05 de junio de 2007
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He estado enseñando del favor de Dios. Di: “Yo anhelo ser una persona muy favorecida y ser el bendito ‘entre’”. María fue bendita entre las mujeres porque halló gracia y favor delante de los ojos de Dios, y el ángel le dijo: “Eres muy favorecida”. No es lo mismo ser favorecido, a ser muy favorecido. Es como que si se ganara la lotería y le dijeran: “ha salido favorecido”. Se la sacara la segunda vez, y le dijeran: “ha salido favorecido”; si se la gana una tercera, le dirían: “usted es muy favorecido”.
El favor de Dios para mí es lo más importante que puede existir en una persona. ¿Cuántos creen que Dios abre puertas? Ahora si sólo Dios abre puertas, ¿por qué le entregó las llaves a Pedro? Dios abre puertas, pero si sólo él abriera puertas, ¿por qué te entrega llaves? Lo hace porque tú también tienes que aprender a abrirlas; tu comportamiento, tu integridad, la forma en la que te conduces son llaves y abren puertas.
No puedes decir que Dios te abre las puertas y te presentas sin arreglarte a pedir trabajo, porque entonces la llave que te dio a ti la estás usando para cerrarte las puertas en lugar de abrirlas. Dios abre y cierra puertas, pero El no te abrirá puertas con tu conducta “anti-abre puertas”. Tenemos que comprender que Dios nos ha dado llaves para abrir las puertas, tenemos que aprender a usarlas y usarlas. El favor que Dios te da, debes tratarlo bien, debes saber usarlo y para qué usarlo.
Job 29:4 Como fui en los días de mi juventud, cuando el favor de Dios velaba sobre mi tienda.
“Velaba” es alguien que permanece de día y de noche, que cuida, observa; no puede ser algo, debe ser alguien porque “algo” no puede velar, las cosas inanimadas no pueden conjugar un verbo. Ese favor de Jehová es el mismo en tu casa, hogar, negocio, iglesia, ministerio, en lo que haces, en tu grupo en casa, en tu academia. Tiene que gozar del favor de Dios. Si eres una persona que sabe hacer buen uso del favor de Dios, tu célula se va a rebalsar de personas, vamos a ganar Guatemala para Cristo.
Job 26:5 Cuando aún estaba conmigo el Omnipotente, El que camina en el favor de Dios goza de la omnipotencia de Dios. Quiere decir que el que camina en su favor realmente lo hace con El o Dios camina con él.
Uno de los anhelos más grandes que he tenido en mi corazón desde que recibí a Jesús como mi Señor y Salvador es que él quiera caminar conmigo, porque es obvio que yo quiero caminar con él. Si tú me dices que quieres caminar con Dios sin ningún interés no te lo voy a creer, todos tienen un interés. ¿Cuántos de ustedes se quisieran ir al infierno? ¿Cuántos quisieran vivir en las moradas celestiales y morar con Jesucristo? ¿Cuántos quieren que Jesús perdone sus pecados? Todos quieren ¿no es cierto? Ahora pregunto, ¿es un mal interés o un buen interés? Sabemos que es un buen interés, entonces, ¡viva interesado! Los intereses deben ser los correctos. A usted le interesa venir aquí, si no, no vendría.
Job caminaba con Dios y decía: “…y el omnipotente me acompañaba”. Sin lugar a dudas, los mortales queremos caminar con el inmortal; los pecadores necesitamos caminar con el justo; el enfermo quiere caminar con el que sana; el pobre quiere caminar con el que lo prospera. Eso no es grande, porque eso todo el mundo lo quiere; lo grandioso es que él quiera caminar con nosotros. Hay algunos que no sacan su Biblia en la universidad porque les da pena; o les da pena reconocer a Jesús como su Señor y Salvador u orar por la comida enfrente de la gente. A usted no debe darle pena decirle a la gente: “¿Me permite dar gracias a Dios por el alimento que tenemos en la mesa?”. No sé por qué le da pena decir que anda con Jesús cuando es a El al que le debería de dar pena andar contigo. Sin embargo, si a Jesús le dijeran: “Dice él que tú eres su Señor y anda con debilidades,” y Jesús dice: “Sí y lo estoy reparando. ¿Algún problema? ¿No has leído que al que a mí viene yo no le echo fuera? ¿No has leído que el que me busca me hallará? Si a Jesús no le da pena caminar contigo, ¿por qué a ti sí te da pena caminar con él? ¿El es inferior a ti o qué? Te llenas la boca diciendo que es el Señor, pero ¿el Señor de quién? No, señores, no debería de darnos pena de decir que somos hijos de Dios, nacidos del Espíritu Santo, bautizados en El, que somos parte de la Iglesia del Señor Jesucristo, que nos congregamos, tenemos identidad en Cristo Jesús. ¡Eso somos!
Job 29:6-12. Mira lo que es caminar en el favor de Dios. Cuando el favor de Dios está, las bendiciones de Dios te siguen continuamente. Job 29:6-12 Biblia al Día. Di: “Cuando camino en tu favor, tus bendiciones caminan conmigo, se abren las puertas, me dan honores, me honras, me bendices, me prosperas gracias a tu favor. El favor de Dios es lo que necesitamos tener.
La Iglesia Primitiva, la Iglesia en el Libro de los Hechos 2:47 dice: alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. ¿Qué dice eso? No dice que todo el pueblo los amaba, porque dos o tres capítulos después los tienen en la cárcel, y los persiguen. Se refiere que de todos los sectores del pueblo, tenían favor los apóstoles, y de todos los sectores del pueblo, Dios añadía a la iglesia los que debían de ser salvos, era el favor de Dios. En Casa de Dios no existe otra cosa que no sea el favor de Dios. Yo estoy seguro que Su favor descansa sobre la mayoría de ustedes y a veces no se dan cuenta cuán llenos de él están y tratan de meter más sus fuerzas que descansar en el favor que El les ha dado. Si usted cree en el favor de Dios, no va a empujar a que un negocio se dé cuando se da cuenta que no hay favor, y va a obtener sólo aquellos para los cuales Dios le dé favor. Si le da favor para negocios pequeños, aproveche esos negocios en lo que El le da gracia para obtener los negocios grandes, todo a su tiempo. Pero ¿para qué tengo favor y para qué no? Debemos entenderlo. Muchos de nosotros nos sentimos tan incómodos con nuestra vida misma que tratamos de buscar el favor de Dios donde El no nos lo ha dado. Queremos ser los profesionales en algo para lo cual Dios no nos dio favo;, nos esforzamos para trabajar en el cargo donde Dios no nos ha dado favor, en lugar de trabajar los lugares en los que Dios sí nos dio. En el ministerio, la misma gente que está alrededor pide que busquen lo que los demás tienen, pero yo sé para qué Dios me ha dado gracia. No puedo ser quien no soy; la gente me pregunta que cómo puedo bromear en medio de una predicación y yo digo: “Pero si así soy en todo lo que hago, así me hizo Dios; si fuera malo, no lo haría, pero ese es el favor que Dios me ha dado y la gracia que él me ha dado y camino cómodo en ello”.
Una vez, un medio cristiano me entrevistó y me preguntó: “¿Usted cree en la venida del Señor”? y le dije que sí. Hay personas que dicen que niego la venida del Señor y yo les digo: “No la negamos, la predico; entonces me dicen que cuando llego a las cruzadas, les predico de otra cosa a la gente y me preguntan por qué no enseño de la segunda venida del Señor como lo hacen otros predicadores. A lo que respondí que para predicar eso están otros predicadores, porque ellos fluyen en esa gracia y favor de Dios para enseñar de ese tema. Dios nos ha dado un favor a nosotros y en él vamos a caminar. Nosotros somos una iglesia de discipulado, de alcance, de señales, de sanidades, milagros, prodigios.
Debes descubrir para qué tienes favor. Si Dios te ha dado favor para ser médico, no estudies leyes, fluye en el favor de Dios y si es para ser médico, Dios te abrirá puertas, te va a prosperar, al rato tendrás un hospital, fluye allí, darás clases en la Universidad. Y si te dio el favor para ser abogado, fluye como abogado; si te dio gracia para ser comerciante, entonces camina en aquello para lo cual Dios si te dio favor.
Dice la Palabra que el ángel dijo a María: “Salve muy favorecida, bendita entre las mujeres, hallaste gracia, tendrás un hijo, se llamará Jesús”. Ella no dijo: “Yo quería a Juan el Bautista; yo no quería ser mamá de un salvador, quería ser la mamá de un profeta”. Así somos en la vida, nos ponemos tercos en contra del favor de Dios en vez de fluir con el favor que Dios nos ha dado. Di: “Voy a descubrir aquello para lo cual Dios SI me dio favor”.
Cómo obtener el favor de Dios
Proverbios 3:1-4. Primero se halla favor delante de Dios y luego de los hombres. Si tienes una conducta adecuada delante de Dios, primero tendrás gracia delante de El. A María le dijeron: Haz hallado gracia. Cuando yo leí eso, dije: “yo también quiero hallar gracia delante de Dios ¿cómo se hace eso? No sé cuántos de ustedes saben que tienen gracia delante de alguien más. ¿No es cierto que hay gente que le pregunta: “¿Cómo hiciste para lograr algo que por años yo no he logrado?
Si María halló gracia, nosotros también podríamos hallarla y aquí dice que el que ata la misericordia y verdad a su cuello, hallará gracia delante de Dios y de los hombres. Entre más gracia obtengas delante de Dios, mayor gracia tendrás delante de los hombres. ¿No dijeron los discípulos de Jesús: “Vimos al unigénito, hijo de Dios, lleno de gracia y de verdad”? Jesús tenía gracia. Tener gracia no es lo mismo que ser carismático; hay gente que es muy carismática, pero de gracia y favor de Dios no tiene nada, usan el carisma para engañar gente y, obviamente, eso no es el favor o gracia de Dios.
José halló gracia, Abraham halló gracia, porqué Dios no escogió a otro, sino a un anciano que no podía tener relaciones sexuales. La mujer era estéril y a ellos escogió para levantar toda una nación. Eso tiene que ser gracia, no puede ser otra cosa. ¿Por qué no escogió a una joven fuerte, a una princesa jovencita con la matriz como para tener trillizos? Dios fue a escoger a una mujer ya grande, anciana. Moisés halló gracia delante de Dios; él no podía hablar bien, sin embargo, a él escogió Dios para sacar a su pueblo de la esclavitud, eso se llama gracia. David, era pastor, de repente, mató a Goliat, entonces halló gracia; después lo llevaron con Saúl para que tocara el arpa cuando estaba siendo atormentado.
El favor de Dios se puede obtener, Moisés lo halló. Vea el caso de Natanael. Jesús estaba escogiendo discípulos y había un hombre llamado Natanael debajo de una higuera, en la sombra y le dijeron: “ven a ver, hemos encontrado al Mesías”, y él respondió: “¿Qué bueno puede salir de Nazareth?”, y venía Jesús y le dijo: “Natanael, allí hay un verdadero israelita, varón en el cual no hay engaño. Desde que estabas bajo la higuera te vi”. Natanael halló gracia delante de Dios.
Recuerdo que cuando trabajaba como corredor de seguros, leí casi toda la enciclopedia para aprender a hacerlo bien. Una de las cosas que nos enseñaban era a hacer el acercamiento al cliente y leí este proverbio, cerré los libros y dije que iba a confiar en el favor de Dios. Como testimonio, yo tenía una eficiencia de un 90 o 95% en los cierres; de 100, me confirmaban 90, era un favor y gracia de Dios, pero nunca les mentía, porque gracia y verdad nos deben acompañar. Los negocios que por decir la verdad los vayas a perder, piérdelos porque no son de Dios, porque los estás atrayendo a través de una mentira y el padre de mentira es el diablo. Si alguien sopla a tu oído para que mientas para que hagas un negocio, ese negocio va a ser tu desgracia. Lo que te traiga la verdad viene de Dios, lo que te traiga una mentira eso no viene de Dios. Verdad y misericordia atada a tu cuello y no vas a tener ningún problema.
Cómo perder el favor de Dios
Salmo 30:5-6 Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría. En mi prosperidad dije yo: No seré jamás conmovido.
Esta declaración no fue una declaración de fe, sino de orgullo, estaba orgulloso del favor de Dios. Dice la Biblia que después de la altivez, viene la caída. ¿Cuánta gente ha recibido el favor de Dios para algo, en su empresa, para hacer dinero, pero se expresan de su dinero con tanta altivez que luego pierden el favor de Dios y son turbados y atribulados? ¿Cuánta gente ha tenido el favor de Dios en su profesión, llegó a la alta gerencia y después expresaba con sus labios versículos con altivez de corazón y luego han sido quebrantados y humillados? El salmo claramente lo dice aquí, se confió de la gracia de Dios y línea seguida dice “fui turbado”. El favor de Dios hay que aprender a tratarlo, hay que saber vivir con el Omnipotente, con el favor de Dios o cuando menos lo sienta, todo aquello que el mismo Dios le ha dado se le hará agua en sus manos y el corazón empieza a ser tratado fuertemente. El favor de Dios no está para abusar de él, está para que lo agradezcamos, todo el tiempo que podamos.
Aquellos que dijeron del Titanic: “Ni Dios lo hunde”, y en el primer viaje se hundió. Los Beatles dijeron: “Somos más famosos que Jesucristo,” y luego mataron al que lo dijo. Cuánta gente abusa de ese favor, tienen altivez y les pasan cosas como esas.
Job 29:18-25 Biblia al Día. Yo pensaba: “Sin duda moriré en paz, en mi nido, tras larga y buena vida”. Pues cuanto yo hacía prosperaba. Toda la noche había rocío en mis campos y los regaba. Constantemente se me tributaban nuevos honores, y mis capacidades eran de continuo refrescadas y renovadas. Todos me escuchaban y atendían mi consejo, y callaban hasta que yo hablara. Y luego yo hablaba no replicaban, porque mi consejo les satisfacía.
Job 30-1 Biblia al Día. Pero ahora, quienes son menores que yo se burlan de mí; jovenzuelos cuyos padres son inferiores a mis perros. Quiere decir que la declaración de Job, también fue una declaración altiva. Hay una línea muy delgada entre la fe y la altivez; entre la seguridad que tienes en Cristo y la altivez que se puede tener y mira cómo terminó Job, sin nada, se murieron los hijos, fue tremendo lo que pasó con él.
Salmo 30:10 Biblia al Día. Escúchame, Señor; apiádate y ayúdame. Entonces él transformó mi dolor en gozo, me quitó mi ropa de luto y me dio vestiduras festivas para que me regocijara, para que pudiera entonarle alegres alabanzas en vez de yacer en el silencio e la tumba. Señor, Dios mío, proseguiré expresándote mi gratitud eternamente. Los domingos deberíamos vestirnos con trajes de fiesta. Uno no sólo viene a adorar en el espíritu, con sus sentimientos y voluntad, sino que se viste para alabar a Dios.
El problema en el verso 6: Dije yo en mi prosperidad, esto es para siempre, ahora nada puede detenerme, el Señor me ha mostrado su gracia. ¿No creen que hubiera sido mejor decir: “Dije yo en mi prosperidad muchas gracias, no la merecía, pero tú me la has querido dar, te alabaré para siempre, bendeciré tu nombre, Señor, es tu mano la que lo ha hecho? Señor, si tu gracia me sigue acompañando, lo podré lograr, pero si tu mano se aparta, todo se acaba”. El favor de Dios no puede caminar con altivez de espíritu, son enemigas, no se pueden ni ver, se aborrecen la una a la otra. Tú tienes que decidir hoy si la altivez va a acompañar tu corazón o el favor de Dios, si vas a hallar el favor de Dios y el de los hombres diciendo la verdad, haciendo verdad y misericordia o si la vas a perder siendo altanero, prepotente, altivo. Yo sé que en la iglesia hay ricos y hay pobres, el hecho que Dios te haya dado algo más no te da derecho de tratar mal a otros sólo porque ellos no lo tienen. ¿Desde cuándo tu billetera te otorga derechos sobre las demás personas, para abusar y tratar mal a la gente? Tu dinero sólo es dinero. Cuida tu carácter.
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