18 de enero de 2021
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Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta.
Efesios 4:31 (NTV)
La nada es el lugar perfecto para descubrir algo nuevo y emprender un viaje que quizá no habrías escogido voluntariamente. La nada también es capaz de abrir nuestros ojos para que veamos posibilidades que no habríamos sopesado en ninguna circunstancia. Asimismo, es un telescopio que hace visible lo que no queríamos ver y, en resumen, una fábrica de opciones insospechadas. La nada es un lugar donde podemos echar nuevos cimientos para construir nuevos futuros.
Según los psicólogos del comportamiento tomamos elecciones todo el tiempo. Unas más trascendentales que otras y algunas completamente irrelevantes en cuanto a la dirección que tomará una vida, pero siempre escogemos entre esto o aquello.
El lugar en el que estás hoy es tu nuevo punto de partida. Mira hacia delante y extiende tu vida en esa dirección. Escoge hoy tu nuevo inicio, teniendo en cuenta que la venganza no es un buen comienzo. Una herida sin curar no te permitirá avanzar y el resentimiento nunca traerá buenos resultados.
Lo incómodo de tu presente es proporcional a lo poderoso de tu futuro. Construye desde la esperanza, desde los sueños y desde la fe algo nuevo y satisfactorio. Construye bien desde la primera piedra.
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El exterior de las personas puede provocar una opinión errónea, pero un verdadero adorador sabe que Dios ve su corazón, aunque la gente vea tan solo su apariencia, porque las apariencias engañan.
En esta serie se invita a integrar un modelo de comportamiento compartido, que se adquiere desde la fe y el corazón rendido a Dios, mientras se responde la pregunta: ¿Por qué es tan importante para Dios buscar un adorador?
El amor de Dios en nuestro corazón es la materia prima en su estado natural para el inicio del proceso de transformación necesario para amar a Dios y amar al prójimo como a nosotros mismos.