03 de mayo de 2019
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La Palabra del Señor nos da ejemplos de mujeres excepcionales cuyas acciones podemos imitar. Una de ellas es Sara, quien empezó a experimentar una vida espiritual extraordinaria a partir de los 70 años. ¿Puedes imaginarlo? ¿Cuántas de nosotras quisiéramos esperar 70 años para ver el poder del Señor? Creo que ninguna, ¿o sí? Si cuando conocí a Jesús antes de los 15 años lo primero que pensé fue: “Pero ¡cómo no lo conocí antes!” Definitivamente, Sara debió tener cualidades extraordinarias que agradaran a Dios para que hoy, muchos años después, aún se hable de ella. ¡Ella es la madre de Israel! Su historia empezó con una promesa y terminó con victoria.[1]
Sara es fundadora de una familia muy especial. El Señor bendijo a sus descendientes y esa promesa está en nosotros hasta el día de hoy. Él quiere que en tu familia haya personas extraordinarias que le sirven a Él. Si nuestro Padre te ha llamado, puedes estar segura de que tus descendientes serán bendecidos. Sara no empezó una familia como cualquier otra, sino una nación entera, y quiere hacer cosas igual de grandes contigo.
A veces creemos que cuando somos obedientes y pacientes no siempre hay fruto, pero olvidamos que Dios lo prometió. Nuestras dudas se van cuando escuchamos su voz. La promesa del nacimiento de Isaac[2] le dio esperanza a Sara aun cuando ella empezó a hacer la voluntad del Señor siendo una anciana. ¿Has pensado en la promesa que te mantiene firme y decidida a pelear por tus batallas?
Dios nunca te dejará sola y desamparada. Nunca te dejará en la oscuridad. Sara fue entregada a Faraón, pero Dios sabía que no podría estar con nadie más porque era fiel con la promesa que tenía para ella, por eso la protegió y nunca la desamparó.[3] Por eso puedes estar segura de que Él nunca te defraudará, su fidelidad consiste en cumplir las promesas que ha hecho a tu vida, pero desea que seas constante, agradecida, que creas en la familia y en tu nación.
Te motivo a dar gracias por tu llamado de servicio, por tu familia, por tu iglesia, por las personas que te rodean y por tu país. Tu futuro será de paz y bendición porque nuestro Padre es fiel y para Él nada es imposible.
[1] Génesis 17:17-27: Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir? Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti. Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.
[2] Génesis 17:21: Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene.
[3] Génesis 12:17-20: Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram. Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer? ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete. Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de Abram; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que tenía.
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