22 de septiembre de 2020
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En cada uno de los últimos diez jueves se han conectado más de 120 mil personas a casadedios.org y a las redes sociales oficiales de la iglesia y de sus pastores generales para recibir la enseñanza que imparte el pastor Cash Luna en los discipulados generales.
“Cada jueves, a través de las distintas enseñanzas que hemos transmitido, buscamos alimentar el alma, la mente y el corazón de líderes, voluntarios, estudiantes de la Academia de líderes y de todas las personas que lo deseen. Profundizamos en las Escrituras con el fin de enviar mensajes oportunos para este tiempo”, dijo Cash Luna, pastor general de Casa de Dios.
Los mensajes de fe y esperanza que se han impartido en los discipulados generales de forma virtual desde el pasado jueves 19 de marzo han trascendido fronteras, pues gran parte de las conexiones se sitúan en países como Guatemala, México, Venezuela, Ecuador, Estados Unidos, Colombia, Argentina, Perú, Chile, Costa Rica, Panamá y España, entre otros.
“En Casa de Dios, después de Dios lo más importante son las personas, por lo que consideramos esencial que todas las que necesiten Palabra fresca y poderosa escuchen las enseñanzas que impartimos los jueves. En distintas ocasiones me han acompañado pastores de la iglesia como Hugo, Juan Diego, Cashito y Raúl”, agregó el pastor Cash Luna.
Conéctate todos los jueves a los discipulados generales impartidos por el pastor Cash Luna a las 8:00 p.m. (GMT-6, hora de Guatemala) en casadedios.org y recibe lo que el Señor tiene para ti. Asimismo, forma parte de la iglesia en casa todos los sábados a las 7:00 y 9:00 p.m. y los domingos en el horario que prefieras: 7:00, 9:00 y 11:00 a.m. y 1:00, 3:00, 7:00, 9:00 y 11:00 p.m., a través de la misma página web o de las cuentas de Facebook y YouTube de Casa de Dios.
“Reafirmemos nuestra confianza en Dios en medio de las circunstancias adversas”, finalizó el pastor Cash Luna.
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El Espíritu Santo nos dio su óleo para conservar la alegría, el gozo y nunca amargarnos.
En esta vida todos debemos algo a alguien y, sobre todo, a Dios.
La raíz crece en secreto y el fruto está a la vista de todos.