El distanciamiento social en esta época de pandemia por COVID-19 podrÃa verse como algo positivo, pero no lo es cuando lo aplicamos para distanciarnos de Dios. Para acercarnos a Él debemos agradarle con nuestra fe, pues de lo contrario serÃa imposible.[1] Además, debemos acercarnos confiados en que Él nos galardonará.
Pero ¿a qué nos referimos especÃficamente con acercarnos a Dios? Tomemos en cuenta que podrÃamos ser cercanos a una persona, mas no estar cerca de ella. Por ejemplo, hay amigos muy cercanos que viven distanciados geográficamente en diferentes paÃses, pero también hay hermanos viviendo bajo un mismo techo que están muy distanciados afectiva y emocionalmente. Por lo tanto, cuando hablamos de ser cercanos a Dios nos referimos a tenerle un nivel de confianza tal que podamos buscarlo y acercarnos a Él[2] sabiendo que es un Padre amoroso. Podemos presentarle nuestras necesidades siempre y cuando nos acerquemos con fe.
La Biblia es clara en decir que sin fe es imposible agradarle. Acerquémonos para aprender de Él aun cuando nos creamos doctos en Sus misterios. Nicodemo, fariseo principal entre los judÃos, se acercó a Cristo motivado por lo que habÃa escuchado sobre Él. Aun cuando el fariseo creÃa saberlo casi todo, Jesús le enseñó que debÃa nacer de nuevo.[3] Al Señor no le hacÃa falta aclarar todas las dudas de Nicodemo y lo mismo sucede cuando dudamos de la efectividad de las promesas de Dios: mientras dudamos si se ofrendar o no, otras personas ya lo hicieron y prosperaron; y mientras dudamos si la oración nos puede sanar o no, otros ya oraron y recibieron su milagro. En vez de discutir sobre las formas de Dios, lo mejor serÃa acercarnos y confiar en Sus promesas.
Cuando Jesús fue a casa de Zaqueo, la gente murmuró que habÃa entrado a comer en casa de un pecador, sin considerar que todos somos pecadores y que nuestra supuesta santidad no nos da derecho a señalar a nadie. A Jesús no le importa lo que la gente diga de nosotros. Si Él, siendo santo no nos rechaza, ¿qué nos impide a nosotros, siendo pecadores, acercarnos a Él? Dios siempre querrá estar cerca, pero ese nivel de cercanÃa depende de nuestra fe y confianza. Por eso acércate a Él con confianza. Él no está para condenarte, sino para amarte, bendecirte, perdonarte, darte una nueva vida y renovarte.
[1] Hebreos 11:6: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
[2] Hebreos 4:16: Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
[3] Juan 3:1-7: HabÃa un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judÃos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: RabÃ, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del EspÃritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del EspÃritu, espÃritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
Temas relacionados:
Confianza | Dios | Fe | Milagros | Vida