08 de febrero de 2021
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Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.
1 Corintios 13:2 (NVI).
¿Alguna vez te has preguntado qué sería de la vida sin amor? Aunque a veces es difícil amar a todas las personas que nos rodean —porque el amor no siempre es recíproco—, Dios anhela que amemos a nuestro prójimo en todo momento sin importar las circunstancias, tal como Él nos ama.
La Biblia nos enseña que el amor, más que un sentimiento, es una decisión. Es por ello que Dios, a través de las Escrituras, nos invita a vivir una vida llena de amor, como si todo dependiera única y exclusivamente de este sentimiento. En otras palabras, el amor es una decisión en acción, pues somos nosotros quienes escogemos día a día amar o no hacerlo.
Muchos creen que por las malas decisiones que han tomado en el pasado no merecen recibir el amor de Dios e incluso el de otras personas. Sin embargo, al conocer a Dios la vida cambia por completo ya que Su amor es el único capaz de transformar todo para bien y para mejor. Solamente necesitas disponer el corazón.
Como hijos de Dios somos llamados a dar amor por el prójimo, la familia, la nación y por la iglesia en general, así que pídele que de ahora en adelante te ayude a amar a los demás con acciones más que con palabras, pues sin amor no tenemos nada.
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