. Pablo se refiere como el último Adán. Jesús nos regresa al huerto, a la manera original de operar de Adán.

Cuando Dios hizo al hombre, lo colocó dentro del huerto y le reveló el potencial que ha puesto en él. Le asignó poner nombre a los animales y lo empoderó[4]. No tenía título universitario, fue adiestrado por Dios.

Jesús enseñaba a un nivel que los líderes religiosos jamás habían visto y sanaba, pero dijo que nosotros haremos lo mismo, porque estamos llamados a involucrar a Dios en el gobierno, en los negocios, en los deportes, en todas las áreas de la vida terrenal.

Dios restaurará lo que has perdido: tu salud, tus finanzas, tus buenas relaciones, tus negocios. Todo lo que te sea revelado también será restaurado. La revelación trae restauración y revolución. Bartimeo mendigaba, era ciego y dijo: “Jesús, hijo de David, ten piedad de mí”. Lo mandaron a callar, pero él clamó más fuerte porque tenía revelación que lo convirtió en revolucionario. Cuando recibas revelación de lo que Dios quiere hacer contigo, clamarás como nunca antes en tu vida.

Dios le dijo a Josué que ya le había dado la victoria, aunque no había peleado, pero ya tenía revelación[5]. Y lo mismo sucederá contigo. Está a punto de darte cosas grandes; ya no pienses en pequeño porque Dios te dará lo mejor y lo mayor. La iglesia debería tener las mejores propiedades de la ciudad. Los dueños de los auditóriums, de los hoteles, de la tierra. A partir de ahora, todo lo malo que hayas enfrentado será solucionado, porque Dios te está dando poder.

Dios abrirá tus ojos y verás cosas que nunca has visto, así como sucedía con el profeta vidente que sabía advertir al pueblo de Israel por dónde los atacaría el enemigo[6]. Ahora, irás a lugares donde nunca has ido, harás cosas que nunca has hecho y tendrás cosas que nunca has tenido. Es tu momento para tomar el control total porque Dios está a punto de restaurar. Todo lo que hayas perdido o te hayan quitado, será restaurado. ¡Con tu fe, provoca la restauración y la conquista que el Señor quiere darte!


[1] Joel 2:23-28: Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.

[2] Hechos 1:8: pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

[3]

[4] Génesis 2:20:  puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.

[5] Josué 6:1-2: Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra.

 

[6] 2 Reyes 6:12:  Entonces uno de los siervos dijo: No, rey señor mío, sino que el profeta Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta.

 

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