07 de febrero de 2007
Tiempo de lectura: 7 minutos
El Apóstol Pedro dijo: El que quiera amar la vida y ver días buenos refrene su boca del mal y sus labios no hablen engaño, por otro lado Jesús dijo “el que no aborrece su vida no puede ser mi discípulo”. Le pedí a Dios que me explicara las diferencias entre lo que Jesús y el Apóstol Pedro dijeron, porque por un lado dice que aborrezca mi vida, por otro que ame al prójimo como a mí mismo y el Apóstol Pedro dice que amar la vida es bueno. Todo aquello que puedas disfrutar en la vida que ponga en riesgo tu relación con Jesús es mejor aborrecerlo. Ese es el balance.
Jesús vino, estuvo entre sus discípulos, multiplicó los panes, los peces, Jesús amó la vida, aunque fue entregado en sacrificio para el perdón de nuestros pecados. Nosotros tenemos que aprender a cómo amar la vida. Amar un momento con tu familia, un tiempo de reposo con tus hijos, un tiempo de recreación no es malo, no es pecado. Algunas personas, especialmente los pastores creyeron que debían darles tiempo a todas las ovejas menos a sus hijos y esposa, eso no lo aguanta nadie, porque por naturaleza el Señor te pone amor por los tuyos y por tu familia.
Hace tiempo enseñé de la verdadera vanidad, la verdadera vanidad es trabajar duro y no disfrutar el fruto de tu trabajo, estar casado y nunca disfrutar de tu esposa, eso es vanidad, la palabra vanidad significa “en vano”. En vano trabajas si no disfrutas lo que haces, en vano trabajas si no disfrutas el fruto de tu trabajo. Los cristianos deberíamos ser las personas más felices sobre la tierra, no hay nada de malo en eso, lo malo es amar la vida de mala forma.
Hay días buenos y días malos en Eclesiastés 12:1 dice: Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. Ese capítulo de Eclesiastés cierra todo el tema de la vanidad diciéndole a todos, desde joven aprende qué es y qué no es vanidad, para que no lleguen días malos a tu vida, días donde digas: “no estoy contento” “No estoy contento con mi trabajo, con lo que gano, con la forma en la que me gasto lo que gano”. Uno tiene que vivir contento, en una casa grande, en una casa pequeña, estés recién casado o tengas años de estar casado. Vivir contento es una actitud de vida.
Tienes dos alternativas, o empiezas a trabajar alegre y contento o te cambias de trabajo, muchos a los que no les gusta su trabajo no se cambian porque dicen que ganan bien, entonces gane lo que necesita de una forma contenta o gane menos en algo que le guste hacer, quizá un día logre ganar mucho haciendo lo que le gusta. Nadie se supera si no hace algo con gusto y con alegría.
A mí me gusta lo que Dios me llamó a hacer, lo disfruto, para mí el ministerio no es una carga, mucha gente me pregunta: “¿Cuál es el precio que ha tenido que pagar, cuántas horas ora?” y les preguntaba si ellos creían que orar, hablar con Dios, adorarlo, alabarlo era un precio a pagar.
Esto que voy a decir con mucho respeto, ustedes saben que jamás ataco, ni atacaré ninguna religión, pero a muchos de nosotros nos enseñaron a orar como penitencia, cuando pecabas te decían cuántos Padres Nuestros debías orar, entonces en nuestro subconsciente orar significa castigo, nos ponían a orar cuando confesábamos nuestros pecados. Entonces peco y oro, es por eso que usted empieza la oración diciendo “perdóname” el Padre Nuestro no empieza diciendo “Perdóname” empieza adorando y alabando a Dios, pero esas enseñanzas que nos dieron quedaron en nuestro corazón y rigen toda nuestra conducta. ¿Cómo va a ser que orar, estar con él, contemplar su gloria, contemplarlo, recibir su unción, sea un precio a pagar? Eso no es un precio a pagar, aún David decía: “Mi carne te anhela” (Salmo 63:1) por eso es que cuando el poder de Dios cae, aún tu carne lo siente.
La Biblia dice que de la abundancia del corazón habla la boca, dice “refrena tu boca del mal” yo quisiera que usted haga un examen de su vida, un examen de sus palabras, de cómo las usa y con quién las usa, porque no vamos a ver días buenos a no ser que arreglemos nuestra forma de hablar.
Mateo 12:32-34
A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
El hablar es un fruto del corazón. Entonces o se vuelve malo como lo que habla o si usted dice ser bueno, hable bien, porque el que no refrene su boca del mal, no va a poder amar la vida, ni ver días buenos. La clase de días que vivo están directamente relacionados a la forma que hablo. La boca tiene más poder de lo que usted cree, por eso la declaración que hacemos al principio de cada servicio no es en sí nuestra declaración de fe, nosotros tenemos más que eso, pero estamos declarando algo sumamente poderoso y es que en nuestra boca hay poder para dar vida o para dar muerte, para traer bendición o para traer maldición, para ser sanos o para enfermarnos, para ser ricos o para ser pobres.
Dime lo que hablas y te diré quién eres. ¿De qué hablas? ¿De quién hablas? ¿Cómo y cuándo y con quién lo hablas? Eso eres tú, no eres más, no eres menos. La palabra dice o te vuelves como lo que hablas o hablas lo que eres. No estoy hablando de bromas, hablo de lo que verdaderamente hablas, porque de la abundancia del corazón, habla la boca.
Del corazón del hombre salen las buenas y malas cosas Marcos 7:23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
¿Qué contamina al hombre, lo que entra o sale? La vida se ve contaminada por lo que uno habla. La Palabra dice que “las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1ª. Corintios 15:33) Escoja a sus amigos, escoja con quien habla, o escójalos para hablarles algo, nuestra boca puede sembrar corrupción, porque si la mala conversación corrompe es porque las palabras son las que corrompen al hombre, de hecho, tus pensamientos son un conjunto de ideas, imágenes y sobre todo de palabras. Lo que sale del hombre es lo que contamina al hombre.
Marcos 7:18-23
El les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos. Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
Queremos componer lo de afuera, en lugar de componer lo de adentro, la solución de tus problemas es arreglando lo que llevas dentro, la gente quiere una solución externa porque cuando es algo externo alguien más debe arreglarlo, pero cuando es interno, sólo tu puedes arreglarlo, debemos ser responsables con nuestra propia vida, lo que llevamos dentro es lo que dice lo que somos y llegaremos a ser.
La semana pasada les comentaba que vi un video de La Orquesta Sinfónica de Londres e invitaron a una de las mejores o a la mejor violinista del mundo, ella tocaba el violín con alegría, con pasión, con gozo y le decía a mi familia que estaba seguro que del mismo lugar de donde estudió ella, hay otro que estudió con los mismos profesores, con la misma marca de violín pero no toca la misma clase de música porque eso tiene que ver con el violinista y no con la pericia o talento del violinista. Alguien puede tocar música muy triste porque él está triste, alguien puede tocar una música muy alegre porque él es alegre, egresados de la misma universidad, enseñados por el mismo profesor, patrocinados por la misma marca de violín, pero en su vida individual son diferentes.
Tú tienes boca como todos y tu sabrás qué melodía vas a tocar todos los días con ella, si una triste, amargada o una alegre, algo que dé una semilla que corrompa a otro o una semilla que saque de la corrupción; una semilla que edifique o que destruya alguien. Los instrumentos o recursos son para que alguien se exprese. Todos vestimos, unos decimos algo con la ropa, otros dicen otra. Todos trabajamos y a través de tu trabajo tú te expresas.
Cada quien dice lo que quiere obtener, lo que quiere llegar a ser y lo que quiere dar, todos nosotros tenemos algo por medio de lo cual nos expresamos, tenemos que aprender a expresar.
Si quieres ver días buenos, y amar la vida, en otras palabras, pasarla bien en esta tierra, para mí ha sido difícil romper el estereotipo del pastor que no reía, que siempre regañaba, que siempre andaba en las casas viendo quien le daba de comer, romper con el estereotipo de la esposa del pastor que es la que nunca se peina, la que no puede ir al templo, la que no tiene oficina, la que es un cero a la izquierda, ese estereotipo es de gente que no ha amado la vida, pero a mí el Señor me salvó tanto como a ustedes y me dio una vida abundante como ustedes y vivo la vida que Cristo me dio, sea pastor o no, soy libre, el Señor me hizo libre y si de algo uno debe ser libre es de religiosidad.
Galatas 6:7
No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
No te engañes, porque Dios no puede ser burlado, hay quienes intentan burlarse de Dios, Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre siembra eso cosecha, la Ley de la Siembra y la Cosecha, si ustedes quieren vivir fuera de esa ley están tratando de burlarse de Dios; si quieres vivir sin sembrar creyendo que se puede sembrar lo malo y cosechar lo bueno estás tratando de burlarte de Dios, en otras palabras, aquellos que dicen “eso de sembrar y cosechar no es cierto” no te burles porque está en función de una ley “sembrar y cosechar”. Hay gente que quiere vivir bien sin sembrar, tener un buen matrimonio sin sembrar, tener buenos clientes sin sembrar, si usted es uno de ellos usted está burlándose de Dios.
Burla en griego significa ENGAÑAR, no trate de engañar a Dios, tratando de vivir una vida sin haber sembrado, en otras palabras, todo lo que tenemos y todo lo que somos, deberíamos saber cuándo y en quién lo sembramos.
Todos decimos “gracias a Dios” y “gracias a la ley que El dejó”. Todos vivimos bajo la ley de la siembra y la cosecha, el que quiera vivir fuera de esa ley está tratando de burlar a Dios. En otras palabras, si no siembras no pidas cosecha. Un buen matrimonio es fruto de sembrar para cosechar, una buena relación es una siembra que produjo esa cosecha y económicamente hablando, no trate de tener una economía que no esté relacionada con siembra, porque TODO lo que el hombre siembra, eso cosecha. Tratar de vivir una vida en Dios fuera de la ley de la siembra y la cosecha es burlarse del Señor. Si lo has hecho, no te burles más de El.
Revisa tus semillas, revisa lo que has sembrado, comprométete a vivir sin burlarte de Dios, sin tratar de engañarlo, hónralo y verás días buenos, ama la vida refrenando tu boca y sembrando para cosechar.
Temas relacionados:
Bendiciones | Fe | Iglesia | Oración | Promesas de Dios | Relación con Dios
En el eterno presente de Dios mil años son como un día, debemos aprovecharlos, contarlos y vivir recuperando las oportunidades que nos ha dado, porque algunos días son malos, otros muy buenos, pero todos son cortos.
Revisa las lecciones aprendidas para edificar el reino de Dios, dejando atrás el misterio de la torre de Babel con sus ideas contrapuestas para imponer la voluntad propia sobre la autoridad de Dios.
La memoria humana funciona estrechamente relacionada con recuerdos de mayor impacto emocional como la ira, el miedo, la paz, el gozo o la tristeza, entre otras. ¿Es posible seleccionar solo los buenos recuerdos en la vida? ¿Cómo funciona la memoria de Dios?