El amor de Dios en nuestro corazón es la materia prima en su estado natural para el inicio del proceso de transformación necesario para amar a Dios y amar al prójimo como a nosotros mismos.
La validación es un acto necesario para darle firmeza, respaldo y subsistencia a una relación que se aprecia y se tiene en alta estima. ¿Cómo se resuelve la necesidad de ser validado para cumplir el propósito personal de vida?
¿Cómo rendir emociones negativas que limitan tu propia felicidad y la de los demás? Desarrolla una valoración positiva por las personas que hacen las cosas con excelencia para aprender de ellas mediante la admiración de sus virtudes.
La felicidad es un estado deseable que se aprende, se comparte y se cuida para que siga creciendo. ¿Cómo se puede evitar la infelicidad y abrazar la dicha de la alegría y el gozo en medio de los pesares de la vida?
El balance entre ser beneficiado o benefactor tiene que ver con establecer la prioridad para dar un bien o recibirlo, lo cual devela magistralmente el inicio de esta nueva serie.