10 de junio de 2020
Tiempo de lectura: 2 minutos
Bajo la sombrilla de LEAD —una comunidad de jóvenes que busca atraer a más personas a los pies de Jesús y llenarlos de amor, Palabra y poder—, LEAD girls, dirigido por pastora Melissa de Luna, inició con su primera reunión en noviembre de 2017.
“Dios fue claro al darme la instrucción de que hiciera reuniones de mujeres no solo para convivir sino para que crezcan emocionalmente sanas. Lograrlo ha sido todo un camino por recorrer, pero me llena mucho que esto haya provocado que muchas mujeres que no conocen a Dios accedan a asistir a las reuniones porque no las hacemos en la iglesia, sino en distintos lugares de fácil acceso”, explicó Melissa de Luna.
Desde 2017 se han llevado a cabo entre tres y cuatro reuniones al año en donde se han impartido enseñanzas específicamente para ministrar a las asistentes con temas como “Inmoralidad sexual”, “Abuso sexual, psicológico y físico”, “Vulnerabilidad”, “Relaciones tóxicas” y “Envidia”, entre otros. Hasta el momento se han realizado nueve reuniones presenciales y una virtual a causa del confinamiento por la emergencia sanitaria.
La última reunión se realizó el pasado miércoles 20 de mayo vía Zoom, donde bajo el tema “Mar de emociones”, Melissa de Luna conversó con cientos de mujeres sobre soledad, ansiedad y problemas familiares durante la cuarentena.
“Una vez tuve una visión en la que vi a muchísimas mujeres saludables, honestas y unidas unas con otras, en un espacio seguro; se reían, se veían a los ojos con amor, daban buenos consejos y mostraban interés genuino. Luego, Dios me habló a través de Marcos 8:37 y con base en esto empecé a construir LEAD girls”, agregó Melissa de Luna.
Si eres mujer joven y deseas asistir a las reuniones de LEAD girls, mantente pendiente de su cuenta oficial de Instagram: @lead.gt, en donde publican todas sus actividades. La próxima reunión se llevará a cabo de manera virtual en el mes de julio.
Temas relacionados:
Emociones | LEAD | LEAD girls | Mujeres | Sanidad
En esta entrega, el aprendizaje es un objetivo y la gratitud una solución; mientras vivimos cerca de Dios, el universo se transforma desde el corazón bajo Su perfecta voluntad.
Esta enseñanza aporta los ingredientes para ser un hijo de Dios que persigue apropiarse del carácter de Cristo en todas las áreas de la competitividad diaria, y lo hace mediante la introspección que beneficia el progreso y la mejoría personal.
Prohibido iniciar algo para después abandonarlo debido a los obstáculos o debilidad de carácter porque eso atenta contra la fe. Hoy aprendemos que una fe práctica conduce a resistir para triunfar con los mejores resultados.
