29 de abril de 2017
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Cuando Pablo iba rumbo a Roma y naufragó la barca en la que iba, él y los demás tripulantes lograron llegar a la isla de Malta. Allí fue mordido por una víbora, pero no le hizo daño, lo que sorprendió a todos[1]. Él no entró en pánico, solo se la sacudió con tranquilidad, porque sabía que nada podía dañarlo. Actuó de acuerdo a su identidad, no toleró esa amenaza, porque él sabía quién era. Somos lo que toleramos, si toleras un ataque, eres alguien que no se ha convencido de su poder y capacidad. Sé firme en tu posición de persona renovada en Cristo, porque si eres complaciente con el ataque del enemigo, puedes resultar de nuevo cautivo de sus amenazas. La complacencia de hoy es la cautividad de mañana. Nada de ser blando con la tentación, cierra la puerta de golpe al enemigo, haz valer tu superioridad. El cristianismo es defender posiciones, no es comodidad luego de alcanzar una victoria. No te duermas en tus laureles. Defiende lo que has recibido, tu salvación, no des tregua, no convengas con el poder del mundo, solo hay una verdad en Cristo y no se sacrifica por la cultura o la política. Sé firme y decidido.
Todo lo que Pablo había vivido, lo capacitaba para hablar a serpientes y reprenderlas. Él ya no era la misma persona, había sobrevivido a un naufragio y la unción había venido en medio de esa tormenta. Si la serpiente lo quería envenenar, ya era muy tarde, ¡se había vuelto inmune! Era un sobreviviente y sabía que no había arma que prosperara en su contra, que nada podía hacerle daño. Sabía que ya nada podía separarlo del amor de Dios. Tu Señor ha puesto algo sobre ti, la unción que nace del naufragio te da el poder para reprender, confundir, desarmar y hacer huir al enemigo.
Hay serpientes que están atacando, pero sacúdete, como Pablo lo hizo y dile: “Ya es muy tarde. Tengo una unción que nació en la adversidad, ahora enfrento lo que antes me hacía correr”. Después de superar un naufragio salen las serpientes para probarte. Pablo no la toleró, se sacudió como diciendo: “Eso ya no me molesta, he sobrevivido y tengo una unción que nació en medio de la adversidad”. Lo que sobreviviste te da la autoridad para sacudirte la tentación. Lo que pasaste fue por algo, no eres el mismo luego de la terrible tormenta que enfrentaste. Había cosas que antes te hacían correr, pero ahora estás de pie, eres un sobreviviente, por la gracia de Dios. hay situaciones que ya no te traen ansiedad y temor. Dile al enemigo que ya es tarde, ahora ya no te puede quitar nada, sus ataques no te intimidan, porque habitas al abrigo del Altísimo y bajo la sombra del Omnipotente. Tienes la capacidad de superar cualquier cosa, todo lo puedes en Cristo que te fortalece y nada te separará del amor de Dios.
Cree que nada te podrá hacer daño[2]. Ahora es el día de mirar al enemigo y no tolerarlo. Una unción que nace de la adversidad te da el poder para sacudirte y reprender todo lo que quiera afectarte. Dile al enemigo: “Mi oración te detendrá, mi integridad te desarmará y mi resistencia te hará huir, en el nombre de Jesús”. Sacude el rechazo, las puertas cerradas, el fracaso, el pasado, la falta de perdón, la depresión, la baja autoestima, sacude todo lo malo.
Cuando la gente vio que la víbora mordió a Pablo pensaban que moriría, pero no fue así. Te profetizo que esta es la hora y el año de sorpresas para tu vida, los que esperaban verte muerto y derrotado te verán en victoria, escalando peldaños. Sorprenderás al infierno, a la gente, a ti mismo. Los que declararon y pensaron que no te levantarías, este es el año para sorprenderlos. Hay unción para tu familia, tu hogar y ministerio. El mismo lugar que el diablo atacaba será el que Dios bendecirá, el que quiere usar para Su gloria. ¿Tu familia, tus hijos, tus finanzas, tu salud? Prepárate para ver milagros en esa área que fue atacada.
Yo casi me ahogué en el naufragio de mi vida, Dios utilizó lo mismo que el enemigo atacó en mí para Su gloria. Me levantó con liderazgo como latino en una nación donde somos menospreciados. ¡Hay poder en el nombre de Jesús! Llegarás a Roma más fuerte que nunca porque eres un sobreviviente. Declaro y decreto que cada persona proféticamente llegará a su Roma, a su destino, verá el cumplimiento de su promesa, cosechará en plenitud, la mejor temporada de frutos está por venir. Todo el que ha sobrevivido a un naufragio tiene unción que le da el poder para salir adelante. Declaro que esa misma área que el enemigo atacó en tu vida, será en la que Dios se manifestará con todo Su poder.
[1] Hechos 28:1-5: Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta. Y los naturales nos trataron con no poca humanidad; porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío. Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano. Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir. Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.
[2] Lucas 10:19: He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
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