17 de octubre de 2018
Tiempo de lectura: 2 minutos
Las instalaciones de Casa de Dios recibieron a los participantes de la jornada promovida por Coalición Humanitaria, la Fundación Devlyn de México, OneSight y Devlyn de Guatemala.
Durante esta jornada los especialistas centraron su labor en atender a las familias damnificadas en la erupción del volcán de Fuego que se produjo en junio de este año. También se ha convocado a otras instituciones de proyección social.
Más de 50 médicos han viajado desde Canadá, Estados Unidos y México a atender a los guatemaltecos que recibieron exámenes de la vista, soluciones visuales y gafas gratuitas. En la presentación a los medios de comunicación estuvo presente el pastor Raúl Marroquín, director del Banco de Alimentos de Casa de Dios, además de personas de la fundación Devlyn, OneSight y Devlyn Centroamérica.
Desde 2006, el Banco de Alimentos de Casa de Dios ayuda a quienes ayudan. Colabora con alimentos mensuales que pone en la mesa de catorce instituciones que benefician a personas en diferentes áreas. Con el apoyo de la congregación, cada año la ayuda suma más de 2 millones de tiempos de comida.
Es la cadena de ópticas más grande de Latinoamérica con más 80 años de experiencia en proveer soluciones visuales al mercado de Estados Unidos, México, Guatemala y El Salvador. Por medio de su fundación brinda salud visual a personas de escasos recursos, mejorando significativamente su calidad de vida.
Inició en 1988 con la idea de regalar 25 pares de anteojos a niños necesitados que no podían pagarlos y hasta la fecha han impactado en más de 49 países, estableciendo 93 centros sostenibles y 1,400 clínicas benéficas alrededor del mundo en países como Ruanda, China, Australia, Nueva Zelanda, Perú y Estados Unidos. Gracias a esta organización más de 1 billón de personas han sido beneficiadas. Cada semana atienden a un promedio de 3 mil 522 pacientes, brindándoles acceso inmediato a exámenes de la vista y anteojos.
Temas relacionados:
Banco de Alimentos | Jormada oftalmológica | OneSight | Personas
En la discrepancia entre lo real y lo ideal se encuentra la frustración, pero esa imposibilidad de tener o lograr aquello que se desea es la antesala para ver un milagro generado por la fe en una promesa de Dios.
Un padre de familia puede sufrir el síndrome de responsabilidad adquirida capaz de obstruir el beneficio de recibir la visitación de Dios, debido al enfoque constante de dar a los suyos; por eso Jesús enseña que siendo proveedores, como hijos, podemos recibir buenas cosas de nuestro Padre celestial.
Un canal de servicio empresarial provee una experiencia gratificante que brinda bienestar a quien lo recibe, de igual manera, entre el milagro que Dios hace y quien se beneficia está otra persona: un servidor lleno de compasión.
