26 de junio de 2024
Tiempo de lectura: < 1 minuto
La iglesia conmemora el sacrifico de Jesús en la cruz del Calvario y recolecta alimentos para ayudar al prójimo.
El primer domingo de cada mes, Casa de Dios realiza la recolecta de alimentos no perecederos y productos de higiene que el Banco de Alimentos brinda a distintas fundaciones, instituciones y personas en necesidad, y celebra la Santa Cena.
Banco de Alimentos
El próximo domingo 7 de julio de 2024, colaboradores y voluntarios realizarán la recolecta del Banco de Alimentos, quienes se reúnen en distintos puntos de la iglesia durante los servicios dominicales, a las 7:00 y 11:00 a. m., para recibir las donaciones que las personas entregan de forma voluntaria.
El pastor Raúl Marroquín, miembro del equipo pastoral y encargado del área de Innovación Social de la iglesia, explicó que la institución cree en la necesidad de compartir con el prójimo las múltiples bendiciones de Dios. Es por ello que, desde 2006, Banco de Alimentos, a través de los donativos de la congregación, ayuda a las personas más necesitadas.
Santa Cena
Asimismo, ese misma fecha se llevará a cabo la celebración de la Santa Cena —un momento especial para conmemorar el sacrificio de Jesús en la cruz del Calvario por amor a la humanidad— durante los dos servicios dominicales.
“Jesús sufrió por los pecados, los pesares y los dolores de todas las personas para hacer posible la remisión de ellos y que vivan el Evangelio. Por medio del derramamiento de Su sangre nos salvó de la transgresión”, explicó el pastor Hugo López, miembro del equipo pastoral de Casa de Dios. A través de la Santa Cena, las personas testifican que el Señor ha partido Su cuerpo y ha derramado Su sangre por Sus hijos.
Temas relacionados:
Ayuda social | Banco de Alimentos | Cena del Señor | Santa Cena
Con nuestros tiempos en manos de Dios viene un ordenamiento secuencial de la información que acelera su perfecta voluntad en forma pronta y cumplida; observa la realidad de Sus promesas desde la esencia de esta enseñanza.
En esta entrega, el aprendizaje es un objetivo y la gratitud una solución; mientras vivimos cerca de Dios, el universo se transforma desde el corazón bajo Su perfecta voluntad.
Esta enseñanza aporta los ingredientes para ser un hijo de Dios que persigue apropiarse del carácter de Cristo en todas las áreas de la competitividad diaria, y lo hace mediante la introspección que beneficia el progreso y la mejoría personal.
