22 de julio de 2025
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En la sesión anterior compartimos que nuestro Padre celestial dará buenas cosas a los que se las pidan y eso implica excelencia para darles lo mejor a sus hijos. En todo lo que el ser humano ha creado existen calidades, pero Dios solo hace cosas de excelencia. Y de eso se trata esta serie: ¡Tierra a la vista!
Como seres humanos nos desubicamos al pedirle algo a Dios, porque establecemos categorías de calidad según nuestros recursos y pensamientos acerca de la calidad. Cuando Jesús convirtió el agua en vino, les dio lo mejor y eso fue impresionante para todos, aunque no era algo de primera necesidad, sino un buen deseo. Así es nuestro Padre con cada uno, nos concede deseos y necesidades. ¿A qué calidad asocias lo que le estás pidiendo a Dios en tus oraciones? Por estas razones es necesario corregir nuestra manera de pensar.
La clave es pedirle a Dios de acuerdo con lo que Él tiene y luego encontrar el equilibrio para no gastar más de lo que Él nos manda. Hoy se trata de aprender para liberar la conciencia y lo único que te da libertad son tus principios y valores. Para eso hay que tener sueños y verse triunfando en el nombre de Jesús. De igual manera, si sueñas con riquezas, lo primero es tener una conciencia abierta a ser rico.
El libro de Proverbios señala que tienes que adquirir sabiduría e inteligencia.[1] Es la manifestación del Espíritu de Dios que reposó sobre Jesús, espíritu de inteligencia, de conocimiento, de consejo y temor de Jehová. No solamente reposó sobre Él la unción de hacer milagros; a los 12 años ya era sabio.
Ser rico no es garantía de no volver a ser pobre. Para todo lo que quieras en la vida, el primer trabajo que tienes es fortalecer tu ser interior, con tu mente en forma honesta, generosa, humilde y con sencillez de corazón. Engrandece la sabiduría y ella te engrandecerá. No le temas al éxito, pues para tener una posesión hay que tener fe y para mantenerla se necesita sabiduría.
Dios da la inteligencia y la sabiduría para que honremos a Dios con ellas, por eso no se puede decir que tener posesiones sea malo. Pues la Biblia le está hablando a quien ya tiene posesiones.[2] Y no se trata de ser ambicioso, pues Jesús cuando derramó su sangre y dio su vida lo hizo no solamente por una persona; pensó en grande, pensó en todos.
De otro lado, Jesús narra la historia de un hombre insensato, sin sabiduría, que construyó su casa sobre la arena, mientras el hombre sabio la construyó sobre la roca.[3] Si Jesús pone el ejemplo de la construcción de una casa de alta inversión y calidad, quiere decir que desear tu casa propia no tiene nada de malo.
Este tipo de necedad es para ilustrar que es mejor ser hacedores de la Palabra y no solamente los que oyen y no actúan, pues esa es la condición del necio. Sueña con tu casa con una conciencia libre alejada de presuposiciones equivocadas. Si Jesús ofrece una casa en el cielo para sus discípulos, ¿por qué razón no te daría una casa en esta tierra?
La Biblia habla de trabajar; la cultura del trabajo esforzado y consciente es respaldada por Dios para obtener tus recursos bajo su bendición. Los casados tenemos responsabilidades terrenales y no hay que evadirlas para proveer a la familia.[4] Si alguien no quiere proveer para los de su casa y trabajar, no debe comer.[5] Porque eso es negar su propia fe.
El hombre más adinerado del mundo indica que debemos preparar nuestras labores fuera del hogar para tener posesiones, o sea que primero debe trabajar para poder ser un proveedor para luego obtener su propia casa.[6] A gente como Salomón no se le discute, se le aprende. La inversión en sabiduría tiene que ser la que ocupe el primer lugar entre todos los bienes que tengas, para que la pena económica no te ponga de rodillas. Dios no nos creó para tener quiebras, pero si llegan, recuerda que son el camino para el éxito, porque las quiebras no son tu destino.
La inversión debe ser en comprar la enseñanza, la sabiduría y la inteligencia.[7] Entre las maneras de ser sabio encontramos: pedirle a Dios que te haga sabio, pero hay que pedirla con fe porque, al estar frente a una situación crítica, es necesario creer; además debes caminar con sabios para ser sabio, pues nos convertimos en lo que escuchamos, pensamos y hablamos.
Finalmente, la casa se construye con sabiduría y eso es lo que Dios dice; si no quisiera que tuvieras una casa para tus hijos, no te enseñaría cómo hacerla con prudencia y con ciencia para llenarla de todo bien preciado y agradable.[8]
[1]Proverbios 4:5-8 (RVR1960): Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca; no la dejes, y ella te guardará; amala, y te conservará. Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
[2]Proverbios 3:9 (RVR1960): Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos.
[3]Lucas 6:46-49 (RVR1960): ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.
[4]1 Corintios 7:33 (La Biblia al día): el casado, en cambio, no está tan libre, porque tiene que ocuparse de sus responsables, terrenales y de cómo agradar a su esposa.
[5]1 Timoteo 5:8 (RVR1960): porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.
[6]Proverbios 24:27 (RVR1960): Prepara tus labores fuera, y disponlas en tus campos, y después edificarás tu casa.
[7]Proverbios 23:23 (RVR1960): Compra la verdad, y no la vendas; la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.
[8]Proverbios 24:3-4 (RVR1960): Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable.
[9]Proverbios 19:14 (RVR1960): La casa y las riquezas son herencia de los padres; mas de Jehová la mujer prudente.
[10]Proverbios 13:22 (RVR1960): El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos; pero la riqueza del pecador está guardada para el justo.
[11] Deuteronomio 8:18 (RVR1960): Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
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