19 de septiembre de 2017
Tiempo de lectura: < 1 minuto
La Biblia dice, en Salmos 139:13, “Dios mío, tú fuiste quien me formó en el vientre de mi madre. Tú fuiste quien formó cada parte de mi cuerpo”, por eso nuestra iglesia entiende la importancia de preparar espiritualmente a las futuras madres, ya que Dios empieza a trabajar en sus hijos desde el momento de su gestación.
Más de 250 mamás han asistido, junto con su esposo u otro familiar, a los baby shower que Casa de Dios ha preparado para ellas y en los que se han compartido diversos asuntos de interés: desde pláticas acerca de la importancia de la lactancia materna y los cuidados del bebé por parte de médicos pediatras, hasta la Palabra y ministración por parte de los pastores de Iglekids.
A las participantes de estos baby shower se les da seguimiento aún después de una reunión inicial, tiempo en el que reciben documentación informativa sobre la etapa de embarazo que atraviesan y el crecimiento de su bebé. Finalmente, cuando el bebé nace, se les obsequia una guía de oración especial para que la familia pueda conmemorar al nuevo integrante de la familia.
Creemos que cada uno de los bebés que vienen en camino son preparados desde el vientre para ser agentes de bendición en nuestra sociedad.
Temas relacionados:
Noticias
Cuando una cosecha se pierde, hay un impacto económico y ambiental. ¿Cuál es el impacto espiritual por el déficit de obreros para recoger la cosecha de Dios?
El lenguaje escrito permite aprender a leer, así como el lenguaje físico, que desde los rasgos faciales y la postura corporal emite un mensaje que otras personas pueden leer según su percepción y contexto. ¿Cómo aprendemos a leer a otras personas sin equivocaciones?
La herencia genética tiene que ver con lo que un padre transmite a ciertos genes de sus hijos a lo largo de sus descendientes. La grata noticia es que las variables emocionales y espirituales pueden sanar y trascender generaciones.