24 de noviembre de 2021
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Por medio de “Abriguemos con amor”, Casa de Dios busca llevarle abrigo a quienes más lo necesitan.
A través de la iniciativa “Abriguemos con amor”, Banco de Alimentos de Casa de Dios, por séptimo año consecutivo, llevará cobijo y amor a personas que durante la temporada de frío necesitan abrigarse.
Banco de Alimentos repartirá ponchitos, frazadas y suéteres a adultos, niños y bebés en necesidad. Durante las entregas, además de cobijas, se brindarán alimentos no perecederos, bebidas calientes y Palabra que edifique la vida de las personas. En años anteriores se han repartido los donativos en distintos sectores de la ciudad a quienes duermen en el suelo, en cárceles y en hospitales.
El próximo domingo 28 de noviembre Banco de Alimentos estará recolectando frazadas durante los cuatro servicios dominicales: a las 7:00, 9:00 y 11:00 a.m.; y a las 5:00 p.m. “Desde ya agradecemos a todas las personas que deseen colaborar con esta causa. Continuemos activando nuestra generosidad y dando expresiones de cariño al prójimo”, expresó el pastor Raúl Marroquín, miembro del equipo pastoral y encargado del área de Innovación social de Casa de Dios.
Sobre Innovación social
El brazo social de Casa de Dios nació en 2006. Al inicio lo hizo a través del Banco de Alimentos con el objetivo de atender a los huérfanos y a las personas de la tercera edad, además de brindar ayuda humanitaria a quienes han sufrido catástrofes naturales.
Sin embargo, la misión se ha expandido al descubrir nuevas necesidades durante estos años. En ese contexto, este brazo pasó de ser Banco de Alimentos para llamarse Innovación Social, a través de una plataforma que une las iniciativas individuales y de fundaciones amigas para llevar a cabo proyectos de ayuda, desarrollo y transformación social.
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Al deber de educar a los hijos para que aprendan a engrandecer a Dios le sigue Su misericordia para protegerlos y llevarlos a la grandeza.
La ley de la inercia demuestra que vivimos en un mundo imperfecto donde existe la fricción y para seguir la trayectoria se necesita una fuerza adicional que provea dirección; seguir a Dios por inercia conduce al punto muerto donde todo hace falta, mantén las ventanas de los cielos abiertas para seguir recibiendo bendiciones para tu vida.
En la discrepancia entre lo real y lo ideal se encuentra la frustración, pero esa imposibilidad de tener o lograr aquello que se desea es la antesala para ver un milagro generado por la fe en una promesa de Dios.
