Las noticias y las redes sociales dan cuenta de muchas personas que por accidente o suceso natural se daban por muertas y vuelven a vivir, eso es trascendental y transforma el curso de una vida.
Somos codiciosos cuando pensamos que Dios tiene cosas maravillosas que no quiere darnos.
Las promesas que Dios ya te ha hecho no caducan hoy.
Las manifestaciones de Dios también son para que tomemos acción.
Las probabilidades que un individuo tiene de salir victorioso no se miden por la difícil temporada que está viviendo, sino por cómo reacciona ante ella.