26 de enero de 2025
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La semana pasada aprendimos los primeros cinco consejos sabios de un padre para su hijo, tal como los escribió el rey Salomón. Pero no olvidemos que el corazón de Dios como Padre es ver hijos felices y realizados, y para eso nos ha dado este valioso kit de herramientas prácticas conocidas como sabiduría.
Entonces, recordemos que solo contamos con una vida y hay que vivirla bien. Por esta razón, con esta serie se fomenta la entrada a un avivamiento del espíritu de sabiduría, consejo, conocimiento y temor de Jehová.[1]
Los sueños y mejores deseos de un padre para sus hijos deben estar intencionalmente orientados hacia una dirección. En el proceso cada familia se organiza para velar porque a sus hijos se les dirija en su camino y de allí vienen las correcciones necesarias hasta encontrar el proyecto de vida de cada uno.[2]
Este proyecto de vida no debe competir con las leyes de Dios y menos alejarnos del servicio a Dios, porque esta es la siembra en tierra para cosechar por toda la vida eterna, haciendo tesoros en el cielo; y este es el filtro más importante para una vida realizada. En otras palabras, servir a Dios es como un ahorro para el futuro eterno.
La intención del libro de proverbios es desarrollar habilidades prácticas para vivir bien en el mundo de Dios o en su entorno. Los primeros cinco consejos que se dieron la semana anterior son como sigue: 1. Hijo mío, apártate de los más las compañías. 2. Hijo mío busca la sabiduría de Dios. 3. Hijo, sé obediente y no menosprecies la corrección. 4. Hijo, honra a Jehová con tus bienes. 5. Hijo, aprovecha la sabiduría de los mayores.
Siguiendo el modelo educativo de dirección, instrucción y corrección, en este caso la dirección es ahorrar y no tener deudas.[3] En el proceso de la instrucción se ilustra un buen modelo económico a seguir desde niños. En la siguiente etapa, si ya se cayó en el endeudamiento viene el proceso correctivo con pasos bien definidos, ilustrando que si no se resuelve este problema, el resultado es vivir como esclavo.[4] Si algo vale la pena enseñarle a un hijo es aferrarse a una economía sana, sin deudas y con libertad financiera.[5]
Si los labios conservan la ciencia es porque en su corazón mantiene el consejo, la inteligencia y la sabiduría que son los cuatro espíritus de Dios citados por Isaías. Este es el secreto de mantenerse con una sexualidad sana para alcanzar la felicidad, pues tarde o temprano la impureza conduce a la infelicidad sexual.[6] Recuerda, mantenerte puro es una cuestión de honor.
Todo mundo se alegra con la cosecha, pero cuando el perezoso pida no habrá nada para él.[7] El perezoso también tiene sueños, su problema es que no quiere trabajar para alcanzarlos. Entonces, la dirección y la instrucción es enseñar a los hijos la bendición del trabajo duro, digno y bien hecho.[8] Un hijo haragán será un hijo pobre, un hijo instruido en esta área aunque pase el rigor y la exigencia, tendrá buenas cosechas en la vida.[9]
Este consejo del padre para su hijo proporciona detalles muy específicos para llegar a decirle no a la impureza, y sí a la fidelidad conyugal. El consejo se presenta cargado de razones para recordar el mandamiento de Dios: no cometerás adulterio.[10]
La advertencia describe todos los males que acarrea este tipo de pecado, pero son más las bendiciones de aprender este consejo en casa, desde la juventud y mantenerlo a lo largo de la vida. Además de eso, como hijo se aprende a ser fiel al Señor y su servicio, fiel a tu empresa y a tus amigos. Ser fiel es una cualidad clave para desarrollar el éxito y tener paz.
Entre las cosas que Dios odia y no puede bendecir están la lengua mentirosa, la soberbia, acusar inocentes, planear perversidad, correr hacia el mal, ser un testigo falso y sembrar discordias entre hermanos.[11] Finalmente, concéntrate en lo fundamental, pues estos consejos constituyen también los filtros para diferenciar lo bueno y lo malo.
Recuerda, la lógica moral del libro de Proverbios señala que la insensatez y la maldad conducen al egoísmo y el orgullo, cuyo destino es la ruina y la vergüenza. Escoge vivir con sabiduría y temor del Señor, pues nos conducen a la virtud, la integridad y la generosidad para alcanzar el éxito y la paz.
[1]Isaías 11:2 (RVR1909): Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
[2]Proverbios 22:6 (RVR1960): Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
[3]Proverbios 1:8 (RVR1960): Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre.
[4]Proverbios 6:1-5 (NBLA): Hijo mío, si has salido fiador por tu prójimo, si has dado promesa a un extraño, si te has enredado con las palabras de tu boca, si con las palabras de tu boca has sido atrapado, haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo: ve, humíllate e importuna a tu prójimo. No des sueño a tus ojos, ni adormecimiento a tus párpados; líbrate como la gacela de la mano del cazador y como ave de la mano del que caza.
[5]Proverbios 22:6-7 (RVR1960): Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta.
[6]Proverbios 5:1-9 (RVR1960): Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído, para que guardes consejo, y tus labios conserven la ciencia. Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite; mas su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos. Sus pies descienden a la muerte; sus pasos conducen al Seol. Sus caminos son inestables; no los conocerás, si no considerares el camino de vida. Ahora pues, hijos, oídme, y no os apartéis de las razones de mi boca. Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa; para que no des a los extraños tu honor, y tus años al cruel.
[7]Proverbios 20:4 (RVR1960): El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará.
[8]Proverbios 21:25 (RVR1960): El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.
[9] Proverbios 6:9-11 (RVR1960): Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo; así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado.
[10]Proverbios 7:7-23 (RVR1960): Vi entre los simples, consideré entre los jóvenes, a un joven falto de entendimiento, el cual pasaba por la calle, junto a la esquina, e iba camino a la casa de ella, a la tarde del día, cuando ya oscurecía, en la oscuridad y tinieblas de la noche. Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astuta de corazón. Alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa; unas veces está en la calle, otras veces en las plazas, acechando por todas las esquinas. Se asió de él, y le besó. Con semblante descarado le dijo: sacrificios de paz había prometido, hoy he pagado mis votos; por tanto, he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado. He adornado mi cama con colchas recamadas con cordoncillo de Egipto; he perfumado mi cámara con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en amores. Porque el marido no está en casa; se ha ido a un largo viaje. La bolsa de dinero llevó en su mano; el día señalado volverá a su casa. Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras, le obligó con la zalamería de sus labios. Al punto se marchó tras ella, como va el buey al degolladero, y como el necio a las prisiones para ser castigado; como el ave que se apresura a la red, y no sabe que es contra su vida, hasta que la saeta traspasa su corazón.
[11]Proverbios 6:16-19 (NBLA): Seis cosas hay que el SEÑOR odia, y siete son abominación para Él: ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, un corazón que trama planes perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal, un testigo falso que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.
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