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Dios y los avivamientos

Dios y los avivamientos

13 de octubre de 2019

Tiempo de lectura: 4 minutos

Durante la última noche del congreso Ensancha y la semana pasada en Guayaquil experimentamos algo extraordinario de parte del Espíritu Santo. La gente fue quebrantada, sanada, liberada y llena de gozo. Fue algo impresionante. Hoy, cuando desperté, recibí una Palabra de parte del Señor a través de un profeta. Me dijo que un pez en las brasas iba a atraer a todos los demás.[1] Esto quería decir que una persona avivada por el Espíritu Santo iba a atraer a todas las demás a experimentar un avivamiento.

Cuando iniciamos Casa de Dios nos dieron una Palabra de parte del Señor a través del profeta Dan Thompson que decía: “Esta iglesia no nació en el corazón de un hombre sino en el corazón de Dios. No nació hace meses, sino hace años. No será conocida por su nombre, ni por el nombre de su pastor, ni por su ubicación. Será conocida como lo fue el Arca del Pacto porque pondré mi presencia en ella, porque iré adelante, porque el movimiento del Espíritu Santo que traeré a esta iglesia será tal que vendrán de otras iglesias a verlo. Un avivamiento como no ha existido antes vendrá a esta ciudad”.

Dios me hablo y me dijo: “Tú creíste que la Palabra que te dio el profeta Thompson ya se había cumplido, pero estas equivocado: está por cumplirse. Ya no serán conocidos únicamente por la ubicación o por el nombre del pastor, sino por la presencia del Espíritu Santo”. A veces el mover del Espíritu Santo por medio de milagros o manifestaciones de su poder puede provocarnos temor.[2] Esto se debe a que no siempre entendemos que está haciendo o cómo lo hace. Así como al nacer no necesitamos entender cómo funcionaban nuestros pulmones para respirar, de la misma manera debemos confiar en que el Espíritu Santo se moverá a nuestro favor aunque no lo entendamos.

Las personas creyeron en las palabras de Jesús porque las acompañó con acciones que las respaldaban. Aun si se escribieran todas las cosas que hizo no alcanzarían los libros del mundo para contarlas.[3] Las Escrituras hacen énfasis especial en las obras más que en las palabras. Jesús sin los milagros solo sería un buen comunicador y sus enseñanzas no hubieran perdurado en el tiempo por más de dos mil años. El éxito de los ministerios en nuestros días será la presencia del Espíritu Santo y su unción manifestada a través de milagros, señales y prodigios.

La importancia del Espíritu Santo se ve manifestada desde la creación del mundo, Él era quien se movía sobre las aguas desde el comienzo de todo. La primera prédica de Jesús fue acerca de Él,[4] la primera prédica de Pedro en el aposento alto también fue acerca del Él. Reconozcamos su importancia en nuestra vida y veremos la manifestación de su poder sobre nosotros.

El Espíritu Santo es el origen de todo avivamiento, los cuales se caracterizan porque no solo hay cosas que decir sino muchas obras que testificar. El Señor prometió en su Palabra que su Espíritu se derramaría sobre toda carne, así que si Él no hace acepción de personas,[5] tampoco lo hagamos nosotros. Permitamos que su gloria llene nuestra vida[6] y experimentemos qué significa vivir tomados de la mano del Espíritu Santo.


[1] Juan 21:9-10: Al desembarcar, vieron unas brasas con un pescado encima, y un pan. —Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar —les dijo Jesús.

[2] Lucas 7:12-17: Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor.

[3] Juan 21:25: Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.

[4] Lucas 4:17-21: Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

[5] Hechos 10:44-45: Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.

[6] 2 Crónicas 5:14: Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.

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