12 de diciembre de 2023
Tiempo de lectura: < 1 minuto
Casa de Dios, a través del Banco de Alimentos, continúa ayudando a personas con necesidad.
Desde 2006, Casa de Dios, a través del Banco de Alimentos de Innovación Social —el brazo social de la iglesia—, ha colaborado con comunidades y fundaciones del país para que personas de escasos recursos reciban alimentos y artículos de higiene personal. A la fecha ha beneficiado a 178 mil personas con sus programas y se han invertido 139 mil 200 horas de voluntariado.
“Nos sentimos sumamente agradecidos por todos los aportes que cada mes recibimos por parte de la congregación, ya que con ellos bendecimos la vida de miles de personas de todas las edades”, dijo el pastor Raúl Marroquín, miembro del equipo pastoral y encargado de Innovación Social de Casa de Dios.
Durante la recolecta del Banco de Alimentos de noviembre de 2023, gracias a los aportes de las distintas redes de la iglesia (matrimonios, familiar, jóvenes, prejuveniles, LEAD, Trending, Intercesión, Link, Rempro y colaboradores) se recolectaron las siguientes cantidades:
“Sigamos siendo parte de este esfuerzo constante por ayudar y amar a nuestro prójimo. Cualquier producto y cantidad de aporte es bienvenida para continuar ayudando a quienes más lo necesitan”, agregó el pastor Marroquín.
Temas relacionados:
Ayuda Humanitaria | Ayuda social | Banco de Alimentos | Innovación social
¿Por qué razones el código para entender todo el mensaje de Jesús está en la parábola del sembrador y qué relación tiene con las riquezas? Jesús ilustra su misión con las mejores prácticas de siembra para la sobrevivencia de una semilla de la más alta calidad.
Lograr alta productividad y eficacia demanda no distraerse, ni dejar pasar las oportunidades y gestionar bien las emociones porque buena actitud trae éxito. Sobre todo eso, en esta entrega aprenderás cómo la Palabra de Dios, más la calidad de los oyentes que agregan su fe, hará la diferencia para una vida llena de sabiduría.
Todos deseamos producir más en menos tiempo, con el menor esfuerzo posible, pero al no lograrlo, nos afanamos hasta tener ansiedad, pasando más tiempo en ese estado que en el logro de la meta. ¿Cómo creerle a Dios en medio de nuestras contradicciones, vaivenes y preocupaciones?