04 de noviembre de 2025
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Nosotros vivimos en el tiempo cronológico que puede medirse en segundos, en horas, en meses y en años. Entonces, existe el tiempo de Dios, que es eterno e intemporal, y existe también el nuestro medido por un reloj; ambos son completamente diferentes.
Cuando Dios tarda en dar una respuesta, pensamos que retarda Su promesa, pero no debemos tenerlo como una tardanza. Dios se mueve en lo que llamamos el tiempo Kairos, que es un momento oportuno, indeterminado, que es propicio para que se cumpla Su divina voluntad. No es lo mismo saber cuánto tiempo toma el recorrido del punto A al B que estar seguro en qué dirección debo ir para hacer menos tiempo.
Lo que a nosotros nos podría llevar años, a Dios le toma días. Lo que nos podría llevar meses, a Dios le toma minutos o segundos.[1] Dios, desde su tiempo nos tiene paciencia, no queriendo que ninguno perezca, sino que cada uno proceda a un verdadero arrepentimiento.
Dios sabe qué habría de suceder en nuestro principio, pero también conoce qué ha de pasar en nuestro final.[2] Principio y fin son variables de tiempo. No te preocupes porque todo lo hizo Dios hermoso en su tiempo. Eres una obra maravillosa de Dios, creada en Su perfecto tiempo.[3] Dios tiene cuidado del pasado, presente y futuro, pero además nos dio la capacidad de entenderlo hasta ver que madure el momento perfecto, para disfrutarlo al máximo.[4] Entonces, si el tiempo de Dios es perfecto, quiere decir que todo lo que Él hace también es perfecto.
Antes de cada uno de los tiempos de Dios, hubo un acontecimiento de preparación y espera. Para que venga el tiempo de abundancia, primero vino el de escasez; para ver la alegría, a veces hubo profunda tristeza. El rey David sabía que en las manos de Dios estaban sus tiempos y no estaban en las manos de sus enemigos.[5] De ese modo, Dios perfecciona su obra en nuestra vida.[6]
Recuerda, todo lo que has vivido hasta el día de hoy ha sido parte del proceso y del tiempo perfecto de Dios para que se cumpla algo bueno sobre tu vida. Todo ayuda para bien a los que amamos al Señor. Ahora, observe que Dios siempre llega a tiempo.[7] En el tiempo señalado, ni antes ni después, Dios le cumplió la promesa a Abraham.
En el caso de Daniel y sus amigos en el horno de fuego, Dios podía librarlos, pero si en el tiempo de Dios no estaba señalado que lo hiciera, no había ningún problema. Ellos dijeron: «Y si no pasa», solo adoraremos a nuestro Señor.[8] Estos jóvenes no fueron librados del horno de fuego, pasaron entre las llamas sin quemarse, porque la presencia de Dios estaba con ellos. En medio de la crisis, aparece Jesús a tu lado porque Él siempre llega a tiempo.[9]
Ten presente: el tiempo de Dios es perfecto, siempre llega puntual y nunca llega tarde para tu bendición.[10] Jesús no llegó tarde a la visita de Lázaro aunque ya estuviera muerto.[11] Lo bello de la fe es que, a pesar de la peor circunstancia, empieza a enviar destellos de lo que Dios hará: “También sé que lo que le pidas, Dios te lo dará”. El resto de la historia revela que Jesús llegó en el tiempo perfecto.
Cuando vemos hacia abajo, en los pesares de la vida, amargura o dolor, se hace difícil ver la perspectiva de Dios; por eso es necesario venir ante Su presencia.[12] Job abogaba por su causa sin visualizar el tiempo de Dios hasta que recibió una respuesta divina.
Dios sabe la línea de tiempo que sigue tu trayectoria, como lo hizo con Job para restaurar todo lo que había perdido. No solamente existía el tiempo de Dios, también estaba el tiempo de vida para Job y era necesario que comprendiera el tiempo de la vida de sus hijos, cuya pérdida lo tenía hasta con la vista nublada por el egoísmo.
No siempre el tiempo gira alrededor de nosotros; lo hace alrededor de Dios y de nuestros seres amados. Considerar el tiempo de los demás, su principio y final, es parte del proceso, porque Dios también está midiendo y bajo su control todo será cumplido muy pronto.[13]
[1]2 Pedro 3:8-9 (RVR1960): Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
[2]Eclesiastés 3:11 (RVR1960): Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
[3]Eclesiastés 3:11-13 (TLA): Cuando Dios creó este mundo, todo lo hizo hermoso. Además, nos dio la capacidad de entender que hay un pasado, un presente y un futuro. Sin embargo, no podemos comprender todo lo que Dios ha hecho. Mientras tengamos vida, hagamos lo bueno y pasémosla bien. El comer y el beber, y el disfrutar del fruto de tanto trabajo, es algo que Dios nos permite. Eso lo sé muy bien,
[4]Eclesiastés 3:1(RVR1960): Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
[5]Salmos 31:15-16 (RVR1960): En tu mano están mis tiempos; líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores. Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame por tu misericordia.
[6]Filipenses 1:6 (RVR1960): Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
[7]Génesis 18:14 (RVR1960): ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
[8]Daniel 3:17-21 (RVR1960): He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado. Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado. Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo. Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo.
[9]Daniel 3:24-25 (RVR1960): Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.
[10]Hebreos 10:35-39 (RVR1960): No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
[11]Juan 11:20-22 (RVR1960): Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
[12]Job 23:1-6 (RVR1960): Respondió Job, y dijo: Hoy también hablaré con amargura;
Porque es más grave mi llaga que mi gemido. ¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla. Expondría mi causa delante de él, Y llenaría mi boca de argumentos. Yo sabría lo que él me respondiese, Y entendería lo que me dijera. ¿Contendería conmigo con grandeza de fuerza? No; antes él me atendería.
[13]Isaías 60:21-22 (RVR1960): Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto.
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