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Cinco oraciones que hizo Jesús

Cinco oraciones que hizo Jesús

19 de diciembre de 2023

Tiempo de lectura: 5 minutos

Jesús, siendo Dios se despojó de Su trono, se hizo hombre y caminó sobre la tierra, cien por ciento divino y cien por ciento humano.[1] Jesús, como el hombre perfecto fue semejante a los hombres, pero sin pecado.[2] En esa semejanza pudo morir para traernos libertad de todo mal, pues necesitábamos que nuestra culpa se pagara con Su sangre y la sangre perfecta era la única que podía librarnos de la maldición del pecado.

Una de las pruebas que tenemos de la naturaleza humana de Cristo es que necesitaba de un régimen alimentario desde su nacimiento.[3] Si Jesús como hombre necesitó orar y ayunar, eso mismo, nos ayudará a perseverar en santidad. Jesucristo hizo muchas plegarias, pero señalamos cinco oraciones que hizo Jesús para que podamos imitarlas y persistir en su práctica diaria.  

En la primera oración, Jesús en forma genuina expresa su duda ante el Padre en medio de la crisis. [4]. Jesús clama: ¿Por qué me has abandonado? Esta expresión de duda al sentirse desamparado, Jesús se la llevó a Dios mismo. Tomás dijo: si yo no veo sus heridas no creo. Podemos tener la impresión de que la falta de fe por la duda desagrada a Dios.[5] Tomás llevó su duda ante Jesús porque es diferente tener duda que tener desconfianza. Tú puedes tener una duda, pero si se la llevas a Jesús estás confiando que la resolverá. Por el contrario, si te guardas la duda, desconfías de que Jesús puede resolverla y darte la claridad en medio de la confusión. Puedes decirle: Jesús yo quiero entender y te vas a sorprender con sus respuestas.

La segunda oración en la que tienes que perseverar es una petición por misericordia.[4] ¿Cómo sería nuestra oración por aquellos que hacen el mal?  Algunos podemos decir: Espíritu Santo ayúdame a tener una oración misericordiosa. Pidamos por su arrepentimiento y conversión, aunque el sentido de justicia puede llevarnos a una oración vengativa, en lugar de que sea misericordiosa.

La tercera oración en la que debes perseverar es por la gente que te rodea.[5] Jesús oró para escoger a quienes le ayudarían a cumplir su propósito en la tierra. Pide por los que rodean tu casa. Intercede por los futuros cónyuges de tus hijos, por sus amigos y los compañeros de estudio, que los rodee gente noble, que no sea vengativa. Como hijo, ora por tus padres, por sus amistades y su trabajo. Oremos por nuestros pastores. Si Jesús en su humanidad oró por la gente que le rodeaba, nosotros necesitamos desarrollar esa dinámica de oración.

La cuarta oración es para que se haga la voluntad de Dios en tu vida.[7] Jesús, ante la copa del dolor confiesa al Padre: no se haga lo que yo quiero, sino que se haga tu voluntad. Jesús no pudo evitar esa copa, dentro de la voluntad del Padre estaba pasar por la crucifixión, era necesario atravesar ese sufrimiento y ese dolor por nuestra salvación. Un cristiano toma el dolor y el sufrimiento y le da propósito. Este padecimiento inexplicable para nosotros puede dar razones para alejarse de Dios, pero puede tener un giro milagroso para bien cuando oramos: que se haga tu voluntad en mi vida.

La quinta oración es de agradecimiento y bendición.[8] Es una hermosa oración que hace Jesús porque da gracias y bendice los alimentos que luego se multiplican. Revisa tu lista de gratitud en oración. Recuerda, lo que agradeces y bendices se va a multiplicar en tu vida.[9]

Finalmente, Jesús describe la oración con la actitud de no darse por vencido ante la negativa de una petición.[10] Si has orado por sanidad, por provisión, por otras razones y no tienes una respuesta, insiste, ora una vez más. Dios se levantará y te dará todo lo que necesites.


[1]Mateo 1:18-23: El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.

[2]Hebreos 4:15: Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

[3]Isaías 7:14: Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.

[4]Lucas 23:33: Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.

[5]Lucas 6:12: En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:

[6]Juan 17:9-10,15-17: Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

[7]Lucas 22: 39-42: Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

[8]Juan 6:11: Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.

[9]Lucas 9:16-17: Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos.

[10]Lucas 11:5-8: Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos? Os digo, que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.

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