05 de diciembre de 2008
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Génesis 7:15-16 Vinieron, pues, con Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida. Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta.
Cuando fue el tiempo del diluvio Dios mandó a hacer un arca, el arca tenía especificaciones para lo que iba a servir y dentro de ella el tipo de puerta para que cada pareja de especie creada por Dios pudiera entrar al arca, pero llegó un momento en que la puerta se cerró, debemos aprender no sólo a pedirle a Dios que abra puertas sino pedirle que podamos entrar en el tiempo que hay que entrar. Hay puertas que se te han abierto en la vida pero no te has dado cuenta, no lo has notado o sabiéndolo lo menospreciaste y cuando llegaste a tocar la puerta no te la volvieron a abrir, la oportunidad de un trabajo, de un noviazgo, no sé si se han dado cuenta pero hay una situación clásica, el joven está detrás de la señorita cortejándola y ella le dice que no, él insiste pero un día él se da cuenta que no vale la pena y se aparta, después la señorita empieza a buscarlo deseando que vuelva a hablarle. Se abren puertas de todo tipo y en todas partes, en todo tiempo para que puedas entrar y puertas que estarán cerradas durante un tiempo hasta que Dios te deje entrar, pero también tenemos que discernir por cuál de las puertas que se nos abren debemos entrar, el problema no es si nos abren una puerta, el problema es cuando se nos abren varias y no sabemos cuál de todas escoger.
El Apóstol Pablo en una de las escrituras dice “Y se me abrió una puerta pero no tuve paz porque uno de mis discípulos estaba enfermo y tuve que regresar”. A mí se me han abierto muchas puertas pero debo tener sabiduría, discernimiento, madurez y carácter para saber por cuál entrar y por cuál no entrar, por ejemplo, eres una mujer guapa, agraciada, con título universitario, en otras palabras eres codiciable para muchos jóvenes ¿cuál de ellos te conviene más? O puede ser al revés, eres un joven interesante para muchas jovencitas, pero ¿cuál de ellas es? Muchas puertas están abiertas pero cuál es la que te corresponde, el problema empieza cuando muchas puertas se abren, mientras estén cerradas no.
Llegó el día en el que el Señor cerró la puerta del arca y dijo “hasta aquí” por lo tanto debes entender lo que dice Apocalipsis 3:7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre.
El mismo que abre también cierra, muchos están esperando que las puertas se abran, pero no todos han entendido que algunas de esas puertas Dios mismo las cerró. Dios te puede abrir o cerrar una puerta, puede cerrar puertas por tu bien o te puede cerrar puertas por tu irresponsabilidad, por no cumplir con lo que debes, el problema es que cuando él cierra… nadie puede abrir.
Colosenses 4:2-4 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar.
Si usted quiere que se le abran las puertas usted debe orar por esas puertas, el Apóstol Pablo era específico y le decía a la gente “perseveren en la oración acompañada de acción de gracias”. Uno debe de dar gracias por la puerta que está esperando que se abra antes de que se abra, no sólo cuando se abre, sino antes de que se abra, levante sus manos y dígale al Señor: “Te doy gracias por la puerta que me vas a abrir”. Haga tiempo para orar, en ocasiones he estado orando por puertas para que Dios las abra y mientras estoy orando por esa puerta con perseverancia me doy cuenta que esa puerta no conviene que se abra por tanto orar y meditar es importante.
Tienes que aprender a orar, quieres que Dios te abra puertas pero ni siquiera oras unos minutos al día para que eso se dé, hay personas que esperan lo que sea y ninguno logra tener éxito pensando que lo que sea es bueno, no hay que ser conformistas, se debe ser proactivo, luchar por lo que se desea, por lo que se anhela. Las puertas significan mucho, es el medio de acceso a un lugar, a las personas, a cargos, a edificios, no sólo es la entrada, también es la salida. Quieres un trabajo pero no sabes cuál, quieres prosperar pero no sabes en qué, el Apóstol Pablo decía “oren ustedes para que Dios nos abra puerta para predicar la palabra y perseveren”.
Otra cosa que necesitamos para ver puertas abiertas de parte de Dios es PERSEVERANCIA, Dios no abre puertas en el momento en el que estamos orando, quiere ver tu fe, tu perseverancia, te quiere formar, te prepara y luego abre la puerta y te dice “Pasa adelante”. Cuando uno está necesitado quiere que la puerta se abra de manera instantánea, ten paciencia, persevera, ora, cree, da gracias y la puerta se abrirá.
Mateo 7: 7-8 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
El Apóstol Pablo oraba para que las puertas se abrieran, Jesús enseñó a tocar las puertas para que se abrieran, el otro extremo es la gente que siempre está orando y sólo ora pero no trabaja, hay que tocar la puerta, llevar cotizaciones, llevar el curriculum a empresas, no sólo se ora, hay que hacer cosas bajo la bendición de Dios, también hay que saber qué puerta se toca, si quiere arreglar su traje o pantalón no toca la puerta del médico, toca la puerta del sastre; si su hijo se quiebra el brazo toca la puerta del médico no la del sastre. Debe orar por la puerta pero también debe tocar la puerta adecuada, la que corresponde.
Si buscas un empleo toca la puerta que mas probabilidades tienes que se abra, si eres ingeniero toca puertas donde se necesite un ingeniero, si estás estudiando medicina no toques la puerta de un bufete de abogados, toque puertas donde hayan probabilidades y digan: “Lo estábamos esperando”. Normalmente cuando alguien está orando de este lado de la puerta hay otro orando del otro lado de la puerta.
Tienes que pedirle a Dios no solo que se abra la puerta, sino la oportunidad de tocarla de la manera correcta, hay gente que toca la puerta de la casa uno sabe quien es, todos tenemos diferente estilo para tocar puertas, tenemos nuestra propia personalidad para tocar el timbre, pero hay quienes tocan las puertas con arrogancia, con altanería y con esa actitud no hay puertas que quieran abrirse. Algunos han somatado puertas, el Señor dijo “Tocad y se os abrirá”, no dijo “Somaten y se os abrirá”. Toque amablemente, hay que saber cómo y cuándo. Hay gente que toca la puerta fuera de hora, debe saber el momento correcto para tener acceso. Hay que pedirle a Dios no solo en oración, también hay que llamar para que se nos abra.
Colosenses 4:4 Para que lo manifieste como debo hablar.
No sólo debes esperar que Dios abra la puerta sino debes entrar como se debe, sabiduría para aprovechar que la puerta se abre, hay gente que se le abre la puerta y no lo aprovecha, lo aprovecha mal, llegan tarde, no van preparados, no están listos para el día en que se abre, usted le pide a Dios que le abra una puerta, Dios está diciéndote “Prepárate para el día que se te abra”.
Debes saber qué tipo de puerta se te abre para saber qué hacer cuando se abra, Pablo decía “oren no sólo para que se me abra la puerta, oren para que sepa cómo predicar”. ¿Cómo pide Pablo que oren para que supiera cómo predicar si era el mejor para hacerlo? Lo pedía porque no en todos los lugares se predica igual, no a todo cliente se le trata igual. Hay que saber cómo tocar la puerta, cómo entrar por ella y qué hacer cuando se abra.
Recuerdo que en una oportunidad me llamó un pastor de jóvenes que estaba a cargo de mi persona y me dijo que el pastor quería que predicara, bendito Dios me agarró preparado. Yo era joven, soltero, ya éramos novios con Sonia, eran mis primeros años de trabajo, agarré mis ahorros me fui a una tienda de trajes, me compré un saco, pantalón, corbata, zapatos, estaba orado, ayunado, no me puse a orar o a ayunar, a leer en ese momento, ya lo había hecho y la puerta se abrió. Me presenté el miércoles prediqué, era una reunión pequeña, de aproximadamente 80 personas, pero sentí que estaba en el Estadio Mateo Flores, al terminar la reunión los líderes me dieron 60 puntos, le di gracias a Dios por la puerta que había abierto, quién iba a decir que más puertas se abrirían a raíz de aprovechar bien la primera, no sabes cual es la puerta que se te van a abrir y que te llevará a las siguientes.
Hay puertas que están por abrirse delante de nosotros, vamos a orar, a perseverar, a tener paciencia, nos vamos a preparar para entrar por ellas. Este es el año de las puertas abiertas.
Salmo 100:4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.
Dios abre puertas porque Dios es bueno, por todas las generaciones Dios abrirá puertas cuando entremos por ellas debemos entrar con gratitud, cada vez que alguien sea usado por Dios para abrirte una puerta toma tiempo para sentarte con él o ella, no para discutir de tu nuevo cargo, negocio, tome un tiempo para dar un obsequio para decir “Muchas gracias por haberme abierto las puertas”. En ese momento usted está cerrando bastante la probabilidad de que rápido se las cierren. Cuando Dios abre puertas lo primero que uno hace es levantar las manos al Señor y decir “Señor gracias, no pensé que puertas tan especiales se me iban a abrir, gracias por el trabajo, gracias por esta negociación porque de aquí viene la comida para mis hijos, gracias por haberlas abierto”. No sea espiritualmente altivo y no diga que fue Dios el que le abrió una puerta y no los hombres, Dios usa a hombres para abrir puertas, a Dios le agrada que le den gracias a él y también a las personas.
Pídele a Dios que te ayude a conservar las puertas abiertas, pídele que te de sabiduría, que te ayude a mantener tu testimonio, que te use en ese lugar, que puedas ser responsable delante de él, que puedas agradarlo con la forma en la que te conduces en las puertas que te abrió. Cuando Dios abre una puerta no sólo lo debes alabar, debes entrar con alegría, debes entrar por las puertas de tu oficina con alegría, es una puerta que se abre, cuando llegues a tu casa entra dando gracias por tu hogar, gracias por la familia que tienes, las puertas significan mucho, significan oportunidad, hay que dar gracias a Dios por ellas y después ve con la gente y sé agradecido porque detrás de una puerta hay alguien, la puertas están vinculadas con alguien, no se pelee con nadie porque jamás podrá saber cuál es la siguiente puerta que le toca tocar, y quizás detrás de esta puerta esté la persona que no lo puede ver, que le cae mal.
Le doy agracias a Dios por las puertas que se ha abierto por las grandes y pequeñas, por permitirnos entrar con dignidad, con buen testimonio, con humildad, sencillez de corazón, concientes de que es por él y que lo que viene es grande. Levanta tus manos y da gracias por las puertas, da gracias por la oportunidad de negocios, de tener una familias, imagina todas las puertas por las que pasas todos los días, físicamente por las que entras y sales, dale gracias por la puerta del auto que abres para conducir, la de los buses, las puertas son las que nos dan acceso.
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