Casa de Dios es casa de oración e intercesión porque estamos convencidos de que nos conectan con nuestro Padre, quien anhela establecer una íntima comunicación con nosotros. Por ello, nos hemos comprometido con la formación de personas que se preparan con amor para ponerse en la brecha y alcanzar lo inimaginable, a través de la gracia y el favor del Señor.
Lo que inicia débil trae una factura difícil de pagar, pero las buenas noticias de Dios siempre difieren: si las semillas son benditas, ¿cómo serán los frutos?
Jesús nos visita y lleno de amor pregunta: ¿Necesitas un milagro? Pon tus ojos en el autor de la fe y sigue viendo maravillas que causan asombro porque exceden la comprensión humana. ¡Escucha, confiesa y recibe tu milagro!
En la vida existen debates históricos que originan argumentos y contraargumentos, pero aprenderemos que Dios le pone fin a una antigua discusión que desatará la fe en Su abundante provisión.