04 de mayo de 2021
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Personas de distintos países recientemente obtuvieron el título que los acredita como intercesores, tras aprobar el curso de intercesión de Casa de Dios.
El pasado martes 27 de abril se graduaron 600 nuevos intercesores del primero de los dos cursos de intercesión que se imparten cada año en Casa de Dios, el cual busca formar personas dispuestas a orar y creer por una mejor familia, sociedad e iglesia.
El curso que duró diez semanas y que se impartió de forma virtual todos los martes contó con la participación de personas de 25 países del mundo, entre ellos Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Honduras, Italia, México, Nicaragua, Panamá y Venezuela. En esta ocasión la mitad de los nuevos intercesores fueron extranjeros.
“El objetivo de este curso ha sido enriquecer, capacitar y transformar la vida de oración de las personas que lo reciben”, dijo la pastora Sonia Luna, encargada del Ministerio de Intercesión de Casa de Dios, refiriéndose al curso de intercesión, el cual lleva más de doce años de impartirse y que gradúa alrededor de 500 intercesores al año (8 mil 950 intercesores a la fecha).
Desde sus inicios, los temas principales del curso han sido: Señor, enséñanos a orar, Recuperar lo nuestro, El corazón del intercesor, El poder de la oración intercesora, Cómo interceder, Necesidades por las que debemos interceder, Contra los poderes de las tinieblas, El intercesor interno (Espíritu Santo) y El intercesor ante el trono (Jesús), los cuales se repasan con tareas específicas que los intercesores realizan durante el recorrido.
“Estamos muy contentos por los nuevos intercesores. Sabemos que se mantendrán a la brecha por quienes más lo necesitan”, puntualizó la pastora Sonia Luna.
Un ministerio de oración
El Ministerio de Intercesión de Casa de Dios, que formalmente inició funciones en 2004, promueve la oración y adoración para formar una relación y comunicación íntima con Dios, confiando y creyendo que Él cumple sus promesas. De esta forma, todas las personas pueden colocarse en la brecha delante del Señor declarando bienestar en su familia y su nación.
“Dios escucha la oración. Esta es una verdad universalmente admitida, pero pocos entienden su verdadero significado y experimentan su poder. Es nuestro anhelo que cada persona conozca personalmente la fuerza y poder que tiene la oración y que encuentre satisfacción en la intercesión”, agregó la pastora Sonia Luna, fundadora del Ministerio de intercesión de Casa de Dios.
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