26 de julio de 2018
Tiempo de lectura: < 1 minuto
El Ministerio de Intercesión promueve la oración y adoración para formar una relación y comunicación íntima con Dios, confiando y creyendo que Él cumple sus Promesas. De esta forma, todas las personas pueden colocarse en la brecha delante de Dios, declarando bienestar en su familia y nuestra nación.
El curso está dirigido por la pastora Sonia Luna, quien junto a su equipo imparte enseñanzas bíblicas que permiten ejercitar nuestra fe y aplicar la intercesión en diferentes áreas: la nación, la familia, la salud, las finanzas y la seguridad, entre otras.
Además del curso, se crean actividades constantes para que los estudiantes puedan fortalecer su fe y poner en práctica lo aprendido, como seminarios, reuniones de adoración, vigilias, visitas a hospitales, caminatas y otras actividades.
“El intercesor lee y sabe la Palabra, sabe encontrarla y la declara sobre la necesidad de alguien más”, comenta Hugo López, miembro del equipo pastoral de Casa de Dios e instructor del curso. En él pueden participar todos los adultos que deseen conocer más de la Palabra, que declaren e intercedan por las necesidades de otros y busquen el bienestar de más personas para que el resultado sea la unidad y la hermandad.
El curso recién ha iniciado y todavía puedes integrarte. Se lleva a cabo los martes en dos horarios: de 9 a 11 a.m. en auditórium Caleb de Casa de Dios Fraijanes y de 6:30 a 8 p.m. en el Templo Menor de Casa de Dios Pinula. Al finalizar, se realizará un acto de graduación donde participarán todas las personas que hayan involucrado en las diferentes clases y actividades.
¡Ven y forma parte del curso! Ejercita los dones que Dios te ha dado.
Temas relacionados:
Intercesión | Relación con Dios
La vida del hombre es como una estrella fugaz en la línea eterna del tiempo de Dios; aprendamos lo que significa la eternidad en el corazón de los hombres.
Estamos entrando en la zona de milagros y hoy se conocerá la respuesta a la pregunta: ¿Cuál es la unidad de medida de la fe suficiente para ver un milagro?
Los adultos y jóvenes de infancia limitada por carencias son los compradores de los juguetes que no tuvieron de niños y mantienen su tendencia de recuperar aquella ingenuidad infantil. Aprendamos de esta tendencia cómo podemos crecer en fe.