12 de septiembre de 2017
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La oración es vital en la vida de un cristiano, la herramienta que usa para comunicarse con Dios; pero la intercesión es una herramienta aún más avanzada de comunicación donde la fe y la perseverancia juegan papeles importantes.
Casa de Dios entiende la importancia de esta herramienta, por lo que el pasado 8 de septiembre realizó el retiro de intercesores “Serán como árboles plantados”, que tuvo como objetivo el crecimiento espiritual y la intimidad con Dios además de aprender a utilizar las herramientas que Dios ha puesto a nuestro alcance para recibir Sus bendiciones.
“Los intercesores deben aprender a no solo ser plantitas que no dan fruto, sino a plantarse en Dios, quien da los mejores nutrientes para que podamos dar los mejores frutos: amor, misericordia y bondad hacia las personas a quienes Dios nos llamó a bendecir. Además, un árbol, para mantenerse en pie, necesita tener buenas raíces; que así como sea de alto, tenga largas y fuertes sus raíces, por eso les enseñamos a que tengan sus raíces en el lugar correcto y de esa forma den los frutos correctos”, expresó Connie Alvarado, organizadora del retiro.
El retiro se realizó especialmente para las personas que se han graduado del curso de intercesión, a modo de enseñarles a adoptar el llamado de intercesión en su vida y que pongan en práctica todo lo aprendido.
Sí eres un intercesor graduado del curso de Casa de Dios, te invitamos a que asistas a las actividades y retiros que se realizan para ti, y si aún no has realizado el curso de intercesión te invitamos a que participes en febrero 2018.
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No solo se trata de recibir, sino de añadir valor a la vida de los demás.
Para cambiar tu presente, piensa, siente y confía diferente.
Dios quiere renovar tu mente y motivar tu fe para que los resultados reflejen el poder de tu oración.