18 de diciembre de 2024
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Estamos por terminar un capítulo de nuestra vida y este año finalizará en pocos días. El problema de los hijos de Dios es que nos distraemos y no conseguimos alinear nuestra vida con la voluntad perfecta de Dios, y de esa manera lo que debemos lograr se desenfoca.
De otro lado, tenemos un enemigo que quiere dañarnos, porque procura condenarte o culparte por tu pasado. Este procura recordar lo que has perdido y hacerte sentir muy mal porque nunca lo podrás recuperar. Atacará tu presente para distraerte con muchas cosas, las cuales te van a desgastar y te van a apartar de un camino decidido y construido por Dios.
También va a trabajar señalando tu futuro para infundir miedo o simplemente, convencerte de que no estás calificado para alcanzar el futuro que deseas. Entonces, el diablo ataca nuestro pasado, el presente y el futuro para que nosotros nos alejemos del tiempo establecido por Dios y no vivamos todo lo que Dios ya predestinó para bendecirnos.
Es importante hacer un análisis personal de lo que ha ocurrido en tu vida y para eso puedes tomar tres hojas y hacer este ejercicio de autorreflexión antes que inicies un nuevo capítulo de tu vida. El riesgo de no hacerlo te hará iniciar el nuevo año llevando las cargas que pueden afectar tu rendimiento y limitar tu inteligencia emocional.
En el pasado tengo que apuntar todas las cosas que viví este año y las que anteriormente me han hecho daño. En la siguiente hoja escribe acerca de tu presente, la condición en que estás viviendo en la actualidad. Algunas cosas pasarán al nuevo año sin haberse resuelto y pueden afectar el futuro por eso no deben seguir ocurriendo y mis decisiones serán para quitar aquellas que tienen malos hábitos, pecados o temas no resueltos como la falta de perdón. Escribe sobre tu futuro, que es en donde te miras y es lo más deseable para visualizarte con nuevos logros.
Recuerda que tú eres una persona que necesita el fluir del cielo a la Tierra en tu vida, necesitas que Dios te bendiga, te respalde y te abra puertas. Por eso necesitas estar a cuentas con todos los que te rodean.
Luego que tengas resuelto el pasado lo tienes que tirar porque eso ya no te será de utilidad. Lo que sirve es el presente y el futuro, y es en el futuro donde debes llamar a Dios porque si te deleitas en Dios, Él concederá las peticiones de tu corazón. Al igual que lo hizo Jesús, necesitas estar solo para recuperarte, para hablar con Dios y así gestionar tus emociones, tu vida financiera y tus relaciones para no seguir en lo mismo.[1]
En ese proceso puedes analizar tus riesgos, qué situaciones debes vivir y cuáles rechazar, lo mejor es tener claridad para darle respuesta a la pregunta: ¿Qué hiciste con los 365 días del año 2024? Jesús tuvo este dilema y estuvo listo para darle respuesta porque tenía claridad y eso es lo que necesitamos todos.[2]
Lo que se necesita es valorar la oportunidad de vivir el futuro, la gente agradecida sabe valorar sus opciones, como lo hizo Lázaro al recibir una segunda oportunidad después de estar muerto y haber resucitado.[3] ¿Qué cosas valoró Lázaro después de que murió y regresó a la vida? En la vida hay acontecimientos que lo cambian todo, como le ocurrió a Sansón después de revelar el secreto de su fuerza a su amada Dalila. También a los discípulos les cambió la vida cuando Jesús murió y resucitó para subir al cielo.
Hay cosas que no conviene revivir, pero otras si conviene vivir con ellas con mucha gratitud.[4] En esencia, no se puede vivir estancado en el pasado, por buenas o malas que fueron las cosas ya no necesitan tener vida, pues se fueron.
Ahora lo que sí necesitamos es encontrar a Dios en el futuro y en el presente. Ese debe ser el enfoque porque Dios nos está diciendo qué cosas debemos hacer y qué cosas debemos dejar para alcanzar el futuro que nos ha preparado, pues Dios no está improvisando.
[1]Juan 6:14-15 (RVR1960): Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.
[1]Lucas 13:31-32 (RVR1960): Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar. Y les dijo: id, y decid a aquella zorra: he aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra. Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.
[3]Juan 12:9 (RVR1960): Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí, y vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.
[4]Eclesiastés 7:10 (RVR1960): Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría.
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